Tenia un matrimonio "feliz", pero mi vida y todo lo que me rodeaba se fue de cabeza al conocer a Salvatore, una historia de amor, pasión desbordante, deseos reprimidos, conocí el cielo y también el infierno al despertar de mi realidad.
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Primer golpe
Enciendo el auto y nos marchamos, Salvatore permanece en silencio, ¿Qué pasó?, pienso, necesitaba derrumbar este muro
- ¿Dije algo malo?- pregunto sin dejar de mirar al frente
- Ah- responde serio
- ¿Pasa algo?- pregunto nuevamente
- No, todo bien, solo estoy cansado- responde cortante
Genial, ahora era un bipolar, no quería comparar, pero así se comportaba Daniel, estaba harta, para aguantar este comportamiento, solo suspiro y sigo con mi mirada fija.
- ¿Qué te pasó en el cuello?- pregunta
Dios, esa era la razón de su cambio, estaba molesto, no sabía que responder, no quería contar mis problemas matrimoniales.
Toco mi cuello, no sabía que responder
- Un accidente, me lastime mientras pintaba- miento
Puedo ver su frustración, se mueve su cabello y mira a través de la ventana y permanece en silencio.
- ¿Dónde te llevo?- pregunto
- Déjame Dónde quieras- responde cortante
Me detengo, en un costado, me molesta su actitud, no poder descifrarlo me agobia.
- Bájate- le digo molesta
Salvatore me mira intensamente, su mirada me desnudaba sin tocarme, se quita el cinturón y sin esperarlo, se lanza hacia mí y me besa, yo sigo el beso dándole permiso, mi mente se ponía en blanco, solo éramos los dos y nada importaba, este desabrocha mi cinturón y me sube en él a horcajadas.
- ¿Qué haces?- digo entre jadeos
- shhhh- me silencia
Baja los tirantes de mi vestido y deja expuesto mis pechos, para chuparlos desesperados, mientras tiro mi Cabeza hacia atrás.
- Te he echado de menos Gio- me susurra desesperado
Baja su cremallera y libera su miembro, estaba listo para mí, recordaba perfectamente su figura, estaba al límite, corre mi panty a un lado y siento como va entrando en mi, esa sensación la extrañaba, lo montó lentamente
- Eres perfecta, Gio, ¿Qué me hiciste?- me dice entre jadeos
- ¿Qué me hiciste a mí?- respondo igual
Nos besamos intensamente, sin dejar de cabalgarlo, las manos de Salvatore en mi cintura me apretaban con necesidad, siento como se forma mi éxtasis y puedo ver en él que también iba a llegar
- Voy a correrme - jadeo apasionadamente
Salvatore junta su frente con la mía, y siento como su miembro palpita dentro de mí, mientras tratamos de recuperar el aliento, me recuesto en su pecho, era ahora uno de mis lugares favoritos.
- ¿Tú esposo te maltrata?- me pregunta sorpresivamente
Me incomoda esta pregunta, no quería victimizarme
- Salvatore, no pienses en eso- respondo
- Imposible si veo esas marcas- dice molesto
- Le pedí el divorcio y reacciono mal- digo por fin
Salvatore sube mi rostro para mirarme fijamente
- ¿No lo amas?- pregunta curioso
- No lo sé, ya le he sido infiel, eso dice mucho de mi matrimonio- sonrío sarcásticamente
- Quédate conmigo- Me dice sorpresivamente
Espero su chispa de gracia, pero su mirada y voz parecía estática y seria
- ¿Qué?- digo sorprendida
Mi teléfono suena y me sobresalto, había olvidado que estaba dentro mi carro, en plena vía pública y había tenido sexo imprudente.
- ¿Daniel, es tu esposo?- pregunta Salvatore mientras mira la pantalla
Yo me pongo nerviosa mientras Salvatore parecía divertirse con la situación
- Deja eso, debo irme- le digo mientras me organizo el vestido
- No tengo tu número de teléfono- me informa
- No lo habías pedido- respondo con gracia
Salvatore saca una tarjeta y me la ofrece.
- Puedes llamar cuando quieras- sonríe
Se acerca a mí y me besa, ahora era un beso tierno, pone un mechón detrás de mi oreja y pasa su dedo por la marca que quedó en mi cuello
- Espero no volver a ver algo así- me advierte
- Vete ahora- sonrío graciosa
Salvatore capone
Me quedo de pie observando como Gio se marcha, lo había vuelto a hacer, pero es el destino, no teníamos posibilidad de vernos, cuando la tengo cerca olvido todo, se quiere divorciar, no ama a Romano, tal vez ella si salga bien librada de esto.
- ¿Dónde putas estabas?- me reclama Rocco mientras entro a la casa temporal
- Daba una vuelta, quería conocer el sector- respondo tranquilamente
- ¿No estarías espiando a Romano?- dice desconfiado
- Estaba en el parque, tomando un café, quería relajarme, deja tu paranoia- le contesto y me retiro a mi habitación.
Me despojo de mi ropa, para ducharme, olía a Gio, su deliciosa colonia, estaba impregnada en mi ropa, el olor de su sexo estaba en mi, tal vez si la alejó de Romano, ella se salve, debo protegerla.
Georgina Romano
Llegó a mi casa, respiro varias veces, me imagino la histeria de Daniel por haber estado todo el día por fuera, su mamá me tratará como una inútil, pero ahora me sentía feliz, había estado con Salvatore, verlo y sentirlo me devolvía el sentido.
Entro a la casa, Daniel y Ana estaban sentados en la sala, al verme detienen la conversación y me miran con mirada fulminante
-¿Dónde carajo estabas?- reclama Daniel
- ¿Qué clase de esposa es Georgina?, que mantiene por fuera y no cumple sus deberes como esposa- recrimina Ana
- Hola Ana, sí lo lamento, pero traté de no estar aquí para cuando vinieras- respondo contundente
Daniel quería asesinarme, su mirada era gélida.
- Esa es tú esposa Daniel, me trata como si fuera un trapo sucio, no me respeta- dice sobreactuada
- El respeto sé da, no puedes venir a mi casa y tratarme de mala esposa, siempre dices lo mismo- contesto molesta
- Es que lo eres, eres mala esposa, no has podido darle un hijo a Daniel, no habla bien de ti como mujer- Dice tranquilamente
Ella sabía con qué palabras herirme, Daniel permanece callado, el también lo pensaba, pero entonces porque no me dejaba
- Le dije a su hijo que nos divorciáramos, tal vez otra mujer pueda darle muchos hijos- le digo mientras me retiro
- ALTO AHI !!!- interviene Daniel molesto
Yo me quedo paralizada, me eriza la piel de miedo al escucharlo, se acerca a mí y me agarra fuerte del brazo, me lleva a una habitación contigua a la sala
- ¿Quién te crees para hablarle así a mi madre?- me reclama
- Ella si puede tratarme como una cualquiera, le permites que me hable así- grito molesta
- ¿Dónde estabas metida?- me pregunta
- Salí por ahí, no quería esperar a Ana, mira nuestra relación es pésima, quería evitar esto desde temprano- le encaro
- ¿Qué te pasa, por qué actúas así?, acaso has perdido la cabeza - me reclama furioso
- Estoy cansada de callarme, de aguantar en silencio, de que me culpes por no quedar embarazada, permitir los malos tratos de tu mamá, déjame en paz- le contesto severamente mientras intento irme.
- NO TE VAS A IR- grita Daniel mientras me da una bofetada.
Tienes q alejarte lo más lejos posible