sin darse cuenta, Renata muere en un evento de moda en Paris. al despertarse, se da cuenta que ahora está en el cuerpo de una extra patética que se deja pisotear por la villana. pero no, está vez, Renata protegerá al protagonista de la Miranda, la villana.
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capitulo 12: Fuera.
Dorian, de manera cautiva, tomó a Diana entre sus brazos y la oportunidad no pasó desapercibido y el aire se llena de inmediato con la fragancia única de ella, una esencia dulce y embriagadora que actúa como un afrodisíaco irresistible. Sus sentidos se agudizan, su corazón late con fuerza. Dorian la alzó y la lleva hasta el sillón de terciopelo, ella encima de él, sus ojos se encuentran, y una corriente invisible fluye entre ellos.
Dorian se acerca lentamente, cautivado por su aroma. El espacio entre ellos se reduce, la tensión palpable en el aire. Sus manos se buscan, sus dedos entrelazados con una ternura que se transforma en pasión. Un beso suave, lento, comienza a van formando el deseo y entrega. El beso se profundiza, sus labios se mueven de manera sincronizada. El aroma de Diana envuelve a Dorian, intensificando cada caricia, cada suspiro.
El beso se prolonga más de lo debido, un intercambio silencioso de emociones que brota entre ambos de manera que solo ellos podían sentir.
La habitación está envuelta en una atmósfera de pasión contenida. Dorian y Diana, aún abrazados, se recuperan del intenso beso, sus respiraciones entrecortadas y un tanto agitadas era lo que se presencia hasta el momento. De repente, un golpe un tanto fuerte en la puerta interrumpe su intimidad.
Dorian se separa ligeramente de Diana, con una expresión de sorpresa en su rostro.
— ¿Qué desean?— dice Dorian, su voz aún ronca sin abrir la puerta.
— oh, su majestad, aquí madame Beatrice. está preocupada por su nieta.
— ¡Ah, abuela!— susurró Diana sorprendida y apenada a la vez.
En ese momento, Dorian, antes de abrir la puerta, se saborea los labios para quitarse el lápiz labial de Diana, pero lo hizo de una manera cautivadora. Eso, causa una corriente excitante para ella, que de momento, se tapó los labios y miró a otra parte para no pensar en esa escena.
Al abrir la puerta recibe a madame Beatrice afuera de la habitación, aquella señora se veía un poco ansiosa y la preocupación en su rostro es notorio.
— su majestad, ¿Está bien mi nieta? he escuchado que Diana se habia desmayado, me informaron que estaba con usted.
Diana, sorprendida por la aparición de su abuela, se levanta de la silla intentando recuperar el aliento antes de aparecer frente de ella. mientras que Dorian, con una mezcla de culpa y preocupación, le explica a Beatrice.
—Madame, no se preocupe. Las señorita Diana está bien. Ha sido solo un pequeño desmayo, nada grave. Yo me hice cargo de ella por ser su pareja de baile. Ahora, está en buen estado y consciente.
— abuela...— Diana aparece un tanto apenada.— perdoname por hacerte preocupar, no quería, lo siento.
— está bien...— Beatrice la abraza— lo importante es que estás bien. Vámonos a casa. Allá abajo, Miranda está haciendo un alboroto con los hombres.
— yo me encargaré de ella, madame Beatrice.— Dorian chasquea los dedos y los guardias llegan.— saquen a Miranda Cauciel y a su madre. — al recibir las órdenes ambos guardias se fueron, en lo que Dorian intenta disculparse con Beatrice— Yo, me disculpo por el inconveniente. No fue mi intención que se preocupara por su nieta.
— por favor, majestad, usted ayudó a mi nieta, le agradezco de todo corazón de que la cuidará. Iré a adelantarme, te espero en el carruaje, Diana.— le ofrece una reverencia y se marcha.
A madame irse, Diana queda nuevamente sola con él.
— perdoname por hacer preocupar a tu abuela. Te prometo que recompensaré esto.
— ya lo hiciste... Yo... Me tengo que ir, pero, no quiero que olvidemos esto. Ni fingir que no ocurrió nada...
— eso jamás ocurrirá. Estas muy dentro de mi corazón ahora. Y cada momento a tu lado es un tesoro que cuidare...
Diana se sorprende, no tanto, pero si le causa sorpresa sabe que aquel hombre que antes no idealizaba tanto las emociones y sentimientos ahora lo muestra un poco más.
Dorian se acerca a ella, callando su impresión, su mirada intensa, llena de una pasión contenida. No hay dulzura en su gesto, sino una determinación firme, una aceptación de la realidad que se avecina.
— me gusta demasiado que intento contenerme, Diana... Y nunca antes me había pasado. Mañana te estaré esperando para terminar lo que empecé...
Él le ofrece un beso profundo y apasionado antes de irse, Un gesto que habla de una despedida difícil, pero necesaria. Se separan, y el silencio se instala entre ellos, un silencio cargado de significado. Diana se gira, y se aleja, su figura se pierde al doblar del pasillo. Dorian lo observa, sin moverse, hasta que su figura desaparece por completo.
A los minutos después, dos guardias se acercan, visiblemente incómodos. Uno de ellos se atreve a hablar.
— majestad — dice el guardia, con un tono inseguro— Tenemos un problema con la señorita Cauciel.
— ¿Diana Cauciel?— pregunta Dorian, preocupado si posiblemente era ella.
—no, Majestad, es Miranda. No se va del palacio. Sigue causando alboroto. Varios hombres han intentado cortejarla, pero ella los rechaza, diciendo que solo quiere al Emperador.
El otro guardia asiente, confirmando la historia. Dorian suspira, masajeándose la sien. Esta situación se está volviendo un dolor de cabeza.
— muy bien— dice Dorian, con un tono firme— llévenme con ella.
Los guardias conducen a Dorian a través de los pasillos del palacio, hasta llegar a la sala del banquete, donde se encuentra Miranda un poco pasada de copas, rodeada de varios hombres que intentan, sin éxito, llamar su atención. Ella los ignora completamente, con una mirada fija en el horizonte, como si esperara la llegada de alguien. Desde que Diana apareció en el banquete hasta que el emperador se la había llevado, Miranda quedó desconcertada al punto de no darse cuenta cuántas copas de vino llevaba.
Dorian se acerca a ella, y sin decir una palabra, la toma del brazo con firmeza. Miranda lo mira, sorprendida, pero no se resiste.
— señorita Cauciel— dice Dorian, con un tono serio y sin ningún motivo para ser cortés— debo pedirle que abandone el palacio. Su presencia aquí está causando problemas.
— pero Majestad — con voz suplicante— yo solo quiero hablar con usted, quiero saber de mi hermana y como está...
Su hipocresía molestaba al punto de que Dorian pide a un guardia que la tome a ella y que la saque de inmediato del palacio. No sin antes de decirle algo al oído.
— se que fuiste la responsable del desmayo de Diana, no se que le hiciste, pero te sugiero que te alejes de ella. O simplemente no seré tan dócil como ahora... Además... Tú olor me resulta repugnante, fuera de mi palacio.
Lo último lo dejo en claro y los guardias la conduce fuera del palacio, con firmeza pero sin brusquedad. Su madre la sigue hasta el final y la rescata de eso guardias. Sin más que hacer, ambas se suben al carruaje e intenta saber que fue lo que sucedió está noche.
— Miranda... ¿Que te ocurre?
— nada madre... Nada.
Era una gran mentira. Por dentro, un fuego intenso la quemaba, esos sentimientos que jamás pensó sentir ahora era peor. Tan fuerte era su rabia que se muerde la lengua y sangra un poco, solo, que su madre no se dio cuenta.
“ maldita seas Diana. No me cabe dudas que eres una como yo. Y conociste primero a Dorian. Pero no se va a quedar así. Tendré que ir con el plan b para volverte vulnerable Dorian... Oh princesa Solara, no sabe lo que te espera"
Ella le va a ir bien siendo que manipuló al Duque desde el principio?, y si el ya tenía una mujer que ama? o una prometida y con ella se querían, no está bien que quieran que Miranda sea feliz a costa de un hechizo que uso para Hipnotizar a la víctima.
Si quieren que Miranda se redima es hacer las cosas bien, pagar por las cosas que hizo