Mi Ángel

En casa*

Ángel: bien, te escucho.

Alexei: seré breve, de ahora en adelante le diremos a todos que nos coincidimos en Italia en algún evento, tuvimos sexo y quedaste embarazada, eso es todo, y grabatelo porque nos iremos lo más pronto posible.

Ángel: pudiste empezar por disculparte por haberme apuntado con un arma, definitivamente estás loco, y no puedes disponer de mi como si yo fuera de tu propiedad, tengo mi vida sabes, aquí está mi casa, mis estudios, todo no pienso ir contigo a ningún lado y mucho menos mentir en algo así, Neylan tiene una sola madre y esa es Dasha.

Alexei: mi hermana te pidió que te encargaras de la bebé, eres la más indicada para eso, si no lo haces legalmente la tutela pasaría a manos de mis padres y creo que ya es decirte mucho.

Ángel sabía que Alexei tenía razón pero era una locura igual.

Konstantin: hermano, ¿acaso no pensabas avisarme nunca? Si no fuera por Sergei no me entero -agrego dándole un fuerte abrazo a Alexei-

Alexei: todo fue muy rápido.

Konstantin: lo siento, hermano.

Ángel: ¿Dónde la velaremos?

Alexei: no habrá velorio, descansa nos espera un viaje largo.

Ángel: ¿Como que no habrá velorio? ¿Que pasará con su cuerpo?

Alexei salió de la casa.

Konstantin: es cuestión de seguridad.

Para Ángel era absurdo pero no quiso importunar más.

Ángel: ¿Me puedes llevar al hospital, por favor?

Konstantin lo dudó un poco pero finalmente accedió.

En el hospital*

Ángel llegó directamente a la sala donde estaba Neylan, se sentó a su lado a hablarle y cantarle, las enfermeras la ayudaron a meter sus manos para acariciarla y así estuvo con ella toda la noche, se negaba a volver a casa y darse un duro golpe con la realidad, además veía a Neylan tan linda e inocente de todo, tan vulnerable y sin padres, le partía el corazón verla ahí tan chiquita y solita. En la madrugada Alexei se acercó a ellas silenciosamente dándole a Ángel un buen susto.

Ángel: ¿Que haces aquí?

Alexei:¿Ahora te crees con más derechos que yo?

Ángel: no es eso, solo pensé que estarías descansando.

Ambos se quedaron en silencio un largo rato.

Ángel: cuéntame, ¿ cómo serán las cosas si nos llevas contigo?

Alexei dió un largo suspiro: he pensado bien y primero las llevaré a Italia para que estén tranquilas allá mientras la niña crece un poco más, y yo viajaré a Rusia esperaré el momento adecuado y les daré la noticia.

Ángel: ¿Y luego?

Alexei: luego podrían pasar muchas cosas, no sé, Iván lleva años esperando el momento propicio para casarme con alguna mujer rica a la que pueda sacarle provecho.

Ángel: y al aparecer yo siendo pobre y con una hija arruinaría los planes de toda su vida.

Alexei asintió.

Alexei: en los negocios hay que tener pulcritud y si nuestros socios se enteran de que tuve una hija sin haberme casado darán problemas, Iván se molestará demasiado pero probablemente querrá que me case un tiempo contigo para calmar a los socios eso sí tenemos suerte y se entera al mismo tiempo o después que los socios porque si se entera antes habrán serios problemas, querrá deshacerse de ustedes sobre todo porque es una niña y no un varón que pueda heredar, para él las mujeres no valen nada.

Ángel: lo que más me intriga de todo ésto es como carajos puedes hablar del tema como si del clima se tratara, no entiendo cómo.

Alexei: yo las voy a proteger, trataremos de que se entere  después de los medios, o también podríamos simplemente casarnos y que él se entere junto con los medios y no pueda hacer nada porque los ojos del mundo estarían puestos en nosotros.

Ángel: creo que eso sería peor.

Alexei: no sé qué haremos pero algo hay que hacer.

Ángel: déjame a la niña, yo me encargo de ella, nadie nunca sabrá que tiene nada que ver con ustedes, ni ella misma si así lo deseas yo la mantendré alejada de todo tú mundo, puedo mudarme de ciudad y listo, sería lo mejor para todos, tú puedes seguir con tú vida, te casas como tú padre siempre ha querido y además con alguien a quién tú quieras, la niña tendrá una vida tranquila.

Alexei: ¿serias capaz de quedarte sola con ella?

Ángel: claro que sí, mira sé que no será fácil y tal vez estoy loca por tomar ésta desición pero es lo mejor y lo sabes.

Alexei: no podrías quedarte en éste país, tendrías que estar dispuesta a irte.

Ángel hizo silencio por unos minutos miró a la niña y luego respondió: estoy dispuesta.

Para Alexei fue una muy buena idea, así el se libraría de todo lo que implicaría llevarlas con él.

Al amanecer Sergei citó a Alexei en la cafetería mientras que Ángel se había ido a cambiar a su casa.

Sergei: ya todo está listo, espero tus instrucciones, la niña a pesar de ser prematura sacó la fortaleza de los lenkov, está muy bien, es claro que tiene que tener cuidados especiales, pero está lista para salir de aquí, vamos ahora mismo para que la enfermera te ayude, ella está a disposición para cuidar a la bebé.