Melisa es una agente secreta muy poderosa, desafortunadamente, muere a manos de su amado por órdenes del jefe de la agencia.
Sin embargo, se le da una segunda oportunidad de vivir en el cuerpo de una mujer débil que murió después de caerse de las escaleras.
Es en esta segunda oportunidad donde ella busca vengarse de su amante y del jefe de la agencia secreta, así como de aquellos que torturaron a la dueña del cuerpo en el que ahora reside.
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Capítulo 7
Todas las miradas se dirigieron hacia ella.
"Sí, esta mocosa me ha abofeteado, esta es la consecuencia de no tener madre, no hay quien le enseñe a respetar a los mayores", dijo Mila mirando a Grameisya con rencor.
Deval se quedó atónito al escuchar las palabras de Mila.
"Grameisya, ¿por qué hiciste eso?", preguntó Deval.
"Ella le tiró comida a Bi Ena y luego también me golpeó, ¿se supone que debo quedarme callada y llorar en un rincón esperando que alguien me defienda?", preguntó Grameisya.
"Oh, resulta que la golpeas a menudo, Mila, eres tú, Mila, sabiendo que no tiene madre, ¿por qué haces eso? Realmente eres una tía desconsiderada", dijo Lina riendo entre dientes, en su voz se notaba que se burlaba de ambas.
"Mila, ella no te molesta, ¿por qué haces eso?", preguntó Deval mirando a su cuñada con una mirada lánguida y triste.
"¡Eh, no culpes a mi esposa! Mi esposa tiene razón, si no tienes madre, no hay quien te enseñe modales a los mayores, por eso sabes que tu esposa está muerta, enséñale a tu hija a ser una niña bien educada", dijo Joy secamente defendiendo a su esposa.
"Prefiero no tener madre que tener una como ella, porque tener una madre como ella es peor que no tener madre. Le enseñan a la hija a oprimir a los demás, le enseñan a no disculparse, le enseñan malos modales para que luego se destruya a sí misma. Ella no merece ser llamada madre", dijo Grameisya mirando a Joy fijamente.
"¡Qué dijiste!", Mila abrió los ojos como platos.
"¡Mocosa malcriada! Tú…". Joy quiso levantarse de su silla e ir a la de Grameisya.
"¡Basta!", gritó Andes golpeando la mesa. Él era el abuelo y el cabeza de familia de esa gran casa.
"Ustedes, siempre están discutiendo en la mesa, ¡cuándo se llevará bien nuestra familia! Realmente quiero ser como otras familias, a la hora de comer, comer juntos. Aquí cada vez que estamos en la mesa siguen discutiendo cosas sin importancia, haciendo que se me quiten las ganas de comer. Bi Mega, lleva mi comida a la habitación", le dijo Andes a la sirvienta.
"Sí, amo", dijo la sirvienta asintiendo.
"Yo tampoco tengo ganas de comer", dijo Lina levantándose.
"Tú lleva mi comida a la habitación, parece que no es adecuado comer con gente como ellos, ¡qué asco!", dijo Lina secamente mirando a todos con asco.
Uno por uno se levantaron de la mesa y prefirieron comer en sus habitaciones.
"Grameisya, ven conmigo un momento", dijo Deval.
Deval se levantó y se fue a algún lugar, Grameisya siguió al hombre desde atrás.
Poco después, ambos llegaron al jardín trasero de la casa, en el jardín había una glorieta hecha de flores trepadoras.
Deval miró el cielo oscuro de pie con las manos en la espalda. Mientras que Grameisya estaba de pie detrás del extraño que ahora era su padre.
"Grameisya, perdóname, hija, todo este tiempo no te he prestado atención, así que no sé lo que te ha pasado. Desde la partida de tu madre, me siento vacío, por eso sigo trabajando y trabajando para alejar mi tristeza. Espero que entiendas esto, hija, también trabajo por ti, por tus necesidades escolares, así que resiste un poco hasta que mi proyecto termine, después de eso quiero llevarte de vacaciones", dijo Deval girándose para mirar a Grameisya.
