Sinopsis:
Ana hija de una familia de mafiosos muere y renace en el cuerpo de Luna la hija de un poderoso duque que fue engañada para casarse con el principe heredero de su imperio. Pero al renacer decide cumplir el ultimo deceo de la dueña del cuerpo.... Venganza.
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Capitulo 22
El emperador, después de hablar con Luna, terriblemente enojado, fue a buscar a Max.
Lo encontró en la residencia de la emperatriz, estaba sentado en una silla mientras se tomaba un té, estaba en absoluto silencio. Cuando llegó allí junto a su madre, la emperatriz, esta le ordenó que no dijera nada, que se mantuviera callado. La emperatriz estaba muy enojada porque su amado hijo, se había comportado como un patán con su esposa, la había golpeado en una fiesta enfrente de todo el mundo. Además, con esto era seguro que para mañana todo el mundo en el imperio, estarían hablando de como el príncipe que sería el heredero al trono era un mal esposo, capaz de maltratar a su mujer.
Cuando el emperador llegó, se acercó a su hijo y le dio una cachetada, tirándolo de la silla donde estaba sentado.
-¿Cómo es posible que le hayas hecho eso a tu esposa?
Preguntó gritando las palabras.
-Padre, no sé qué te dijo mi esposa, pero te aseguro que ¡es mentira!
Dijo mientras se levantaba.
-¿Es mentira?... ¿Es mentira que la has golpeado? ¿Es mentira que la has castigado físicamente? ¿Es mentira que la has mantenido encerrada para que no diga todo lo mal que le has hecho?
Le volvió a gritar el emperador.
Max estaba mudo, si bien él no era el hijo preferido y ni el más amado por su padre, este jamás le había hablado así.
-¡Contésteme muchacho!!
-Padre, yo...
-Habla ya Max!!
-Hijo contesta a tu padre! ¿Es verdad todo eso? ¿Has tratado mal a tu esposa?
La emperatriz estaba triste, su hijo estaba actuando como un mal hombre y su esposo había golpeado a su hijo por primera vez.
-Es verdad padre.
-¿Te casaste con ella por el poder de su familia para convertirte en el heredero al trono?
-Es verdad, me casé con ella por eso
-¿Y eso de que la concubina Carolina también la trata mal?
-Eso es mentira!
-¡Llevaste a esa mujer a tu casa, sin el consentimiento de tu esposa, como me dijiste a mí! ¿Eso también es mentira?
-¿Qué quieres decir?
Dijo la emperatriz sorprendida.
-En realidad, Carolina no es mi concubina. La ceremonia no fue oficial.
-¿Es una amante y no una concubina?
-No, padre, es como si fuera mi concubina, aunque como Luna no me firmaría los documentos, en la ceremonia le hice firmar unos falsos a Carolina, pero aun con todo eso, ¡no te permito que le digas amante!
-¡A mí no hables así, muchacho! Llevaste a una mujer a tu casa, que no es tu concubina, porque no se ha realizado la ceremonia oficialmente, así que si, si es una amante y te callas.
-¿Engañaste a tu esposa y a tu supuesta concubina, cómo has podido hijo?
Preguntó la emperatriz.
-No solo fue eso, tu hijo llevó a una mujer a su casa y la impuso por sobre su esposa y además ambos han maltratado a Luna.
La emperatriz estaba atónita.
-¡Luna ha pedido el divorcio y se lo voy a dar!
Dijo el emperador.
-¿Qué? ¡No puedes hacer eso!
-¡Yo puedo hacer lo que quiera! ¡Soy el emperador, Max!
-Pero padre, ¡ella es mi esposa y no voy a permitir el divorcio!
-A mí no me importa que es lo que vas a permitir o no. No voy a dejar a tu esposa viviendo en ese infierno.
-Pero... yo puedo tratarla mejor, no hay necesidad del divorcio.
-Ella ya no quiere arreglar las cosas contigo, quiere el divorcio.
-Padre...
-Ya está decidido, en un mes firmaré el divorcio y ella se irá a vivir a una casa que se le pondrá a su nombre junto con una gran compensación económica.
-¿Qué? No puedes darle dinero.
-Claro que no, el dinero saldrá de ti, no de mí.
-¿Cómo?
-Así es, el dinero para darle la compensación saldrá de tus futuras mesadas para tus gastos, que se te dan mensualmente.
-Pero me dejarás sin dinero, ¡ni para comer!
-Para la comida tendrás, pero no para los lujos.
-¡Alteza, creo que es demasiado ese castigo!
Dijo la emperatriz.
-¿Si yo te hubiera golpeado y nunca te hubiera dado tu lugar como emperatriz, te parece que darte esas cosas son demasiado? ¿Te parece que si traía a una mujer a nuestra casa sin ser una concubina sería mucho el castigo?
Al oír esas palabras, la emperatriz no supo qué decir. Si bien el emperador a ella no la amaba, siempre la respetó e hizo que la respetaran.
Max no podía creer lo que su padre quería hacerle y todo por esa mujer, pero ya verá, la hará pagar por esto.
-Esta bien padre lo que tú decidas esta bien, pero yo quiero intentar que me perdone y mejorar la relación de nosotros.
-En un mes se firmará el divorcio y no importa lo que tú digas, se lo daré igual.
-Esta bien, permiso, me retiro.
Después de retirarse se fue a su carruaje para marcharse a su palacio.
Cuando llego pidió a los guardias de la puerta del pequeño palacio, donde se quedaba Luna, hablar con ella. Los guardias le dijeron que ella hace ya mucho, se había ido a dormir, así que si quería hablar con ella que volviera en la mañana.
Enojado por eso, cuando entro a su palacio fue a su habitación y empezó a tirar todo lo que encontró en su camino.
Carolina, que estaba ya enterada de que él había regresado, fue a buscarlo para hablar, porque estaba enojada de que a ella no la había llevado y al escuchar que estaba tirando todo en su habitación, se dio la vuelta y se fue. Era mejor esperar a mañana para hablar con él.