Sabira

"¿Por qué Bira dice eso? ¿Cómo podría alegrarme de que te fueras de nuestra casa?" interrumpió Aura, fingiendo tristeza.

Y eso molestó a las amigas de Aura, al ver a su amiga triste.

"Hee... Sabira, resulta que es cierto, eres mala, te gusta hacer que Aura se ponga triste y que tu familia la regañe, todo por tu culpa", se enfadó la amiga de Aura.

Sabira solo puso los ojos en blanco, al escuchar esa acusación invertida.

Tari se enfadó aún más al escuchar las palabras de la amiga de Aura.

"He... Mpok Ati, no acuses sin más, busca la verdad primero", espetó Tari.

"Ya, ya, no os peleéis, da vergüenza que la gente nos mire, además, no tenéis que meteros, este es un asunto de hermanas, es normal, así que no os toméis a pecho las palabras de Sabira", intervino Aura como un hada madrina, muy amable.

Eso claramente hizo que Sabira y Tari quisieran vomitar.

Las amigas de Aura allí se conmovieron al escuchar las suaves palabras de Aura.

"Tch... Bruja", se burló Tuti.

Harta de discutir, Sabira se acercó a Aura y le susurró al oído.

"Vete, antes de que le diga a tus amigas, que solo eres una niña adoptada en mi familia, me voy de casa, no porque haya perdido, sino porque solo quiero que sientas lo que es tener una familia completa, antes de que te echen de esa casa, crees que la sangre no es más espesa que el agua, estoy segura de que mi hermano pronto encontrará pruebas de tu astucia, y cuando llegue ese momento, no te arrepientas de haber sido una persona malvada y de que te echen de mi familia", susurró Sabira con énfasis.

"Recuerda una cosa, el mal no siempre ganará, así que... Mientras siga callada, no provoques mi ira, disfruta de lo que tienes ahora, solo para que sepas, tus amigas, ninguna es sincera contigo, son tus amigas, solo porque las invitas a menudo", susurró Sabira al oído de Aura.

Aura, al escuchar eso, se enfadó aún más y sintió miedo en su corazón, trató de parecer que estaba bien, pero sus manos no pudieron mentir, porque se veía que las manos agarraban con fuerza la correa del bolso que llevaba.

"He... ¿Qué le estás haciendo a mi amiga, niña adoptada?", espetó una de las amigas de Aura.

Por supuesto, las palabras de la amiga de Aura hicieron que Tari se riera a carcajadas, resulta que Aura había inventado una historia hasta este punto, ¿no tenía miedo esa mujer de que se revelara su propio secreto?

Mientras que Aura se sorprendió y se sintió abrumada al escuchar las palabras de su amiga.

Mientras que Sabira solo sonrió de lado al escuchar las palabras que salieron de los labios de Aura.

"Tsk tsk..... Tu historia también es buena, ¿no te arrepentirás de haber creado una calumnia como esa, si todos supieran quién eres, no te arrepentirías?", se burló Tari mirando con cinismo a Aura.

"Vamos, amigas. Vámonos, mi hermana pequeña quiere comer, su comida aún no se ha terminado, la hemos interrumpido", intervino Aura que no quería prolongar el problema, también tenía mucho miedo de que Sabira revelara quién era ella frente a sus amigas, podría ser odiada por sus amigas.

"Pero, Ra..." la amiga de Aura aún no estaba satisfecha con el comportamiento de Sabira hace un momento.

"Ya, no pasa nada, vámonos", obligó Aura.

"Eres realmente una persona amable, Ra, has aceptado sinceramente a esa niña adoptada en casa y has compartido el amor de tus padres y tu hermano contigo, pero ella no lo aprecia, en cambio siente que ella es la dueña de la casa, odio ver a tu hermana pequeña", se enfadó la amiga de Aura.

"Pero me alegro de que ella sepa quién es, sin que se le pida que se vaya de tu casa, se fue sola, tal vez se dio cuenta de que solo es una niña adoptada", dijo con cinismo la amiga de Aura.

"Ehhh... Ya, ya... Vámonos", Aura tiró de las dos manos de su amiga, mostrando una cara de pánico y nerviosismo.

"Tch... Qué persona más embaucadora, cómo puede tergiversar los hechos, quién es la niña adoptada, Dios mío... Qué mujerzuela, qué espíritu maligno, qué fastidio", maldijo Tari mirando con saña la partida de Aura y sus amigas.

Sabira solo negó con la cabeza, al ver la frustración de su amiga.

"Ya, vamos a seguir comiendo", invitó Sabira.

"Se me ha quitado el apetito, pero no pasa nada, me obligaré, es una pena esta comida, sería un desperdicio dejarla", charló Tari, que decía haber perdido el apetito, ahora mírala comer con tanta fruición.

Sabira se rió entre dientes y negó con la cabeza al ver el comportamiento de su amiga.

"Aquí tienes, te añado pollo", dijo Sabira poniendo un trozo de pollo en el plato de Tari.

"Ahhh... Eres la mejor amiga, sabes que me he quedado sin energía para atender a la serpiente de dos cabezas de antes", se rió Tari.

Sabira volvió a negar con la cabeza, y también ella empezó a comer la comida que tenía delante.

"Ha... Qué llena estoy", dijo Tari frotándose el vientre que se había abultado un poco por la hartura.

"Pues vamos... Vamos a ir de compras directamente, que se nos hará tarde", invitó Sabira.

"¡Vamos!", gritó Tari.

Las dos adolescentes recorrieron inmediatamente el centro comercial, buscando lo que necesitaba Sabira, Tari la siguió pacientemente desde atrás, y la ayudó a llevar las compras de Sabira.

"Creo que ya es suficiente", dijo Sabira fijándose en cada una de sus compras.

"¿No has comprado comida?", preguntó Tari.

"Quiero, pero cómo la llevo", respondió Sabira.

"Tranquila, el chófer de mi padre está abajo, le pediré a mi padre que nos recoja aquí", dijo Tari con naturalidad.

"Haa... En serio, ihh... No me siento bien, estoy molestando a tu padre", se sorprendió Sabira.

"Relájate, a mi padre no le importa", dijo Tari despreocupadamente.

"Ihh... Eres así", se quejó Sabira.

"Ya, vamos rápido, vamos a la sección de comida", invitó Tari tirando de un carrito e introduciendo todas las compras de Sabira en el carrito.

"No creo que quepa, añade otro carrito", dijo Tari.

Sabira solo se resignó, y siguió a su amiga, y para no tardar mucho, y que el chófer del padre de Tari no esperara mucho, Sabira se apresuró a buscar lo que necesitaba.

"¿Tienes nevera en esa casa, Bir?", preguntó Tari, que no había tenido tiempo de mirar el piso de alquiler de Sabira, porque solo se había centrado en su amiga el día anterior.

"Sí", respondió Sabira.

Tari asintió en señal de entendimiento, y también cogió varias latas de refresco de la estantería y las metió en el carrito.

"Creo que es suficiente, si falta algo, que lo compre Bi Tuti", dijo Sabira.

"Está bien", dijo Tari.

Se dirigieron a la caja para pagar sus compras.

Continuará....

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Aquí, mamá duplica por la mañana, para curar la decepción de los lectores de mamá, ahora mamá vuelve al mundo real, espero tener tiempo más tarde, mamá subirá más, pero no prometo, ok😁 continuamos mañana 😁😁