Adrian es un joven que sufre de acoso escolar, cansado del maltrato y desprecio de sus compañeros por casualidad encuentra un brujo que le hace un hechizo a sus gafas haciendo que todo aquel que lo vea a los ojos con las gafas puestas se enamore perdidamente de él, un día se topa con el matón de la escuela y él se confiesa ante el pero, ¿será por el hechizo de las gafas o algo más?
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capítulo 11
—¡suéltame bastardo!—grito ella,
—no vuelvas a meterte con el porqué ya sabes de qué soy capaz–la empuja fuera de su casa y cierra la puerta,
—¡maldito ya verás!, eres mío solo mío—grito y se fue,
Ella llama a su hermano por celular,
—¿qué demonios quieres?—pregunto su hermano,
—es hora de que hagas volver a zero—respondió ella,
—si eso ya lo sé, ¿por eso me llamaste?—pregunto él,
—no imbécil, quiero que me quites a alguien del camino—respondió ella,
—bien, veré que puedo hacer—corta la llamada y se va,
en cuanto Adrián se fue a la casa de Estéfano,
el golpea su puerta con Mucha pena,
—¿si?—él ve a Adrián,
—¡amor que bueno verte!—lo abraza,
—lamento no haberme comunicado antes es que olvide mi celular—dijo Adrián,
—estaba muy preocupado ven entra—lo toma del brazo y lo hace entrar en su casa,
Adrián mira sorprendido la casa de Estéfano, ya que es muy lujosa,
—tú casa es hermosa—dijo Adrián admirando todo,
—¿te gusta?, te voy a comprar una igual si quieres cariño—respondió Estéfano,
él ve la camiseta que lleva puesto Adrián, y se da cuenta de que es de zero,
—¿que es este trapo sucio?—lo mira con desprecio,
—¡me lo presto zero!, mi camiseta se mojó—respondió Adrián,
—no te preocupes voy a mandar a que te compren ropa—él llama a uno de sus sirvientes,
—vayan a comprar ropa para el ahora mismo—ordenó,
—no por favor, no te molestes en mi—dijo Adrián,
Aunque pensándolo mejor, si me quedo con Estéfano voy a tener una vida princesa, esto me está agradando mucho pensó Adrián mientras mira ilusionado la mansión de Estéfano,
—cariño cásate conmigo—dijo Adrián,
—me encanta la idea, cuando terminemos nuestros estudios compraré una casa para ti—él toma la mano de Adrián y la besa,
—vamos a mi habitación—lo lleva de la mano,
cuando entran en su habitación, Adrián no puede creer lo hermoso que es,
—¡todo aquí es tan hermoso!—el se tira a la cama de Estéfano,
—¡wow!, que suave y como—abraza una almohada,
—¿sabías que magnolia estuvo preguntando por ti?—pregunto Estéfano,
—esa maldita desgraciada, te prohíbo que hables con ella—respondió Adrián,
—esta bien—el se arroja sobre Adrián,
—¿que quieres?—pregunto sonrojádose,
—quiero estar cerca de mi novio, ¿no puedo?—pregunto,
—¡dame espacio!—lo empuja,
—bien pero dame un beso—respondió Estéfano,
lo besa en la mejilla,
—no es suficiente—lo sujeta y lo besa a la fuerza,
—¡suéltame bastardo!—lo empuja,
—te amo demasiado, pero si se te ocurre dejarme no lo soportare—lo sujeta muy fuerte de las manos,
—basta, cálmate—dijo Adrián con miedo,
—solo quiero que lo sepas—lo sujeta fuerte del cuello,
—no podrás librarte de mi—insistió Estéfano,
esto debe ser por culpa del hechizo, ahora tengo mucho miedo aun no se como romper el maldito hechizo, tengo que terminar con esto antes de que terminen,
—cariño no voy a dejarte—dijo tratando de calmar a Estéfano,
—eso espero mi amor, por nuestro bien—respondió,
tengo que salir de este lugar apenas pueda, debería esperar a mañana, seria imprudente irme ahora cuando esta tan alterado pensé Adrián,
—ven vamos te voy a mostrar mi hogar—lo sujeta de la mano y lo lleva,
prácticamente lo arrastra por toda la mansión,
—estoy cansado—dijo Adrián,
—bien, vamos a nuestra habitación—lo lleva,
¿que quiso decir con nuestra habitación? pensó Adrián,
—¿quieres que te haga masajes en los pies?—pregunto Estéfano,
—no, estoy bien—respondió Adrián,
—¿porque no?—lo sujeta del rostro muy fuerte,
—por favor cálmate—dijo Adrián,
—¿quieres déjame verdad?—insistió Estéfano,
—¡no amor por favor cálmate!—dijo Adrián,
—¿me lo prometes?—insistió Estéfano,
—lo prometo—insistió Adrián,
—entonces dame un beso—lo suelta,
Adrián lo besa muy asustado,
justo golpean la puerta,
—¿que quieren?—pregunto Estéfano,
—trajimos las cosas que pidió señor—respondió la sirvienta,
—bien, entren todo—respondió,
los sirvientes entran todo lo que Estéfano pidió que compren para Adrián,
—ven cariño tienes que probarte la ropa—dijo mostrando las bolsas,
Adrián mira la ropa y era todo de marcas de lujo,
¡Esto es un sueño hecho realidad!, lástima que este demente o realmente disfrutaría de todo esto, ahora solo tengo miedo, ¿qué pasara con zero?, tengo miedo de que él también se vuelva loco, si él intentara hacerme daño no podría soportarlo, lo quiero mucho, demasiado pensó Adrián,
—¿que esperas?—dijo Estéfano,
Adrián se acerca y mira la ropa para darle el gusto a Estéfano,
—¿te gusta cariño?—pregunto emocionado,
—si, me voy a cambiar de ropa—respondió Adrián agarrando bolas de ropa,
Bueno no es todo tan malo pensó Adrián,
él se puso la ropa que Estéfano le compró y guarda la camiseta que zero le prestó,
—¡te ves increíble cielo!—dijo cuando Adrián salió del baño,
—muchas gracias—respondió Adrián,
—ya no necesitas esa camiseta sucia—el intenta quitárselo,
Adrián corre su mano para que no se lo pudiera quitar,
—eso ya no sirve, lo que te compren es mucho mejor—dijo Estéfano,
—no puedo tirar algo que me prestaron—insistió Adrián,
—¿por qué no?, yo soy tu novio—dijo Estéfano,
—lo sé, pero es mala educación no cuidar de algo que te prestan—insistió Adrián,
—bien como quieras—dijo Estéfano y desistió,
—ya es hora de que vayamos a comer—lo sujeta de la mano,
—¿no es un problema que vayamos de la mano?—pregunto Adrián,
—no, mis padres no están en casa y no vendrán hasta la próxima semana—respondió Estéfano,
—bueno—van de la mano,
—¿qué te gusta comer?—pregunto Estéfano,
—cualquier cosa—respondió Adrián,
el chef de la familia preparo comida especial a pedido de Estéfano,
—prueba —le da de comer en la boca,
—¡está delicioso!—respondió Adrián,
esto es el cielo, hasta casi olvido que quería matarte, por lo menos valió un poco la pena tener paciencia, aunque me guste este lugar no me siento asalvo con Estéfano, debo huir