Prestando Mis Alas

Siara:

Abrí la puerta de mi auto empujando con fuerza, sonreí bajando de el al ver que se encontraba el auto en su casa… cerré azotando la puerta, esta vez se había metido con las personas equivocadas pensando que podía salirse con la suya.

Subí los escalones apresuradamente tocando el timbre. Asechaba por la puerta viendo no era atendida la puerta.

POOM!! POM!! POM!!

Golpeaba la puerta con tanta fuerza, no me importaba si sus vecinos se darían cuanta pero no se lo iba a permitir. La puerta se abrió levantó una ceja confusa de mi presencia en su casa. Empujé la puerta entrando sin importarme si me daba permiso de entrar o no.

Kiara: ¿Cómo te atreves entrar de esa manera en mi casa?

Siara: ¿Es tu casa? LE PERTENECES A JAVIER.

Rodó los ojos cruzando los brazos, ahora todo cambiaba para su ataque no lo veía lejos de ver.

Siara: ¿Cómo pudiste?

Kiara: ¿Sabes que? Largate de mi casa en este preciso momento.

Siara: NOOOO… JUGASTE ENCONTRA DE LA PERSONA QUE MÁS CONFIABA EN TI.

Kiara: La amante dolida por que nunca pudo lograr tener a Javier… MI ESPOSO A SUS PIES.

Siara: Te equivocas, siempre pudo tener ojos para ti, pero nunca… me oyes… nunca dejó de sentir cosas por mi…

Soltó tremenda carcajada aplaudiendo en forma de burla, se acercaba lentamente, levanté la mirada al ver a Jeivi que estaba encima de las escaleras viendo a su mamá.

Kiara: Me dirás que cada que me hacía el amor, eras tú la que estabas en sus pensamientos. Por favor… ese cuento barato a otra ve y se lo dices.

Me miró de arriba hacia abajo dando una barrida que solo por que Jeivi estaba sino del cabello ya la tendría.

Kiara: Eres solo esa mujer decepcionada de la vida, del amor, que no ha logrado tener a un solo hombre, esperando que Javier vaya corriendo hacia a ti. ME SUPLICÓ, ME ROGÓ, SE HUMILLÓ ANTE MI PARA QUE NO LO DEJARA… NUNCA LE VOY A DAR EL DIVORCIO.

Jeivi: Mamá..

Kiara: NO TE METAS…

Jeivi: Quiero a mi papá.

Siara: No eres mujer para Javier, pero me duele ver que ahora tu única manera de retenerlo a tu lado es por Jeivi. NO SE MERECE UNA MADRE COMO TÚ.

Levantó sus mano soltando una buena cachetada…

Kiara: MALDITA HIJA DE PUTA… LARGATE DE MI CASA… JAVIER ES MI ESPOSO Y NUNCA VA ESTAR CON UNA ZORRA COMO TÚ.

No me importó su estado ni nada que pudiera impedir que extendí mi mano enredando mis dedos en su cabello.

Kiara: aaayyyy…

Siara: ERES UNA MALA MUJER… TRAICIONASTE A NUESTRA AMIGA ALANA, TE REVOLCASTE CON ROMÁN…

Jeivi: Mamá… mamá…

Ella enredó sus dedos en mi cabello, empezamos a dar darnos tremendos jalones, di varios pasos hacia atrás cayendo encima de los sillones… las dos rodamos hacia el piso cayendo sin detenernos, ella estaba encima de mi, trataba de golpearme, pero no dejaba que me tocara…

Siara: Eres de lo peor…

Jeivi: Mamá… suelte a mi mamá….

Kiara: ROMÁN NO AMABA ALANA, NADIE LA AMA…

Siara: Eres UNA ENVIOSA DE LO PEOR, TE VAS A QUEDAR SOLA…

Jeivi estaba tratando de sostener a su madre, pero ella jalaba sus manos evitando que la quitara de mi.

Kiara: QUE ME SUELTES JEIVI, ESTA MUJER VA A PRENDER.

El niño salió corriendo de la casa, lo seguí con la mirada, ahora trataba de quitarme a Kiara e ir por el niño, no me gustaría que le pasara algo por mi culpa.

Siara: Quítate… se fue Jeivi.

Kiara: Te voy a matar… me escuchas, no tendrás jamás ni una sola oportunidad con Javier… ES MÍO.

Siara: dejó de ser tuyo cuando te acostaste con Román… el esposo de Alana…

Vecino: Señoras… por Dios.

Varios de sus vecinos habían llegado adentrándose en la casa, la sostenían levantando de encima.

Kiara: Esta mujer vino para verse con mi esposo, es su maldita amante que me tiene que venir a fastidiar en mi casa sabiendo que estoy embarazada.

Siara: Eso es mentira, no soy la amante.

Vecino: Basta señoras… La señora Kiara está embarazada y es muy decente…

Siara: DECENTE HA DE SER LA MUJER QUE JURA SER AMIGA DE OTRA METIENDOSE CON EL ESPOSO.

Kiara: Está tan ardida por que los descubrí haciendo el amor…

Negué con la cabeza, me soltaba de las manos de otro vecino que estaba hasta mudo, entreabrí mis labios al ver a Jeivi que estaba sostenido del marco de la puerta con lagrimas en los ojos, cerré los ojos negando con al cabeza, lo que menos quería era poner a Javier en este dilema, pero yo nunca vine con la intención de hablar de ello.

Siara: Te lo advierto Kiara… deja en paz a Alana, ya perdió a su hijo y ese hombre que juraba amor por ella siendo todo mentira.

Kiara: LARGATEEE, LARGATEEE, TU MISMA LE ACABAS DE EMPEORAR LA VIDA A ALANA.

Siara: Pobre de ti que le llegues hacer algo.

Kiara: QUE TE LARGUESSS… FUERA DE MI CASA… VETE… VETE… MALDITA MAL PARIDA… HIJA DE PUTA.. HIJA DE PUTA… LARGATE…

Los hombres esperaban que me marchara. No me quedaba de otra tenía que hacerlo. Pasé de largo levantando el dedo índice.

Siara: NO LE VAAS A QUITAR A JAVIER SU HIJO.

Kiara: ERES LA AMANTE PODRIDA QUE TIENE QUE BUSCAR A LA ESPOSA PARA AMENZARLA… NO ME VOY A DIVORCIAR… JAMÁS…

La miré de la misma manera que lo hizo, negué con la cabeza seguí mi camino mirando hacia Jeivi que estaba asustado. Sentí tremendo coraje al ver al hijo de Javier de esa manera.

Siara: Perdóname.

Jeivi: Vete… te acusaré a mi papá.

Cerré los ojos respirando profundamente, salí de la casa corriendo hacia mi auto, abrí la puerta entrando, el niño no dejaba de mirarme… vi salir corriendo a Kiara, pisé el acelerador viendo que venía corriendo tras de mi y hasta los hombres estaban sosteniéndola de los brazos… estaba desquiciada completamente. Giré el volante aparcándome en una de las calles, sostenía el volante respirando demasiado rápido. Mi pecho subía y bajaba. Necesitaba controlarme e ir a mi trabajo, pero no podía hacerlo cuando sabía que esto que hice podía causar más daños que arreglarlos. Solté el volante sobando mis manos estaban temblorosas…

Siara: Es una mala mujer, una mala madre… tanto tiempo que fuimos amigas y descubrir que era el mismo demonio…

Le di un golpe al volante resintiendo el dolor. Sostuve el volante pisando el acelerador, tenía que alejarme de este lugar, conociendo a Kiara va a tomar represarías en contra de Javier y Alana y ellos son los que menos culpa se tienen.

(…)

Había llegado a la empresa donde trabajo, sostuve mi bolso, era demasiado tarde y no me había reportado, ya me imagino a todos queriendo algún reporte de economía de la empresa y no estaba para solucionarlo.

Activé la alarma apresurando mi paso, el de seguridad me sonrió abriendo la puerta. Pasé de largo a los checadores, puse mi dedo registrando mi entrada. Tenía mucho por hacer pero no podía negar que estaba más alterada que la misma loca que esa. Oprimí el botón del ascensor, las puertas se abrieron, sostuve la puerta dejando salir a mis compañeros.

Asistente: Siara… el jefe te está buscando desde hace rato.. ¿Qué te paso?

Entré al ascensor mirando hacia la pared que eran espejos, tenía un poco de sangre en la ceja, sonreí negando con la cabeza, mis compañeros me miraban esperando tener la noticia del momento. Las puertas se cerraron, me di la media vuelta sacando un poco de mi maquillaje, tenía demasiados golpes y no los había notado…

Siara: Eres una desgraciada Kiara, pero te va a llegar todo a tu tiempo.

Daba ligeros golpecitos sobre mi rostro con mi maquillaje, terminé metiendo mi maquillaje en el bolso. Las puertas se abrieron, respiré profundamente entrando a mi oficina, mi asistente se levantó de su escritorio corriendo hacia mi oficina.

Asistente: Jefecita… está el Señor, muy molesto.

Siara: Desde lo que pasó siempre está de malas.

El comutador empezó a sonar, las dos miramos hacia el, mi asistente tomó el auricular.

- Empresa Valua Moretti área de finanzas.

Mantuve la mirada hacia ella, estaba demasiado seria, asintiendo con la cabeza.

- Si, claro.

Colgó el auricular mirándome. Rodé los ojos tomando los pendientes que había traído, todos eran los informes que se necesitaban. La puerta se abrió, a través de las paredes de cristal se veía que su asistente salía con una sonrisa. Ella no perdía el tiempo.

Asistente: Te espera el Moretti.

Dejé caer los pendientes, asentí con la cabeza saliendo de mi oficina si me llama la atención lo lamento mucho, pero tenía cosas más importantes que solucionar, mordí mi labio inferior sabiendo que no había solucionado nada.

Asistente Jefe: Nos vemos Siara.

Me detuve al escuchar sus palabras. Sonreí reposando mi mano en su escritorio, estaba muy limpio por la excesiva compulsividad que tenía por la limpieza.

Siara: ¿Nos vemos?

Asistente Jefe: Me dio mis vacaciones, con todo pagado.

Siara: Me imagino los favores que tuviste que hacer.

Asistente Jefe: No iba a perder la oportunidad con un hombre que no tiene nada que lo retenga.

La miré haciendo tremenda mueca, no me gustaba que lo vean de esa manera y menos después de un dolor tan grande que tenía. Pasé de ella abriendo la puerta, aseché un poco entrando, su silla estaba de espaldas viendo hacia la vista que tenía. Cerré la puerta dando un paso hacia adelante.

Siara: Me mandó a llamar.

Giró la silla viendo esa profunda miranda, tan fría y demasiado dolorosa, bajé la mirada tragando saliva.

Weston Moretti: Desde ayer estaba esperando los informes financieros.

Siara: Amm, los tengo en la portátil.

Se puso de pie rodeando su escritorio, entrecerró sus ojos mirándome pasó sus manos hacia atrás acercándose cada vez más a mí.

Siara: Jefe, lamento mucho llegar tarde, tuve un terrible inconveniente.

Weston: Eso es lo que veo, ¿el novio te golpeó?

Siara: ¿Qué cosa? No, claro que no. Sabe que no tengo novio.

Weston: trae los informes.

Asentí con la cabeza, por lo visto estaba de un pésimo humor, abrí la puerta saliendo, miré a su asistente que aun no se había terminado de ir, me acerqué a sus escritorio…

Siara: (susurrando) Mínimo hubieras hecho un buen trabajo y dejarlo de buen humor.

Seguí mi camino escuchando que habían dejado algo caer, entré sentándome en mi lugar, revisaba los informes mando a imprimir. Había terminado metiendo en una carpeta, me levanté mirando a una mujer hermosa que había entrado en el área de las oficinas, con ella traía a su hija de mi jefe. Entraron, mordí mi labio inferior, no me gustaba entrar cuando su hija estaba dentro. Savanna a sus 10 años era la encargada de manejar el tiempo de su padre, una chica bastante caprichosa y altanera, pero ahora con la pérdida de su madre, siempre se le veía acompañada de esa hermosa mujer, no sé si era la pareja formal de mi jefe, casi no conocía mucho de él, pero estaba siempre presente cuando la niña venía. No me quedaba de otra más que entrar y dejarle el informe.

Asistente: Alguien quiere morir hoy.

Pasé de sus palabras, no me importó, además si estaba con su hija no me diría nada. Así que abrí la puerta viendo a la mujer que estaba con los brazo cruzados mirando hacia mi jefe, ella no le apartaba la mirada hasta que entré, Savanna me miró rodando los ojos, siguió en su móvil, él levantó la mirada demasiado molesto. Me acerqué sin perder la mirada de la mujer. Ella sonrió gentilmente.

Clarisse: Mi nombre es Clarisse, ¿el tuyo?

Siara: Siara Quiin.

Clarisse: Me traes un café. Me urge para soportar la amargura de este lugar.

Respiré asintiendo con la cabeza, mi jefe sostuvo el auricular haciendo la llamada a cafetería solicitando un café para su novia, su… algo. Me acerqué dejando la carpeta sobre la mesa, él quería decirme algo pero no lo hacía, la presencia de esta mujer de seguro se lo impedía. Sostuvo la carpeta mirando, dila media vuelta, para Savanna solo era una empleada de su padre y nada más, nunca hablaba con nadie, ni hacía el intento de hacerlo.

Weston: Siara…

Rodé los ojos dando media vuelta la mujer se puso de pie acercándose hacía mi, traté de apartarme un poco al verla demasiado seria. Pasó su mirada hacia Weston.

Weston: necesitaré una nueva asistente, Lara se tomará vacaciones por tiempo indefinido.

Humedecí mis labios, esto no era como para Alana, pero podía tener un empleo y ahorrar, la paga de su asistente era uno de los mejores que había en la empresa.

Siara: tengo una amiga… ¿le puedo decir?

Recostó la espalda en la silla, pasaba sus dedos suavemente sobre sus labios, él no era de las personas que le gustaban hacer favores y menos para los empleados, se decían muchas cosas de él pero muy pocas veces me negaba algo que le solicitara, aunque nunca meter a alguien y menos que no tenga las capacidades y sea calificada para el puesto.

Weston: ¿tu amiga?

Siara: Si. Se llama Alana y es psic…

Weston: Necesito alguien con conocimiento en redes, que sepa acerca de la bolsa y que tenga un posgrado en auditoria, así como tú. ¿tu amiga tiene todo eso?

Tragué saliva, asentí con la cabeza, no iba a decir mejor que es psicóloga y nada de eso, sino ella no tendría la mínima oportunidad para sentirse un poco más animada, no me importaba tener que hacer el trabajo por ella, pero Alana necesita volver a sentir que si la tomaban en cuenta.

Weston: Que la entrevisten y que traigan su curriculum.

Siara: Gracias…

Mordí mi labio inferior sintiendo una felicidad, después de una tormenta en la vida de Alana esto podría ser su oportunidad y conseguir su especialidad que tanto ha deseado. Salí de la oficina, esperaba tenerla en la noche y contarle esta nuevo empleo. Me senté mirando la portátil… negué con la cabeza, tenía que enseñarle lo básico. Si eso tendría que hacer.

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Siara

Kiara

Weston Moretti

Savanna

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