Por Amor A Ti

Me quedé de piedra ese hombre quería cargar a mi bebé, tardé un poco entenderle los brazos, pero el de la nada se quedó con los brazos a los costados solo miraba al bebé en mis brazos, mientras Alex lloraba como si no hubiera un mañana

- Lo siento

Dijo y tendió los brazos cuando Alex estuvo en sus brazos mágicamente dejó de llorar estaba sorprendida

Narra Erick

Las noches en Gracia no fueron las mismas desde que permití que esa mujer y su bebé se quedaran aquí, aunque aprueba pero aquí estaban. Mis ojos buscaban ese niño inconscientemente cuando lo encontraba maldecía para mí, a veces cuando veía que Clara o Sara lo traían en brazos lo miraba y encontraba parecido con Carlos, Pero sabía que solo era mi imaginación ese niño no era mi hijo, mi hijo estaba muerto y odiaba su llanto por eso, por hacerme escuchar el llanto de un niño que no era el mío. esta noche de nuevo estaba llorando ya molesto cansado por atormentarme bajé decidido que esa mujer y su niño se fueran de casa mañana a primera hora, iba a decirle eso pero al ver sus ojos llenos de lágrimas contenidas y el bebé que estaba inconsolable, le pedí que me lo diera, no sé qué rayos pasó por mi cabeza para decir eso, ella dudó un poco pero me lo entregó en cuanto ella tendió sus brazos no supe qué hacer, no había cargado otro niño después de la muerte de Carlos, ni siquiera pensé en volver a casarme y tener hijos de nuevo el dolor de perder a Carlos me dejó destruido yo no podía volver a pasar por ese dolor. Al ver al bebé llorando en sus brazos Lo tomé y la sensación de volver a tener un bebé en mis brazos fue arrolladora, yo volví a sentir calidez en mi pecho, y luego dejó de llorar en mis brazos y me recordó como mi Carlos también dejaba de llorar cuando yo lo tomaba en brazos, le dí la espalda a su madre y me incliné hacia su cuello para respirar ese aroma tan distintivo de los bebés, mi hijo, el olía igual. No supe cuánto tiempo estuve con el bebé en brazos hasta que él se quedó dormido y yo se lo devolvió a su madre

- Mañana en la mañana pasa por mi despacho

- Si señor

Di media vuelta y me fui aún con el olor del bebé en mis brazos y por primera vez en 4 años pude dormir bien. A la mañana siguiente estaba en mi despacho tomando mi café que extrañamente por fin habían aprendido a hacer bien, cuando tocaron la puerta

- Adelante

-Buenos días señor

-Buenos días, Diana verdad?

- Si señor Diana

- El niño, qué pasó con su madre

- Disculpe?

- De verdad pensabas que mis empleados estaban a mis servicio sin saber sus antecedentes, sé que tú no eres la madre de ese niño

- Se equivoca señor, Yo no sé de qué habla porque yo soy la madre de Alex

- Dejémonos de rodeos, date la oportunidad de explicarme tú