dakota es una niña que está con el corazón roto, su prometido rompe el compromiso y ya para demostrar que lo superó contratará a un hombre realmente wapo pero todo se complica poco a poco,
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capítulo 8
Samuel había creído que, al romper su compromiso con Dakota, todo sería más fácil. Pensó que la libertad sería suya, que podría vivir su vida sin las ataduras de una relación seria. Desde que terminó con Dakota, el mundo parecía estar a sus pies. Mujeres, fiestas, lujos, todo lo que había soñado le llegaba de forma rápida y, en su mente, sin esfuerzo.
Con el corazón endurecido y lleno de orgullo herido, Samuel empezó a sumergirse en una vida llena de placeres superficiales. Salía cada noche, rodeado de mujeres que solo buscaban un hombre que pudiera comprarles lo que querían: ropa de marca, coches lujosos, cenas exclusivas en restaurantes caros. Parecía la vida perfecta para alguien que había estado atrapado en un compromiso que sentía como una cadena.
Se divertía, o eso pensaba. Las mujeres, por más bellas y sofisticadas que fueran, no llenaban el vacío que sentía en su interior. Cada noche, después de que la fiesta terminaba y las luces se apagaban, Samuel se encontraba solo, frente a sí mismo. Había algo extraño que no podía identificar, algo que lo atormentaba, un sentimiento de incomodidad que no había sentido antes.
Era un vacío profundo, algo que ni el alcohol, ni las mujeres, ni los coches de lujo podían llenar. Las conversaciones con esas chicas se reducían a intercambios superficiales, hablar de compras, de lo que iban a hacer al día siguiente o de lo que “podían conseguir”. En su mente, la satisfacción inmediata era lo único que existía, pero no podía escapar de la constante sensación de que algo estaba mal, de que lo que estaba haciendo no le aportaba nada real.
Pensaba en Dakota, sí, la pensaba mucho. Aunque trató de bloquear esos recuerdos, la imagen de ella se colaba en su mente, especialmente cuando se encontraba con esas chicas vacías. Dakota había sido diferente. Ella no lo quería por lo que podía comprarle, ni por su estatus, ni por lo que podía darle a cambio. Ella lo amaba de una forma genuina, lo cuidaba sin esperar nada a cambio, y eso lo hacía sentirse especial. Pero no había sabido apreciarlo en ese momento.
Recordaba las veces que ella lo había mirado con esos ojos llenos de cariño, esos pequeños gestos que mostraban lo mucho que se preocupaba por él. Se acordaba de cómo ella lo había amado, sin que él tuviera que pedirlo. Todo lo que había hecho por él era desde su corazón, no por interés. En cambio, las mujeres con las que estaba ahora solo querían lo que él les podía ofrecer, y nada más.
Una noche, después de un evento con amigos y varias chicas a su alrededor, Samuel se quedó solo en su penthouse. El sonido de su teléfono interrumpió el silencio. Era un mensaje de una de las chicas con la que había salido esa misma noche. Decía algo sobre un bolso de diseñador que quería, algo que Samuel podría fácilmente conseguirle. Pero al leerlo, una oleada de desgana lo invadió. Ya no le importaba.
Era como si todas esas mujeres fueran iguales, como si solo estuvieran interesados en lo superficial. La satisfacción instantánea ya no era suficiente. Había momentos en los que se encontraba mirando su teléfono, buscando algo, quizás un mensaje de Dakota, aunque sabía que no lo recibiría.
La idea de lo que había perdido lo golpeó como una ola. Sabía que Dakota no lo buscaría. Ella había seguido adelante, tal vez ya estaba con alguien que la apreciaba de verdad. Pensar en Zayn, en cómo él había entrado en la vida de Dakota, lo enfurecía, pero al mismo tiempo le hacía darse cuenta de que él, Samuel, nunca la había valorado como debía.
— ¿Qué fue lo que hice? — pensaba mientras se hundía más en el sillón, mirando el vacío frente a él.
Había roto su compromiso con Dakota sin pensar en las consecuencias. Creía que podía obtener lo que quería de cualquier mujer, pero nada de eso le hacía sentir completo. La vida perfecta que había imaginado era solo una fachada. En el fondo, sentía una profunda soledad, una que no podía llenar con ninguna fiesta ni con ninguna mujer.
Cada vez que pasaba por el campus, veía a Dakota y Zayn juntos. Veía cómo ella lo cuidaba, cómo Zayn, a pesar de su actitud rebelde, también parecía ser la única persona capaz de ver la dulzura y la dedicación que Dakota tenía para ofrecer. Samuel sabía que nunca podría ser como Zayn para ella. El amor genuino que Zayn le daba a Dakota era algo que él nunca había sido capaz de ofrecerle. Y eso lo aterraba.
Los recuerdos de Dakota seguían golpeando su mente, cada vez con más fuerza. La dulce sonrisa que le regalaba, las tardes que pasaban juntos sin nada más que un simple gesto de cariño. Samuel se sentía como un tonto por haber dejado ir todo eso. Ahora estaba atrapado en un ciclo vacío que no sabía cómo romper.
Las mujeres con las que salía solo eran sombras fugaces, momentos que se desvanecían al día siguiente. En cambio, Dakota era la constante que siempre estuvo allí para él, la que había luchado por su amor. Y, por primera vez, Samuel entendió lo que había perdido. Pero ya era demasiado tarde.