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Salvando A Mi Hermano Ernesto

Salvando A Mi Hermano Ernesto

Status: Terminada
Genre:Romance / Posesivo / Mujer poderosa / Época / Reencarnación / Mundo mágico / Completas
Popularitas:93.3k
Nilai: 5
nombre de autor: LunaDeMandala

Elysia renace en un mundo mágico, su misión personal es salvar a su hermano...

NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Cumpleaños 2

La música había terminado, y los invitados se dispersaban entre risas, dulces y copas de vino. Ernesto se mantenía apartado, con la flor marchita todavía en su mano, aunque intentaba ocultarla. Su orgullo estaba herido, pero sus ojos brillaban con esa obstinación que Elysia conocía demasiado bien.

Aprovechando un instante de soledad, ella se acercó.

—Hermano —dijo en voz baja, tomándolo del brazo para guiarlo hacia un rincón menos concurrido—. Debes dejar de buscar la atención de Clariet.

Ernesto alzó la vista, sorprendido por el tono severo en las palabras de su hermana menor.

—¿De qué hablas, Elysia? —intentó sonreír, pero sonó forzado—. Solo es un gesto de cortesía.

—No lo es —respondió ella, con los ojos grises fijos en los de él—. Clariet no te corresponde. Y no lo hará, aunque llenes sus manos de flores o joyas.

Ernesto frunció el ceño. La dulzura en su rostro se tensó en una mueca de molestia.

—¿Y desde cuándo te crees capaz de juzgar mis sentimientos? No entiendes, Elysia. Ella… ella es distinta.

—¿Distinta? —Elysia dio un paso más cerca, bajando la voz para que nadie los oyera—. Lo único distinto en ella es su habilidad para sonreír mientras se burla de ti. No ve a Ernesto Parsons, mi hermano, sino a un tonto dispuesto a vaciarse los bolsillos.

—¡Basta! —estalló Ernesto, alzando la voz lo suficiente para que un par de invitados voltearan antes de que él bajara el tono con esfuerzo—. Tú no entiendes lo que es sentir esto. No entiendes lo que significa enamorarse.

Las palabras le atravesaron como una lanza. Porque sí lo entendía. Lo entendía demasiado bien: en su otra vida lo había visto amar hasta morir, literalmente.

Elysia tragó con fuerza y, aunque su corazón quería gritarle la verdad, apenas pudo susurrar:

—Lo único que entiendo es que ese camino lleva a tu ruina. Y no pienso permitirlo.

Ernesto apretó la flor en su mano, haciéndola deshacerse en pétalos. Miró a su hermana con una mezcla de ira y decepción.

—No necesito que me salves, Elysia. No soy un niño.

Ella sostuvo su mirada, dolida pero firme.

—Entonces empieza a comportarte como un hombre, no como un iluso.

El silencio entre ellos fue tan pesado como el aire cargado de perfumes en el salón. Ernesto se apartó bruscamente, alejándose de ella hacia el grupo de jóvenes nobles, donde Clariet reía con disimulo detrás de su abanico.

Elysia lo observó marcharse, su corazón palpitando con rabia y temor. Sus recuerdos no mentían: el primer paso hacia la tragedia ya había comenzado.

El salón seguía iluminado por el resplandor de los candelabros, pero para Elysia todo se había tornado más oscuro desde la discusión con su hermano. Ernesto reía forzadamente con un grupo de jóvenes, y Clariet, con su abanico, lo miraba de reojo como un cazador que mide a su presa.

Elysia, con los recuerdos ardiendo en su mente, sabía que su advertencia había caído en oídos sordos. Necesitaba un plan. Un camino distinto…. Un plan B

Entonces lo vio.

Entre los invitados, de pie junto a una columna, estaba un hombre que no pertenecía del todo a ese ambiente de seda y risas superficiales. Era alto, fornido, con los hombros anchos de un soldado y un porte imponente que atraía miradas aunque él parecía ignorarlas. Su cabello blanco caía hacia atrás con naturalidad, y una cicatriz en su ceja derecha le daba un aire de peligro, como si la batalla jamás lo hubiera abandonado.

Los recuerdos la golpearon de inmediato: Hans Greenville, Conde de la frontera norte. En su otra vida, había escuchado rumores de él: estratega frío, hombre que nunca retrocedía. Y lo más importante… cuando Ernesto cayó bajo las deudas y los mercenarios lo cazaron como a un animal, fue Hans quien se encargó de eliminarlos sin piedad, acabando con aquel grupo como si fueran simples alimañas.

[Si no logro detener a Ernesto... él puede ser la clave.]

Respiró hondo. Si iba a salvar a su hermano, necesitaba aliados. Y aunque Hans Greenville no era un hombre fácil, tampoco lo era ella.

Con paso elegante, se abrió camino entre la multitud, cada movimiento calculado como en una partida de ajedrez. Cuando estuvo a unos pasos, inclinó la cabeza en un saludo impecable, sus ojos grises reflejando calma y resolución.

—Conde Greenville —dijo, su voz clara y firme—. Soy Elysia Parsons. ¿Me permitiría robarle un momento de su tiempo?

Hans la miró en silencio unos segundos, evaluándola. Sus ojos, tan afilados como cuchillas, se posaron en ella con una intensidad que habría hecho temblar a cualquiera. Pero Elysia no bajó la mirada.

Él arqueó apenas una ceja.

—Dudo que una jovencita en su cumpleaños venga a buscar conversación conmigo sin motivo. —Su voz era grave, áspera, como el crujido de un trueno distante—. ¿Qué es lo que quieres?

Elysia sonrió con la suavidad de quien está dispuesta a jugar un juego largo.

—Digamos que estoy pensando en el futuro… y en posibles alianzas.

Hans la observaba como quien evalúa una pieza de ajedrez sin valor aparente. Una joven noble, demasiado joven, demasiado frágil para ser tomada en serio. Y cuando Elysia habló de “alianzas”, soltó una carcajada grave que resonó en su pecho.

—¿Alianzas? —repitió, con una sonrisa ladeada, casi burlona—. Señorita Parsons, usted está en un salón de cumpleaños, rodeada de dulces y vino, no en un consejo de guerra. ¿Qué podría ofrecerme una niña como usted?

Alrededor, algunos invitados lanzaron miradas curiosas al escuchar su risa, pero enseguida se distrajeron con la música. Elysia, en cambio, no pestañeó. Se inclinó apenas hacia él, su abanico cubriendo sus labios, y susurró con voz tan baja que solo él pudo oírla:

—Sé de su magia, conde Greenville. Y también sé de cosas que sucederán en el futuro.

La sonrisa de Hans se congeló. Sus ojos grises-acerados, acostumbrados a no mostrar sorpresa, se estrecharon como cuchillas. El ambiente pareció tensarse a su alrededor, como si en cualquier momento pudiera atrapar su garganta con una sola mano.

—Cuidado, niña —murmuró con voz baja, peligrosa—. Jugar con ese tipo de palabras puede costarte más que tu vida.

Pero Elysia sostuvo su mirada sin vacilar.

—No juego, mi lord. Usted lo sabe. Tiene un don que guarda celosamente, y yo… —sus labios se curvaron en una media sonrisa— yo lo sé porque mi lugar en este mundo no es casualidad. Estoy aquí porque debo cambiar un destino.

Hans la miró largamente, como si intentara descifrarla. Luego dejó escapar una breve y seca carcajada, aunque en sus ojos brillaba una chispa de interés.

—Hablas como una loca. Pero al menos eres una loca con coraje.

Elysia inclinó la cabeza con elegancia.

—Entonces tal vez, mi lord, deberíamos llamarlo… una visión compartida. Usted y yo sabemos que los problemas, la sangre y las deudas vendrán. Yo necesito un plan. Usted necesita a alguien que vea más allá de lo evidente.

Hans no respondió de inmediato. La miró con ese gesto pétreo, casi burlón, pero sus ojos ardían con un brillo distinto. Alrededor, algunos invitados ya habían empezado a notar la extraña conversación entre un conde veterano de guerra y una joven baronesa en su cumpleaños.

Con un movimiento lento, Hans inclinó apenas la cabeza hacia Elysia.

—La gente observa demasiado, señorita — dijo con voz grave—. No es prudente hablar de estas cosas aquí.

Se incorporó, imponente como una muralla, y dio un paso atrás.

—Yo la contactaré después.

Elysia apenas tuvo tiempo de asentir antes de que él se alejara, perdiéndose entre los grupos de nobles como si nunca hubiera estado allí.

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Maria Elena Maciel Campusano
Hans es zorro astuto le está dando, poción de la verdad y Elysia despepitará en menos de lo que canta un gallo, eso que la atormenta y amenaza con hacer su matrimonio infeliz😓
Maria Elena Maciel Campusano
Uy, uy, uy, Elysia ya empezó a dudar de Hans sólo porque no le repite como loro huasteco que la ama, pero acaso lo que él hace por ella no es una muestra de amor?🤔
Hans desde que le declaró sus sentimientos lo hizo con hechos y no con palabras, pero también entiendo un poco a Elysia, ella necesita que él le confirme su amor de viva voz🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Este capítulo me hace pensar que el hecho de volver a su primera vida Elysia, no sólo debería salvar la vida de su hermano, debía encontrar a su alma gemela que era nada más ni nada menos que el temible Conde Hans Greenville, de ahí que el abuelito le contara una y otra vez la historia hasta memorizar eventos muy importantes y cruciales de su primera vida🤔🤔🤔
Maria Elena Maciel Campusano
Uff Hans es muy intenso y apasionado, pero también es muy cuidadoso y tierno con su brujita, ay quién tuviera el privilegio de conocer un Hans de carne y hueso 🤤🥵
Maria Elena Maciel Campusano
Pues tanto que según esperaría Hans para la dichosa boda y en un abrir y cerrar de ojos, tarán ya están casados 🥰🥰🥰
Maria Elena Maciel Campusano
En esa vida Elysia no sólo logró salvar la vida de Ernesto, ella logró mostrarle al Conde Hans Greenville lo que es la confianza mutua, su propósito en la vida y lo que es experimentar el amor verdadero junto a ella, qué bonito 🥰
Maria Elena Maciel Campusano
Mientras Ernesto anda con un berrinche entripado, porque se siente desplazado por el Conde, a Elysia le da risa, pero de que se casa se casa, pues a nuestro Conde Hans se le queman las habas, por la noche de bodas 🤭🤭🤭
yasna rojas
entiendo que a muchas no les agrade la relación casi tóxica de los protagonistas pero yo al menos no soy de juzgar a nadie ni de meterme en vidas ajenas y mientras ellos dos sean felices y plenos así como son y como llevan su relación creo que a. adie más debe importarle. la prota es más sumisa en algunas cosas pero claramente es muy feliz en su matrimonio lo demás es querer imponer nuestros gustos o creencias sobre otros. yo feliz con la felicidad que iradia está protagonista.
morenita
Una excelente historia, un protagonista todo posesivo, obsesivo, maniático y loco pero eso es lo que hace la lectura salga de la rutina y nos encontremos con nuevos y buenos amores 💪
morenita
Jajaja, es un buen padre, niños traidores 🤣🤣
morenita
🤣🤣🤣🤣Tu ibas a compartir,. así que no te retractes 🤣🤣🤣
morenita
Fiel y leal a su posesividad, le sale una niña, pobre niña 🤣🤣🤣
morenita
Con los demás es temible y una fiera, pero con su familia es todo amor y se vuelve blando
morenita
Jajaja, lo que quieres más bien, es que se case, se aleje de su hermana, para tenerla para ti solo, 🤣🤣🤣
morenita
Al menos alguien le va a agradecer, porque el ingrato y pesado de hans ya se iba de sapo a contarle a leandro que ella y Ernesto se mandan cartas 🤦, que malagradecido
morenita
Así es, 3 por los que vivir y cuidar 💓
morenita
Era lo mejor, decirle esa verdad, que hacerla vivir en una mentira, en una ilusión errónea y efímera, suena cruel, pero es una verdad latente y es mejor así 😮‍💨
morenita
Siento que debería decirle, mantener esa ilusión, siendo verdad otra cosa, estaría mintiendo y guardando secretos, cosa que a. Él no le gusta y se lo dijo a Elysia que entre los dos no tenía que haber secretos🤷
morenita
El solo se centró en Elysia, se concentró tanto en su dolor y en poder perderla qué apenas hasta ahora está conociendo a sus hijos y lo mejor es que es sincero y le dice a Elysia, ahora después de la tormenta, a vivir, recuperarse y aprovechar el tiempo
morenita
Wow, que hombre tan enamorado, tan enamorado que hasta da miedo, esa manera de amar no da tregua y es tan intenso como su portador
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