Maira renació en una novela, siendo hija del villano, es un personaje que no estaba en el libro, siendo ahora Elena protegerá a su familia
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Capitulo 12
En la tranquilidad del cuarto, Elena estaba sentada en su escritorio, sumida en sus pensamientos. Su rostro reflejaba concentración y determinación, mientras trataba de pensar cómo podría localizar a la persona responsable de intentar envenenar a sus familiares.
La joven buscaba desesperadamente alguna pista que la guiara hacia el culpable, pero la tarea era complicada ya que no sabía por dónde empezar a buscar
Elena, reflexionando sobre su situación, se dio cuenta de que sus hermanos mayores no la dejarían sola. En ese momento, recordó que Shao se encontraba entrenando. Aunque quería pedirle ayuda, decidió no molestarlo, ya que estaba ocupado en su propia actividad.
Por lo tanto, Elena decidió que tendría que encontrar otras maneras de investigar y descubrir quién estaba intentando envenenarla a ella y a su familia
Aunque su determinación y fuerza de voluntad fueran fuertes, Elena no podía negar la verdad. Desde una perspectiva física, el cuerpo que poseía era débil y todavía no estaba en su punto más fuerte.
Esta debilidad representaba un obstáculo importante en su intento de venganza. Su fuerza física limitada podría hacer que enfrentarse a enemigos poderosos fuera aún más difícil de lo que ya era
Elena, mientras continuaba con sus pensamientos, de repente fue interrumpida por una notificación del sistema. Su curiosidad se disparó ante el aviso.
[sistema: actualizacion en curso]
Era la primera vez que se informaba una actualización para el sistema, y eso la tomó desprevenida
(¿actualizacion? nunca se habia actualizado el sistema, informacion de la actualizacion)
La mente de Elena comenzó a especular sobre las posibles actualizaciones que el sistema podría recibir. ¿Serían nuevas habilidades especiales? ¿O tal vez información más detallada sobre sí misma y los demás personajes? Las posibilidades aparecían y desaparecían en su cabeza, cada una más intrigante que la anterior
Pero por más que especulava sobre las actualizaciones, una pregunta seguía presente en su mente: ¿por qué ahora? ¿Por qué la actualización había llegado justo en ese momento? ¿Era una mera coincidencia o estaba relacionado con su situación actual?
Las dudas seguían asaltando a Elena, sin dejarle claro el motivo o las consecuencias de esta actualización inesperada. Mientras Elena esperaba a que el sistema se actualizara, tomó un momento para repasar mentalmente a los personajes con quienes había interactuado hasta el momento. Su mente repasaba imágenes y memorias, recordando sus interacciones y su relación con cada uno de ellos. De entre todos, las imágenes de sus hermanos mayores y el joven Shao, seguían apareciendo constantemente en su cabeza, siendo ellos los que más influían en su vida actualmente
veamos, papa, mis dos hermanos, shao, esos son los villanos.
tenemos al papa de shao, que aun no aparece, también la consorte Xian, son los extras tan como el tio de elena
los principales mariam la protagonista, gabriel el protagonista
-siento que me olvido de algo- Elena, mientras repasaba mentalmente los personajes, notaba una sensación de que algo o alguien faltaba en su lista. Era como una picazón en la memoria, como si hubiera olvidado o pasado por alto alguna persona significativa. Intentó concentrarse aún más en recordar, sin embargo, por más que lo intentó, no lograba identificar quién era ese individuo que parecía faltar en su análisis
Elena, absorta en sus pensamientos, no notó la presencia del asesino de loto rojo que se había colado en su habitación. Estaba tan concentrada en repasar mentalmente los personajes y en el proceso de actualización del sistema, que no percibió la amenaza que se aproximaba sigilosamente.
Cuando finalmente notó la presencia del hombre, ya era demasiado tarde. El asesino ya se encontraba detrás de ella, y antes de que ella pudiera reaccionar, había sido drogada y sumida en la inconsciencia.
El cuerpo de Elena se desplomó, sin fuerzas para resistirse a la poderosa droga que el asesino le había administrado. Su mente comenzó a nublarse y su visión se oscureció, perdiendo gradualmente la consciencia
El asesino de loto rojo, habiendo cumplido su tarea, tomó el cuerpo inconsciente de Elena en brazos y salió de la habitación con rapidez y sigilo por la ventana
El asesino, con el cuerpo de la inconsciente Elena en brazos, se movió con agilidad y velocidad, aprovechando su entrenamiento y habilidad para escapar sin ser notado.
Mantuvo su presencia en las sombras, evadiendo a los guardias y sirvientes que dormían en la mansión. Su paso era ligero y silencioso, y su objetivo era llevar a Elena a un lugar alejado y seguro.
La luna llena se alzaba en el cielo, iluminando el camino del asesino de loto rojo mientras se alejaba con su preciosa carga.
El asesino seguía avanzando a pasos sigilosos a través de la noche, su figura prácticamente invisible en las sombras que lo rodeaban. Su respiración era regular y controlada, mientras su mente permanecía enfocada en su tarea. Tenía un objetivo claro: llevar a Elena a un lugar alejado donde nadie pudiera encontrarla.
La mansión y su entorno se alejaban cada vez más a sus espaldas, mientras avanzaba hacia su destino secreto
El asesino de loto rojo, habiendo llegado a su destino con éxito, procedió inmediatamente a atar a Elena a una silla en un cuarto vacío. Una vez que la joven estaba plenamente asegurada, el hombre extrajo una paloma mensajera de la jaula y escribió un mensaje breve en un pequeño trozo de papel.
Después de asegurarse de que el mensaje fuera claro y conciso, el asesino ató el mensaje a la pata de la paloma y la liberó para que volara hacia su destino: el jefe de los asesinos de Loto Rojo.
La paloma levantó vuelo, deslizándose por el cielo oscuro con un solo objetivo: entregar el mensaje a su destino. El asesino observó cómo la pequeña criatura desaparecía en la distancia, llevando consigo el informe de éxito en el secuestro.
Con la tarea parcialmente cumplida, el hombre se sentó en silencio, manteniendo una vigilancia constante sobre la joven inconsciente que estaba atada a la silla.
En otro lado Weilong entró en la habitación y notó inmediatamente que la ventana estaba abierta. El corazón le dio un vuelco al darse cuenta de que algo andaba mal. Su preocupación creció aún más al no encontrar a Elena por ningún lado.
-¡Guardias!- grito, ellos estaban cuidando la puerta- ¿donde esta Elena la vieron?
Los guardias frente a la puerta estaban alerta ante la preocupación de Weilong. Rápidamente respondieron a su pregunta.
-No la hemos visto salir, Señor- Dijo uno de los guardias -Ella estaba en su habitación hace pocas horas y no ha habido actividad desde entonces
Los ojos de Weilong reflejaban preocupación y una creciente urgencia. Su mente repasaba rápidamente todas las posibilidades, tratando de encontrar una explicación lógica para la ausencia de Elena.
-Revisen la mansión- ordenó, con voz severa -Busque en cada habitación, en cada rincón. Tenemos que encontrarla lo antes posible
Los guardias, siguiendo las órdenes de Weilong, inmediatamente se pusieron en acción. Dividieron el grupo en equipos y se dispersaron por toda la mansión, revisando cada habitación y recoveco en busca de cualquier señal de Elena.
Weilong quedó en el pasillo, tenso e impaciente mientras esperaba noticias de los guardias
Tristan venia corriendo - ¿Weilong que paso?, ¿donde esta Elena?- Shao tambien habia empezado a buscar, los tres estaban desesperados.
Weilong, al ver a Tristan y Shao acercarse, les brindó un breve resumen de la situación. Su voz reflejaba la gravedad del asunto.
-La ventana de la habitación de Elena estaba abierta- Dijo, con urgencia -Pero no hay señales de ella en ninguna parte. Los guardias ya están haciendo una búsqueda exhaustiva por toda la mansión, pero hasta ahora no hemos encontrado nada.
-Maldición y ellos dijeron que los habían contratado para secuestrarla, maldición no hicimos nada, la asociacion del loto rojo lo pagara- dijo Tristan mirando a Weilong, ya que ello se habían encargado de interrogar a esas personas, no tuvieron cuidado, ahora Elena estaba en manos de esas personas
Weilong, al escuchar las palabras de Tristan, compartía el mismo sentimiento de enojo y desesperación. La posibilidad de haber subestimado a la asociación del Loto Rojo pesaba en sus hombros.
-Tienes razón, no tuvimos cuidado- Dijo, con frustración -Debimos estar más preparados, más alertas. Ahora, nuestra Elena está en manos enemigas y no sabemos qué podrían estar haciéndole..
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Al despertar, Elena descubrió que estaba atada a una silla, un trapo amordazando su boca y dificultando hablar. Su mente intentaba recuperar la claridad y recordar cómo había llegado a esa situación.
Intentaba liberarse de las ataduras, pero cada movimiento era inútil y sólo hacía que el nudo se apretara aún más. Sus ojos examinaban la habitación en la que se encontraba, tratando de reunir información sobre su paradero.
La habitación era pequeña y oscura, con ventanas tapiadas y una única puerta. Un débil resplandor proveniente de una lámpara de aceite era lo único que iluminaba el espacio, creando sombras en las paredes y el suelo.
Elena trató de calmar su respiración y pensar en una manera de escapar, pero la mordaza en su boca impedía hablar o gritar pidiendo ayuda
Tras varios minutos de intentos inútiles para liberarse y de tratar de procesar la situación, Elena escuchó pasos afuera de la habitación. Unos instantes más tarde, la puerta se abrió y un hombre entró en la habitación, cerrando la puerta tras él
El hombre que entró en la habitación era alto y esbelto, con una complexión atlética visible incluso debajo de sus ropajes oscuros. Su rostro estaba parcialmente oculto por la sombra, pero sus ojos oscuros y afilados resaltaban amenazantes en la tenue luz.
El hombre se acercó a donde estaba Elena y la miró con una expresión insondable, finalmente habló, con voz grave y fría. -Vaya, finalmente despiertas - Dijo, con un tono sardónico
El hombre, sorprendido por la mirada intensa y la falta de miedo de Elena, se sobresaltó por un momento.
Era poco usual que un niño tan pequeño pudiera mostrar una mirada tan seria y madura. Por un instante, se sintió intranquilo
-Eres bastante valiente, niña - Comentó, tratando de recuperar la calma -La mayoría de los niños en tu situación normalmente están llorando y rogando por sus vidas
Elena, aún con la mordaza en la boca y las manos atadas, no pudo responder verbalmente, pero le devolvió al hombre una mirada desafiante. Sus ojos parecían decirle que no tenía miedo y que no podía doblegarla con facilidad
El hombre la observó por un momento más, con una mezcla de sorpresa y admiración por su entereza.
Pero luego, sacudiendo la cabeza, soltó una risa burlona
-Puede que seas valiente, niña, pero eso no cambiará tu situación actual - dijo, con una sonrisa arrogante- pagaron mucho por ti, solo secuestrarte fue difícil
Elena, sin poder responder debido a la mordaza en su boca, mantuvo su expresión firme. Su mente se movía con rapidez, tratando de encontrar una manera de escapar o deshacerse de las ataduras. Cada palabra que el hombre decía era como un recordatorio de que estaba en peligro y necesitaba actuar con cautela
(sistema ¿estas?) pensó ella mientras veía al hombre.
[sistema actualizando]
(maldición cuando necesitabas una actualización, joder, aun no puedes ni contestarme) siguio en su mente
Mientras Elena mantuvo su expresión estoica, el hombre la observó por un momento, tratando de entender su calma en medio de la situación. Aunque intentaba aparentar tranquilidad, podía percibir un atisbo de preocupación en sus ojos oscuro
(Es demasiado tranquila para una niña de su edad) pensó el hombre
Sin previo aviso, el hombre se acercó a donde ella estaba y le quitó la mordaza con brusquedad. Él deseaba que ella respondería a sus preguntas o que por fin mostraría un signo de debilidad
-¿quien te contrato? ¿sabes quien soy?- miro fríamente
El hombre, al escuchar la inesperada pregunta de Elena, dio un paso atrás con sorpresa. Esperaba que ella estuviera aterrorizada o en pánico, no que lo interpelara con tanta calma. El se reacomodó antes de responder, recuperando su sonrisa sarcástica
-¿Importa acaso quién me contrató? - Dijo, cruzando los brazos -Lo único que necesitas saber es que alguien te quiere y está dispuesto a pagar una fortuna por ti.
-ah.. solo eres alguien de baja categoría, claro que no te dirían información solo eres un empleado que morira en cualquier misión- sonrió de lado ella
Al escuchar las palabras de Elena, el hombre sintió una punzada de irritación y sorpresa. Era cierto que él solamente era un empleado de bajo rango, un simple intermediario que ejecuta ordenes, pero no estaba acostumbrado a que un niño le echara esa verdad en su cara.
Él intentó mantener su fachada de indiferencia pero su sonrisa comenzó a vacilar ante las palabras de esta niña tan astuta