EN LA MIRA DEL DRAGON

(*Edan)

Localizar a Fay me resultó cansador, no tenía idea que halla tantos cruceros en el mundo, por suerte sabia como se llamaba

"Doncella", gracias a mi hermanito Francis.

Cuando lo divise mi corazón se aceleró, al ingresar mantuve mi forma invisible. Parecía una ciudad sobre el agua, por lo que me concentre en escuchar lo que pensaban los guardias, hasta que pude escuchar que que salia la nueva, al ver a Fay me alegre, pero sentí su tristeza, estaba apagada.

No espere ni un minuto y me abrazo a ella para que sepa que la fui a rescatar.

Sentí su corazón acelerado y le hable para que no cambie su expresión.

Sabía que había camaras por todos lados, que cada uno era vigilado.

Lo que tenía a mi favor era que había mucha distracción, se desarrollaba múltiples exhibiciones y la concurrencia era masiva.

Fay pidió para ir al baño al que la custodiaba y ahí aproveche a hablarle y le solicite que solo piense para conversar con ella.

Le sugerí que hiciera sus actividades de manera normal y en un momento en que le den el descanso aprovecharíamos a salir.

En nuestro escape nos sorprendió el guardia que regresaba del baño. Me quedé sorprendido al sentir como de ella fluía calor cada vez más intenso y al estar aferrada al guardia atajandolo para que no dispare quedó reducido en cenizas. En ese instante supe que sus emociones manejaban la fluidez del calor de su cuerpo.

Era para tener en cuenta de no hacerla enojar.

Salimos de ese crucero y como estaba cansado descendí en una isla para recuperar mis fuerzas, me aferre a Fay para dormitar un momento.

-EDAN... DESPIERTA. Me dice Fay en un momento.

Me incorporo y siento una brisa fuerte.

-Parece que va a llover. Me dice Fay afligida.

-Sera mejor irnos... Sube a mi espalda. Le digo suspirando y tomo mi forma de dragón manteniendo la forma invisible.

Me elevó cruzando los árboles y vemos como las nubes negras brillan y el viento cada vez más fuerte.

Atravieso las nubes retomando el regreso a casa.

-Es increíble. Admira Fay prendída por mi cuello, al contemplar el espectáculo de nubes que brillaban debajo nuestro.

-Me alegra poder compartir con alguien... Algo asi. Le comento

-Es un honor. Me responde y su voz se escucha emocionada.

Llegué a casa cansado cambie mi forma al descender en el techo.

-No te molesta si me quedo. Me preguntó Fay.

-No me molesta. Le respondo.

-Estoy pensando en que solo a mi padre le hablemos... No confío en los que están con él. Me dice pensativa.

-Le diré a mi padre que lo traiga... Con la escusa de comer... Y ahí le damos la sorpresa. Le sugiero y ella acepta gustosa.

Ingresamos por el ático.

-Bonito espacio. Comenta Fay observando mi espacio que me arme con almohadones sobre unas tablas de maderas que hacen de sillón y una en el centro como mesa.

-Aqui suelo alejarme a escuchar música y leer las revistas de historietas o jugar videos juegos. Le cuento nervioso, jamás había llevado una chica ahí.

Afuera cada vez más fuerte se escucha que se aproxima la tormenta que creímos dejar atrás.

En eso escucho que se abré la entrada del ático y se aproxima la cabeza de Francis.

-Sabia que estabas aquí. Le dice dirigiéndose a Fay y la abraza.

-Me alegro verte ... Y gracias por decirle donde estaba. Le comenta Fay a Francis.

-Puedes quedarte conmigo... Me asustan las tormentas. Le dice Francis.

-Si me lees un cuento. Le pide Fay.

-Tengo muchos libros. Le cuenta animado.

-Asi que me cambias por él. Le digo al sentirme celoso.

-Mira está carita y estos cachetes... Es muy tierno. Me dice Fay sonriendo.

-Puedes unirte... Si quieres. Me invita Francis sonriendo.

- Es mayor que tu. Le susurro de paso antes de bajar.

-Me gustan mayores. Me responde el muy caradura.

-FAY... TE GUSTARIA HACER UNA FOGATA. Le consulto a propósito con la idea de hacer fuego con la colección de Francis.

-No se te ocurra tocar mi colección. Grito Francis al adivinar mis intenciones.

-No seas así. Lo defiende Fay.

-Fay... Cuando te prendes fuego... ¿Te duele?. Le pregunta en un momento Francis.

-No... Y no me prendo fuego... Fluye calor de mi. Le comenta tranquila.

-Un calor que vuelve cenizas a quien va dirigido. Le comento para asustarlo.

-Uau... Quiero ver. Dice entusiasmado.

Pero a Fay no le causó gracia, se puso sería pensativa.

-Vamos a tu cuarto y juguemos tu juego favorito. Le digo a Francis, cuando el camina adelante de nosotros. Le tomo la mano a Fay.

-Aumenta tu temperatura... Probemos hasta donde aguanto. Le digo con una sonrisa, pero ella niega suspirando.

En ese momento cayó un rayo retumbando por todos lados el estruendo y Francis junto a Fay se abrazan gritando.

-Son dos llorones. Les digo divertido.

"Pero quien abraza a la chica". Piensa Francis y entreciego los ojos, el enano es más vivo que yo.

-Tengo miedo. Le dice a Fay con un tono acongojado, actuado claro, pero veo que a Fay la convence.

-Voy a estar a tu lado ... Y gritamos juntos. Le dice Fay y lo abraza. Veo que me mira Francis sonriendo.

Me goza el muy pícaro.

En su cuarto él corre a extraer el libro que siempre le gusta leer sobre drágones con las figuras.

Me ocupo a desconectar la calefacción, con la presencia de Fay no nos hace falta.

Mientras él lee, afuera se largo la lluvia fuerte, aprovecho ir a la cocina y llevar unas chocolatadas frías incentivando a Fay para que las sostenga, ella entretenida por lo que le lee Francis no se percata que la uso para que caliente la bebida.

-La mía no la quiero muy caliente. Dice en un momento Francis.

-Me estabas usando. Dice Fay sorprendida y tuerce la cara enojada.

-No... Pero ya que estás. Le digo divertido.

-Como castigo me tomo esta. Dice señalando mi vaso.

En eso mi celular suena.

📱Edan... A causa de la tormenta no puedo llegar a casa. Me avisa mi padre.

📱Voy a buscarte. Le sugiero.

📱No... Quédate con Francis. Me dice y corta.

-¿Papá no vendrá?. Me pregunta Francis.

-No... Por la tormenta. Le comento.

-Deberias ir a buscarlo. Me dice Francis.

-Te quieres quedar a solas con Fay... Y no puedo con el clima así. Le comento, mientras los dos hablábamos veo que Fay se durmió, por lo que le hago señas a Francis de que no hable.

-Ella no dormía. Me dice Francis.

-Lo viste. Le pregunto y eleva los hombros acostándose a dormir.

Aún es pequeño, se está acostumbrando a sus habilidades, a mi también me costó al principio, hasta que supe cómo hacer cuando deseaba escuchar y cuando no lo que pensaban.

Acomodo las mantas y me acuesto a su lado, como nunca dejo que duerma en mis brazos y del otro lado a Fay, tontamente me pongo celoso de un niño por tener la atención de ella.

(*AL DIA SIGUIENTE)

-BUEN DIA CAMPEON... ME SORPRENDI DE LLEGAR Y VERLOS DORMIR JUNTOS... PERO LA TORMENTA ESTABA FUERTE... ASI QUE GRACIAS POR QUEDARTE CON FRANCIS. Le hablaba el padre corriendo la cortina para que entre la luz del día.

-SE VE QUE HUBO ALGUN CORTO QUE SE APAGO EL TERMOESTATO ... PERO YA LO REPUSE. Dijo por último el señor Dragan, al escuchar Edan eso último se incorporo a apagarlo.

-¿POR QUÉ LO APAGAS?... SABES QUE LE PUEDE HACER MAL EL FRIO. Lo reprochó su padre y Edan lo agarro al padre llevándolo a un costado para hablarle y que deje de hablar fuerte.

-Es que encontré a Fayna... Y quedó a dormir. Le susurro.

-¿FAYNA?. Pregunto y abrió grande los ojos girandose a mirar. Cómo ella estaba bajo la manta fina enredada no se la veía casi. El señor Dragan se aproximó descubriendola despacio.

-No quiso que se avise enseguida... Debido a que conocidos de su padre estaban involucrados. Le comento Edan.

-¿Estuviste en una habitación a solas con una chica?. Le pregunto su padre.

-Preguntas eso (Gestualizo Edan)... Y no como está... Cómo la encontraste.( Le pregunta). - Y no estaba solo, Francis está con nosotros.

-Francis me dijo. Le respondió.

-Ah...Él te contó. Le dice sorprendido.

-Sabes que no sabe guardar secretos... Y porque me dijo que si le aumentaba su mesada me decía dónde fuiste. Le responde.

-Fay estaba muy triste... La tenían usando para calentar bebidas debido a que de ella fluye calor intenso y puede hacer eso. Le cuenta angustiado.

-Me alegro que pudiste rescatarla... No te pregunto los detalles... Al no querer saber el modo... Nunca dude de ti... Me preocupaba que descubran tu escencia. Le dice su padre apoyándole la mano en el hombro.

-Padre ... Fay cuando se enoja... Produce calor que incinera quien este cerca. Murmura en un suspiro como si eso lo tenía atorado en su garganta y quería soltarlo.

-Ya veo... Entonces con ella es literal que se incendie cuando se enoja. Murmura el señor Dragan.

-Buen día... ¿Quién se incendia cuando se enoja?. Los sorprendió Fay atrás de ellos.

-Buen día... No quería despertarte. Le dijo nervioso Edan.

-Buen día Fay... Me alegro que estés de regreso... Le avisaré a tu padre... Ven a desayunar. Le dice el señor Dragan.

-No le diga por teléfono... Haga que venga y aquí le avisa. Le pide Fay.

-De acuerdo. Le responde el señor Dragan extrañado.

-Me prestas otra ropa. Le pide Fay a Edan.

-No quieres ir a tu casa. Le pregunto.

-Y si vigilan los que me llevaron ... Prefiero evitar que me vean. Le dice Fay angustiada.

-Si...Tienes razón... Ya te traigo. Le dice Edan.

Edan fue a su cuarto eligiendo un conjunto de buso y camiseta. Se aseguro que no tengan olor de que los uso y se dirigió a entregarle.

-Aquí tienes. Le dijo nervioso extendiendo hacia ella.

-Eres muy amable. Le dijo Fay con una sonrisa.

-Voy a ayudar a mi padre. Le dijo Edan señalando hacia afuera y se desapareció nervioso de ante ella.

-¿Qué pasa con Fay?. Le pregunta su padre cuando lo ve ingresar a la cocina.

-Eh... Se va a cambiar y ya baja. Le respondió pensativo.

-No me refiero a eso. Le dice su padre mirandolo fijo mientras tomaba su taza de café.

-No... Nada... Solo la ayude... Eso es todo. Le responde nervioso.

-No será que te atrae... Al sentir que comparten algo que no pueden revelar o los vuelve diferente a los demás... Bueno en tu caso no se lo puedes decir a nadie... Y ella se vio expuesta sin querer al tener un padre preocupado por lo que le sucede a su hija y no saber tener la mente abierta a la posibilidad que podría ser algo más. Le dijo su padre deslizando hacia él un libro señalando una página.

-Crees eso padre... No puede ser. Le dice Edan.

-Si en su momento me preguntaban si existía la posibilidad de que exitan aun los dragones... Y que no solo eso... Sino que se pueden ver como uno de nosotros... Hubiera dicho que era imposible... Pero aquí estás. Le dice su padre.

Edan suspiro leyendo lo que le indicaba su padre.

-¿Qué leen?. Le pregunta Fay haciéndose presente.

-He... Nada ... ¿Qué quieres tomar?. Le pregunta nervioso Edan escondiendo en su espalda lo que le dió su padre a leer.

-Lo que tengan esta bien. Le responde Fay mirando la jarra de café.

Cuando Edan estaba por poner a calentar el café se cortó la luz.

-No te preocupes... Me lo sirvo así. Le dijo Fay.

-La costumbre. Le responde Edan.

En eso golpean la puerta y se va el señor Dragan a abrir.

-RECIBI TU MENSAJE ... ¿CUÁL ES LA EMERGENCIA?. Se escucha la voz del padre de Fay.

-Te pasas todo el tiempo ahí encerrado... Pensé que sería bueno que compartas conmigo una comida. Le responde el señor Dragan al ver que llegó con custodia.

-Agradezco tu gesto... Pero no puedo descansar hasta no dar con mi hija. Le dijo con la voz grave.

-Ven pasa... Desayuna con nosotros. Le exige haciéndolo pasar.

El señor Aragón entro se lo veía desalineado, cabizbajo como si hace días no durmiera, al levantar la vista y ver a Fay en la cocina de ellos desayunando no lo podía creer, se quedó parado sin reaccionar creyendo que era otro espejismo de su hija.

Fay se dirigió hacia él estrechandolo en un abrazo.

-¿Cómo?. Pregunto en un susurro.

-Logre escapar. Le respondió Fay sin dar los detalles mirando a los Dragan.

-Se hallo al doctor y los que estaban con él masacrados... No teníamos idea de los que te llevaron.

-Lo importante que estoy de vuelta... No quise ir a casa por si me buscaban esos tipos. Le respondió Fay.

-Esto no volverá a pasar... Cuando seas normal... Iniciaba su padre.

-Quiero permanecer así... Ya no quiero pruebas... Aprendí a saber como llevarlo. Le respondió determinada.

-Pero...

-Si quieres viviré en la base ... Pero asistiré a clases... Y ya nada de médicos ni pruebas. Le dijo Fay.

-Tus hermanastras vivirán con nosotros...

-¡¿Qué?!.

-Ellas no tienen la culpa de lo que hizo su madre...

-Me hacían la vida imposible ... Cómo tú no estás casi no lo ves... Pero me atosigaban y maltrataba día tras día. Le dice molesta Fay.

-Puede que tengan diferencias...

-No... No lo voy a aceptar... Deben tener otra familia que las tenga... Son iguales a su madre... Iguales de manipuladoras...

-Fay... Ellas también fueron retenidas como rehenes para que Luisa cumpla con entregarte...

-No habrán pasado el infierno que pase y vi... No habrán sufrido lo que sufrí...

-Ellas escaparon... Les dió hipotermia... Se salvaron por poco... Les contaba el señor Aragón pero ella se giro dirigiéndose afuera al sentir que el calor la estaba por invadir, Edan al notarlo la siguió.

Fay se dirigió al patio trasero en dirección a unos árboles.

Pego un grito de frustración y se podía ver las imágenes distorsionadas cerca de ella como si fluyeran llamas a su alrededor, al pegar con su palma un tronco como sacando su enojo este se carbónizo ante ella.

"Qué me preocupo, tengo un nuevo poder", pensó Fay.

-Fay... No es bueno que quieras vengarte. Escucha la voz de Edan a sus espaldas.

-Es malo escuchar lo que piensan los demás. Le dijo sería.

El cabello de ella se movía como si flotara.

Su padre al salir vio como se carbonizaba en el acto otro tronco que ella golpeó sacándose la frustración.

Cuando trato de ir hacia ella, el señor Dragan lo freno.

-¿Cómo puede hacer eso?. Pregunto desconcertado.

-Venga que se lo explicó. Le dijo.