Mi Compañero Es un Cachorro!?

Pov Kieran

Al mencionarle el plan a mi madre tuve que convencerla de ir primero, teníamos que hacerlo con cautela para que los hombres del Alfa no se dieran cuenta.

-Por favor no te quedes atrás (dice tomando mis brazos con fuerza sin dejar de mirar la puerta con nerviosismo)

-Estaré justo detrás de ti madre, por favor ve.

-Está bien, cuídate.

Una vez que sale por la puerta trasera me dirijo a la sala, me siento en el sofa a esperar por la ronda en que nos supervisan, me sobresalto un poco al escuchar la puerta abrirse.

-¿Dónde está tu madre y tu hermana?

-Están en el baño.

Me mira con sospecha unos segundos sin decir nada, vuelve a cerrar la puerta y espero unos minutos más para poder salir, una vez fuera camino hacia el sendero lejos de la casa, veo a mi padre asomarse detrás de un árbol y me hace señas para que me apresure, corro hasta llegar a él.

-Pensé que nunca saldrías (dice preocupado)

-Tuve que esperar un rato para que no sospecharan nada, acabo de decirles que mamá estaba en el baño.

-Uff, bueno vamos, tenemos que salir de aquí lo antes posible.

Caminamos apresurados entre los árboles sin rumbo alguno, el Beta que ayudaría a mi padre no estaba por ningún lado, eso me extrañaba, al llegar la noche nos detuvimos en una cabaña, mi madre y yo nos miramos confundidos.

-No se preocupen esta cabaña es del Beta Norris, nos la está prestando por un tiempo, solo pasaremos la noche porque tenemos que seguir avanzando, no podemos confiarnos mientras estemos cerca de la manada.

Asentimos y entramos en la cabaña, la organizamos un poco y nos sentamos frente a la chimenea, papá nos entrega un poco de pan y leche, con eso pasamos la noche.

A la mañana siguiente nos dirigimos más al sur, estábamos agotados así que nos detuvimos en un río, acampamos allí donde pescamos algo para comer, nos duchamos y continuamos el camino, nos adentramos en el denso bosque una vez más, papá decía que debemos tener mucha cautela, estábamos en zonas de rogues, gracias a la Luna no nos topamos con ninguno esa noche y logramos encontrar una cueva donde dormir.

Así mismo al tercer día nos adentramos nuevamente al bosque, estábamos agotados y con mucha hambre, mi hermana pasó la noche quejándose del dolor en su pecho, eso nos mantuvo en vela, solo hasta el amanecer se sintió mejor.

-Papi, mami, me siento mal (nos detenemos a mirarla, se ve pálida y sus labios están tomando un color violáceo)

-¿Que sientes cariño? (pregunta tomándola en sus brazos)

-Esta respirando con dificultad nuevamente, creo que tendremos que ubicar una manada pronto (dice mamá angustiada)

-Quédense acá, voy a subir a un árbol y ver si estamos cerca de alguna manada.

-Esta bien hijo, ten cuidado.

Ubico el árbol más alto y lo trepó hasta la cima para observar con más claridad a donde nos dirijimos, hacia el sur no hay mas que árboles, en cambio al oeste se puede vislumbrar actividad, pero llegar hasta allá nos tomaría toda la tarde, quizás lleguemos al anochecer.

Bajo rápido para emprender el viaje, mientras más rápido avancemos llegaremos lo antes posible, sin duda alguna no tendremos que pasar la noche afuera y evitaremos el peligro.

-Hacia el oeste hay movimiento, si seguimos al sur solo encontraremos árboles.

-¿Que hacemos amor?

-Tranquila mujer, estoy pensando.

-Creo es mejor que nos acerquemos al oeste, Sophie necesita ayuda médica (sugiero)

-Si, es lo más sensato.

-Por favor Diosa Luna, guía nuestro camino (súplica mamá con lágrimas en sus ojos)

-Keiran, toma a tu hermana en brazos, déjame un minuto a solas con tu madre.

Tomo a mi hermana en brazos, ella se acurruca en mi pecho, puedo sentir su respiración agitada y su dificultad para respirar, beso su cabello transmitiendo un poco de paz. Camino a pasos cortos para esperar a mis Padres, aún a esta distancia puedo escuchar lo que dicen.

-Irina, mi amor, perdóname, yo no quería que esto sucediera.

-No tienes la culpa de nada Ken, cariño.

-Si la tengo, si hubiese puesto al Alfa al tanto de lo que su Mate y Luna pretendía, esto no hubiese llegado a el límite de tener que huir de nuestro hogar.

-Amor mío, no te culpes, Alfa Demon y Luna Amy son crueles, desprecian a los omegas, si no fuera por ti, quizás nos hubieran maltratado y esclavizados como a los otros omegas, estoy agradecida con la Luna de que seas mi pareja, mi mate.

-Te amo mi amor y prometo que los protegeré.

-También te amo, mi amor, mi apuesto Gama.

-De nada sirve ser tan apuesto (refunfuña haciéndome reír)

-Jajajaja, vamos cariño no tienes la culpa, además nuestro hijo es igual de apuesto que su padre .

-Jejejeje, se parece mucho a mi, solo espero que en el futuro no tenga problemas como su padre.

Dejo de prestarle atención a su conversacion cuando escucho que se besan, después de unos minutos me alcanzan y continuamos más deprisa.

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La oscuridad se hizo presente con tal rapidez que nos sorprendió, Sophie no deja de quejarse y es por ello que hemos tenido que parar en varias ocasiones, siento que ya nos falta poco, el ambiente y el olor es distinto, pero hay algo que me preocupa, puedo sentir una presencia detrás de nosotros, nos ha estado siguiendo desde hace unos minutos.

-¿Puedes sentirlo? (susurra mamá)

-Calma mujer, no asustes a los niños.

-Es un rogue ¿verdad?

-Sí, estamos a salvo si es solo uno, así que avancemos rápido, puedo sentir que estamos muy cerca de la manada.

Un gruñido se escucha muy cerca, papá se coloca frente a nosotros en forma protectora, en eso vemos cómo sale un rogue detrás de un árbol, este nos mira como un depredador a su presa, mostrando sus dientes afilados y gruñendo como un animal hambriento.

-Vete de aquí, no te atrevas a acercarte a mi familia (exclama mi padre)

El rogue ruge con ferocidad y mi padre comienza a mover sus manos, crea una onda de viento haciendo que el Rogue retroceda, suspiramos aliviados cuando lo vemos correr hacia el bosque, pero eso solo fue por un momento, ya que él no nos hizo esperar y venía acompañado de otros rogues igual de feroces.

Eran muchos y la tensión se sentía en el aire, queríamos escapar, pero si corremos nos devoran de inmediato, no nos quedaba otra opcion que defendernos, mi padre volteó a mirarnos con preocupación, supe que nuestro escape se había convertido en un desastre y ahora teníamos que darlo todo por proteger a nuestras hembras.