Tu Y Yo De Nuevo

Tres días después el conde regresaba al Este, en el camino recibió una carta de su hija, lo escrito en dicha carta lo hizo sonreír.

_Saliste más astuta de lo que pensé._

Murmuro el duque para sí mismo, que le informará que marcharía al ducano norte para tratar unos asuntos, era de mucha importancia para qué no se dejará quitar el ducano por la familia Bill.

Renata llegaba a la mansión del ducano del norte, hermosa, lujosa y grande, pero ambos vieron un carruaje muy conocido, Renata se quedó pensando y su mente viajaba a la historia, la familia Bill aparecía cuando el príncipe se casaba con Raquel, tomando a Kenia como concubina y así mantener la paz con ese reino, lo que Renata no entendía era el porqué estaba ahí en el ducano Norte.

_Abran las puertas, ha llegado el joven heredero del ducano norte._

Grito el mayordomo, los duques salieron al encuentro con su hijo, junto a la señorita Bill que empezaba a actuar, a diferencia de Renata, ella ya tenía su mayoría de edad para contraer matrimonio como Raquel, la duquesa sonrió al ver a Renata, su cara angelical y sería a la vez, le gustaba mucho.

_(Peor de arpía que Raquel)._

Pensó Renata mientras se acercaba junto a su doncella.

_(Padre, no me dijo que el joven venía acompañado)_

Pensó Kenia viendo caminar a Renata tras de Rainer.

_Saludos a los duques._

Bromeó Rainer haciendo una reverencia.

_Hijo mío, qué bueno llegas con bien._

Dándole un abrazo, dejando a un lado las formalidades.

_Ya madre._

Hablo Rainer apenado, la duquesa volteo donde Renata.

_Saludo a los duques del norte, deseo mucha vida y salud siempre._

Saludo Renata al ver que prestaron atención a ella, haciendo una reverencia.

_Saludos a los invitados._

Renata solo saludo ante la señorita Bill._

_Que bueno tenerla aquí, señorita Bonnie._

Le hablo muy amable la duquesa.

_El gusto es mío, duquesa, no podía negarme a la invitación del joven amo y ahora no me arrepiento, su ducano es muy bonito._

Respondió Renata sonriendo como nunca lo había hecho.

_No olvides que pronto será tu ducano, es mejor que lo conozca bien._

Hablo Rainer con una sonrisa, eso hizo recordar a los duques, que estaba Kenia ahí.

_Hijo, ella es la señorita Bill, del reino de oeste, su padre la mandó para una posible concubina._

Hablo sin rodeo el duque.

_Oh padre, no dije que quisiera tantas concubinas._

Hablo Rainer en tono burlón, Renata solo pensaba en la historia, todo estaba cambiando, nada tomaba rumbo al príncipe, solo al amo duque.

_Señorita Renata, no veo que esté en contra de eso, puede hablarlo_

Renata sonrió a Kenia, hipócritamente, para responderle a la duquesa.

_No tengo problema, duquesa, si me toca hacer una competencia con la señorita Kenia por ser la duquesa, no veo problema, si solo se busca lo mejor para el ducano norte._

Respondió Renata con suma confianza en sus palabras, su objetivo era casar al príncipe con nyssa y que el duque fuera feliz con alguien más, y así no terminarán muertos.

_Me parece perfecto, haremos unas pruebas para así ver, quién termina siendo la elegida como esposa y duquesa de este ducano._

Hablo el duque con una sonrisa, la duquesa también estaba satisfecha, quería ver quién estaba más apta para cuidar de su preciado hijo, no solo debía llevar a cabo su papel como duquesa, también como esposa.

Renata fue llevaba a su habitación, donde se tiró en la cama con los ojos cerrados, pensaba en los gustos del duque, pero no recordó nada, sobre el duque no se dijo mucho, así que debía usar lo que aprendió de Íker, tal vez sí probaba otras cosas le gustaba.

_Señorita, el baño está listo._

Interrumpió su doncella.

_Gracias zera, por favor voy a necesitar algo para escribir._

Zera se dispuso a buscar lo que su señorita necesitaba, mientras Renata disfrutaba de su baño y esperaba al día siguiente para empezar su día de la mejor manera.