– He vivido tantas vidas que me resultan absurdas las personas que matan por poder y avaricia, o aquellas que quieren ser jóvenes eternamente. De nada sirve vivir sin un propósito o amor verdadero.
— Soy Gustavo Chevalier, el emperador del vasto imperio Terra Nova, pero durante muchos años fui el paladin de mi hermano. Fui testigo de cómo amó a su ahora esposa con todo el corazón en sus diferentes facetas.
— Han pasado siglos, pero yo sigo añorando su olor, su dulzura, su reconfortante presencia y su preciosa sonrisa, que iluminaba mis días.
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Al parecer, la edad le está afectando de sobremanera.
— Mi señor, sus palabras estremecen mi espíritu y encienden mi ser. Creo que estoy comenzando a enloquecer; mi anhelo más grande es poder conocerlo en persona. Mis días en la expedición estuvieron plagados de sorpresas. Una persona que creí buena resultó no serlo. Mi decepción fue tanta que abatió mi estado de ánimo. En los días restantes, pude cumplir con satisfacción mi misión, llevándome del pueblo varios presentes que me dieron los aldeanos. Admito que, en cuanto leí sus cartas, mi corazón dio un brinco de alegría. Solo usted, mi señor, es capaz de exaltar mi corazón. Esperaré con ansias su siguiente carta. Atentamente: Su prometida M.M.
El emperador sintió un pequeño corrientazo recorrer su espina dorsal, haciendo que aferrara sus manos al reposabrazos de su sillón. Una vez controlado su impulso, se dispuso a escribir su respuesta.
— Tendré que presionar al rey de Talismán para adelantar la ruptura de ese compromiso. — Si algo sabía el emperador, era que su matrimonio ya era un hecho; solo faltaban detalles menores.
El día del baile llegó, siendo un suceso mediático en la capital, ya que una gran parte de las damas pensaba que el emperador hacía el baile para conocer a las señoritas casaderas, algo muy alejado de la realidad.
Al llegar, todos pasaron a dar sus respectivos saludos al emperador, quien se encontraba junto al primer príncipe, que tenía su trono, al lado del trono del emperador. Cuando le tocó el turno al ducado Mesellanas, Mónica no tenía buena cara, pero igual presentó sus respetos al emperador.
— Larga vida al sol del imperio y al primer príncipe. — El emperador pudo notar que Mónica le esquivaba la mirada en todo momento, algo que no le gustó para nada.
— Demos inicio al primer baile. — El emperador permaneció en su trono, pero algunas damas tuvieron la osadía de acercarse a él.
— Majestad, ¿me concedería un baile? —preguntó una rubia, con aparente timidez; esta era hija de uno de los funcionarios de la corte.
— Lady Jons, hay una fila de caballeros esperando para bailar con usted. Puede acudir a uno de ellos, porque yo no lo haré —dijo el emperador, dando por terminada la conversación e iniciando una charla con el primer príncipe, ignorando por completo a la mujer que se retiró avergonzada.
— Majestad...
— Lady Saenz, no se humille, acepte la propuesta del caballero que la está esperando. —Una a una, fueron rechazadas por el emperador, pero en medio de su descuido no se percató de que Mónica estaba siendo incomodada por un terco vizconde.
— Lady Mesellanas, ¿pensó en mi propuesta? —le preguntó el vizconde, invadiendo el espacio personal de Mónica.
— Ya le he dicho que estoy comprometida. —Mónica llevaba puesto un glamuroso vestido rojo, que era excesivamente pesado y le limitaba el movimiento, pero lo más llamativo era que portaba las joyas que días atrás le obsequio su prometido.
— Con un hombre que perdió el interés en usted por no ser tan joven, yo soy el único que se podría fijar en usted. — El visconde pisó el vestido de Mónica, impidiéndole retirarse.
— Aunque fuera el último hombre, prefiero morir soltera que casarme con usted. — La incómoda interacción fue vista a lo lejos por el emperador, quien tomó cartas en el asunto.
— Ve y baila con Lady Mesellanas. — Le dijo el emperador a su hijo.
— ¿Por qué no vas tú? ¿Qué gano yo a cambio? — Al emperador casi se le sale el ojo derecho por la pregunta, pero tenía que actuar rápido.
— Invitaré a Lady Cloy a pasar una temporada en el palacio. — Al príncipe se le iluminaron los ojos y de inmediato fue a sacar a su próxima madrastra de apuros.
— Vizconde Lans, creo que ya hemos tenido esta conversación antes; retírese antes de que lo lleve a juicio por acoso.
— Con todo respeto, alteza, no debería inmiscuirse en los asuntos de sus mayores. Yo tengo una reputación que me salvaría de cualquier castigo.
— Al parecer, la edad le está afectando de sobremanera. Entre usted y yo, ¿a quién le creería el emperador: a un funcionario de actos cuestionables o a su único hijo? — La mirada del príncipe era afilada. El vizconde se retiró, prometiendo vengarse de ese mocoso que arruinó sus planes.
— Altesa, nuevamente gracias. No sé cómo agradecerle el haberme librado de ese molesto hombre en dos oportunidades —dijo Mónica, haciéndole una reverencia.
— Concédeme un baile. — Ambos comenzaron a bailar en cuanto inició la segunda pieza. Dejando al emperador más tranquilo, la que estaba con mala cara era una cierta pelirroja que estaba celosa.
— Cloy, si lo sigues mirando así, lo matarás —dijo Margaret, riéndose de la situación. Su cuñado, por querer mantener a todo hombre lejos de su prometida, acaba de meter en serios problemas a su hijo.
— Pero, ¿por qué está bailando con ella? Él se veía muy bien sentado en su trono —dijo Cloy, roja de coraje.
— Cloy, seguro su padre lo mandó a cuidar a su futura esposa. Aquí entre nos, mi cuñado está próximo a casarse con Mónica —le dijo Margaret en un susurro a su doncella, a lo que Cloy se relajó.
— Les tengo una noticia inesperada: Sofía me mandó una carta. Está casada y está en espera. Me dijo que, en cuanto naciera el bebé, nos invitaba a conocerlo —dijo Vivían emocionada, lo que tomó por sorpresa a Margaret y a Cloy.
— La vida, esta vez —le sonrió bonito—, dijo Margaret con un sentimiento de alegría inexplicable.
— La boda de Adanis será mañana. El emperador le tiene un gran regalo a su esposo —les susurró Margaret a Vivían y a Cloy.
— No nos dirás qué le regalará. Bastian nos quiso decir que era un secreto —se quejó Margaret, a lo que Cloy y Vivían sonrieron.
😅😅😅
Cambio de nombres: Margaret en lugar de Mónica
1- tendrá el testimonio en tiempo real de las víctimas del depravado conde.
2- despertará a la realidad de todo lo que el Emperador ha hecho por su pueblo, en especial las mujeres.
3- tendrá la posibilidad de ayudar a esas chicas con sus habilidades de sanadora.
Tal vez así entienda que el amor que el Emperador siente por ella es real, puro y sincero; desde siempre y para siempre.