Sinopsis Propuesta
En un mundo donde la fama y el poder pueden hacer que los secretos más oscuros salgan a la luz, una joven se encuentra atrapada entre el deseo y la traición. Tras un encuentro casual con un miembro de EXO, su vida da un giro inesperado: queda embarazada y se ve envuelta en una red de engaños y maltrato.
Mientras intenta proteger su secreto, es secuestrada por un grupo que quiere usar su conexión con la celebridad para sus propios fines. A medida que la trama avanza, se revela que cada personaje tiene sus propios secretos, y el amor puede ser tanto una salvación como una condena.
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Capítulo 12: La Sombra de la Venganza
A medida que Valeria intentaba reconstruir su vida y sanar las relaciones que tanto la habían marcado, comenzó a notar una sombra en su entorno que no había previsto: alguien estaba vigilándola, alguien que parecía decidido a desestabilizar nuevamente su vida. Al principio, los eventos parecían casuales: una llamada perdida desde un número desconocido, mensajes extraños en su buzón de voz, y personas desconocidas preguntando por ella en la galería. Sin embargo, cuando un sobre llegó a su casa, con fotos de ella y Jihoon en momentos privados, supo que algo mucho más oscuro estaba sucediendo.
El sobre contenía una nota breve pero perturbadora: "Sabes lo que has hecho y lo que aún debes pagar". El tono amenazante revivió en Valeria el miedo que tanto había intentado dejar atrás. Aunque dudaba que Marco estuviera detrás de esto desde la cárcel, la posibilidad de que alguien vinculado a él quisiera tomar represalias no era imposible.
Jihoon se alarmó de inmediato al ver el sobre. Insistió en aumentar la seguridad en su hogar y contrató a un investigador privado para descubrir quién estaba detrás de estas amenazas. Ambos sabían que la estabilidad que tanto les había costado conseguir estaba en riesgo y que alguien estaba jugando con sus miedos para desestabilizarlos.
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Pasaron varios días en los que Valeria vivió en constante alerta, temiendo que cualquier movimiento o cualquier extraño que viera pudiera ser una amenaza. Durante este tiempo, el investigador logró rastrear una pista. Las fotos enviadas habían sido tomadas en un lugar específico, un café al que solían ir, y la cámara de seguridad del establecimiento mostraba a una persona sospechosa que los observaba desde lejos. Valeria reconoció de inmediato el rostro: era un antiguo asociado de Marco, un hombre que en el pasado la había acosado a petición de Marco cuando ella intentaba separarse de él.
El descubrimiento la dejó en estado de pánico. Aunque Marco estaba en prisión, parecía que su influencia seguía viva a través de este aliado. Jihoon, al verla tan afectada, intentó convencerla de que lo dejaran en manos de las autoridades, pero Valeria sentía que debía enfrentarlo. No podía seguir huyendo, no podía permitir que el fantasma de Marco siguiera controlando su vida desde las sombras.
Finalmente, el investigador privado descubrió el paradero del hombre y le informó a Valeria y a Jihoon. Sin embargo, antes de que las autoridades pudieran intervenir, Valeria tomó una decisión impulsiva. Decidió ir a confrontarlo personalmente, con la esperanza de que, enfrentándolo cara a cara, podría terminar de una vez con el poder que Marco aún ejercía sobre su vida.
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Una noche, decidió visitar el lugar donde se escondía aquel hombre, un antiguo taller en un barrio marginal de la ciudad. Le pidió a Jihoon que no la siguiera, temiendo que él también pudiera estar en peligro. Él, preocupado, le dio su palabra de no intervenir, pero le exigió que le avisara en todo momento sobre su ubicación.
Al llegar al taller, Valeria sintió cómo su corazón latía con fuerza. La oscuridad y el silencio que reinaban en el lugar solo aumentaban su ansiedad. Al entrar, fue recibida por aquel hombre, quien la observaba con una sonrisa arrogante.
—Sabía que vendrías sola. Siempre fuiste valiente, Valeria... o quizás demasiado ingenua —dijo, con un tono burlón.
Valeria lo enfrentó, dispuesta a no dejarse intimidar. —No sé qué te prometió Marco, pero te advierto que esto no terminará bien para ti. Él ya no puede hacerte cumplir sus amenazas, y yo no soy la mujer débil que conociste.
El hombre soltó una carcajada, mientras daba un paso hacia ella. —Marco quizá esté en la cárcel, pero su influencia no ha desaparecido. Y, mientras él esté en mi mente, seguiré lo que él empezó. Eres una deuda pendiente, Valeria, y las deudas hay que pagarlas.
Valeria, tratando de mantener la calma, le advirtió que las autoridades estaban tras sus pasos y que pronto no podría seguir ocultándose. Pero el hombre se limitó a mirarla con desprecio, dejándole claro que estaba dispuesto a arriesgarlo todo por su enfermiza lealtad a Marco.
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En ese instante, el sonido de sirenas rompió el silencio de la noche. Jihoon, que había seguido discretamente el rastro de Valeria, alertó a la policía en cuanto ella entró en el taller. Al escuchar las sirenas, el hombre intentó escapar, pero los oficiales lo atraparon antes de que pudiera huir. Finalmente, el ciclo de miedo y amenazas que tanto había perseguido a Valeria parecía haber llegado a su fin.
De regreso a casa, Jihoon la recibió con un abrazo que reflejaba el alivio de saberla a salvo. Ambos entendieron que, aunque las heridas aún tardarían en sanar, ahora podían comenzar un capítulo libre de sombras. Valeria, agotada pero aliviada, miró a Jihoon y se dio cuenta de cuánto la había transformado el amor y la fortaleza que él le había dado.
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Con el tiempo, Valeria encontró una renovada inspiración en su arte. Creó una nueva serie de pinturas titulada Ecos de Libertad, que expresaba los miedos que había superado y la paz que, finalmente, empezaba a encontrar. La serie fue un éxito rotundo, no solo por su belleza artística, sino porque sus seguidores podían ver la historia de valentía y redención en cada trazo.
En la inauguración de la exhibición, Jihoon y su pequeño hijo estuvieron a su lado, brindándole el apoyo que siempre había necesitado. Con una sonrisa, Valeria supo que, al fin, podía mirar hacia el futuro sin miedo y con la certeza de que, sin importar cuán oscuros fueran los días, siempre habría una luz esperando al final del túnel.
Lo bueno novela corta pero con toda el alma
Aplausos