A Lourdes Di'Bianco solo le importa una cosa, Y es vengar a su Hermanastro Damián Grecco, con quién mantenía una relación secreta, ya que ella era casada, y para esa venganza no le importa usar a sus hijos
Demian y Donet Di'Bianco llegan a la vida de los Grecco, y Russo con un solo propósito, y es vengar a su tío, pero realmente¿Podrán cumplir con su promesa?, o ¿La pasión será más fuerte?
Segundo Libro de LA DEBILIDAD DEL CAPO
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#3
Tomo una desicion, agarro el celular y llamo, sonó dos veces y contestaron, pero nadie respondía, y el no hablaria, hasta oir algo que indicara que ese número era de Massimo, después de segundos de espera colgaron la llamada, volvió a marcar y fue igual, nadie respondió, y eso no le gustó, tomo el celular y subió hasta la habitación —a dónde vas furioso —decia Carmen
—Esta estúpida llamo a Alguien
—De dónde saco un celular
—No se, eso lo averiguo después, ahora voy a castigarla
—No le vayas a pegar en el vientre
—Tranquila no quiero que me odie más —al entrar estaba Stefani en una silla sentada ya cenando, Stefani los vio y siguió comiendo, Damián la giro hacia el, y la amarro a la silla, coloco el celular frente a ellos, y miro a Stefani —me diras quien te lo dio —Stefani se quedaba callada, Damián se alejaba y le daba la señal a Carmen, ella se acercaba a Stefani y le daba una cachetada y después otro, Damián se acercó al ver que Stefani solo le interesaba protege a su hijo —Aprende a obedecer o lo haré a la fuerza —decia esto, soltando el un golpe que provocó que se le rompiera el labio, Damian miro a la cámara y sonrió, corto el video y miro a Stefani —lo mandaré y a si sabré a quien llamaste —gruñia —tu eres mía, no los volverás a ver, de eso me encargaré yo mismo —Carmen soltaba a Stefani, está se encerraba en el baño, y se miraba, viendo sus mejillas rojas, y la sangre en su labio, se quedó ahí mirándose... Mientras Damián envío el mensaje, en espera de respuesta pero no llegaba nada....
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Mientras tanto en nueva York estaba Fernando, preocupado, por Stefani, en eso vibró el celular y vio que era nuevamente el número de dónde llamo Stefani, y las últimas dos llamadas, vio que era un vídeo, algo en el decía que no lo abriera, pero necesitaba saber que Stefani estaba bien, al abrirlo vio como golpearon a Stefani, ya no podía esperar más, preparo todo para viajar a Italia, llevo con el varios hombres, los suficientes, y dejo algunos en su guarida, subieron al avión rumbo a Italia, llegaron por la mañana y se fueron directo a la mansión de Massimo, necesitaba saber si ellos sabían ya algo, al llegar entro sin pedir permiso —Massimo, Alessandro —gritaba en eso aparecieron frente a él todos.
—Que mierda es esto Fernando —gritaba Masismo
—Venimos por nuestra reina
—¿Reina?
—Por Stefani, está es su mafia, la mafia que ella formó, para vengar la muerte de la mal parida de su madre y el idiota de su hermano
—Por que no sabíamos de esto
—Ella trabaja desde las sombras, ustedes hacen negocios con el fantasma, bueno es mujer, ahora están listos
—Sabes algo de ella
—No, solo que está con esos mal nacidos que les vaciara mi pistola entera, por lo que hicieron
—Que hicieron —Fernando muestra un vídeo, dónde muestra a Stefani amarrada a una silla, en una habitación de paredes negras y grises, su madre le metía dos cachetadas, mientras Stefani, hacia lo posible por cubrir su vientre, después aparecía Damián y le decía "Aprende a obedecer o lo haré a la fuerza" también le soltaba un golpe en la cara, rompiendole el labio, Massimo aventó una mesa que estaba a su lado, sus ojos mostraban que estaba por explotar de la furia, se le podían notar sus venas
—Esos dos tiene una bala con su nombre, juro que los haré suplicar por su vida, que si les pasa algo juro que se arrepentirán —decia Massimo, se podía ver como su respiración estaba demasiada acelerada, hasta parecía que le salía humo de sus narices
—Tenenos una ubicación —gritaba Joel —ya la mande a las tablet —todos veían lo que Joel les había mandado
—Debenos planear el ataque, para recuperarla a salvo —decia Antuan, todos empezaban a planear, tenían ya planos de la casa, entradas y salidas, cada lugar, cada habitación, ahora solo faltaba saber cuál era donde tenían a Stefani
—Ustedes me cubren, y yo voy por ella, quiere a eso dos mal nacidos vivos —decia Massimo, todos asentían, se preparaban con armas y otros instrumentos de ataques, se ponían sus chalecos antibalas, guardaba sus pistolas en partes de su cuerpo, y se colgaban una más, subían a las camionetas blindadas, y polarizadas, salían toda velocidad hasta la ubicación, por delante en un Ferrari blindado iba Massimo, de tras iba un Lamborghini era Alessandro, otro Ferrari, de Stefano, un Jeep de Antuan, eran seguidos por los hombres de Massimo, Stefano, y los que lideraba Fernando, al estar casi cerca, apagaron las luces para no ser vistos, ni ser detectados, la mayoría de las armas llevaban silenciador, a si matarían a los que custodian la casa, y poder entrar, Massimo juraba que Stefani estaba en la habitación principal, a si que entraría por el balcón, con varios hombres cubriendole las espaldas y por ahí mismo sacaría a Stefani, esperaba que nadie cometiera un error, esa noche no podían cometerlos, podía costar la vida de su esposa.
Las balas empezaban a oir, una sonrisa se dibujo en el rostro de Stefani, en eso entraba Damián con un arma en su mano, y miraba a Stefani —no me mires, yo no mandé el vídeo ¿O si? —Damian la apuntaba —si mátame, como quiera te matara mi esposo, pero primero se divertira contigo, y no solo el.
—Callate Stef, que ahorita no estoy para tus estupideces
—Te dije infeliz, no se saldrían con la suya, 4 hombres, 4 mafias unidas, solo por mi
—Si es que sales viva, si no eres mia, menos de ese estúpido mafioso
—Le pones una mano encima y te vacío el arma —decia Massimo apuntando la cabeza de Damián, quien se sorprendió al tenerlo atrás suyo —soy el único que puede tocar-la, ella es mi esposa, mi mujer, no de nadie más —Stefani sonreía al oir eso, no supo cómo pero estaba feliz de oírlo decir eso, sabía que el daría su vida por ella, a si como ella por el
—Dudo que ella deje morir al padre de ese mocoso
—Crees que no está protegido y lejos de ti Damián, siempre un paso delante de ti —la plática seguía, mientras las balas seguían oyendose, aunque cada vez, esa lluvia de balas se oía menos —la reina siempre va un paso delante —Damian la miraba sorprendido
—De que mierdas hablas —en eso se abría la puerta de golpe
—Estas bien Reina —decia un tipo con mascarilla y un chaleco con una corona
—Si, llevenselo, ya saben a dónde, y también a... A mí madre, los quiero vivos