El Embrujo Del Mafioso

Para mí, todo era un caos solo sabía debía recuperar mi amuleto, solo podía ver su cara de poder sobre mi.

Alex: Ok ya todo está dicho Anny irá mañana conmigo, pero tenemos un problema, supongo que Erick quiere tratar sobre el acuerdo a solas conmigo. Debe haber algo que podamos hacer para poder hacerlo sin que muera de dolor. ¿Alguna idea? -Mirándola.

Héctor: Algún amuleto que te ayude.-(pensativo)

Lázaro: (Sigue sentado observando Anny. Dándose cuenta que no tiene su collar)Eso no funcionará, mis amuletos no dan el efecto que Anny le da, cuando yo le di los amuletos solo aliviaron un poco, pero al igual sentía dolor.-

Alex: Es verdad- ( suspira estresado)

Héctor: Ya...mmm… Al menos que Anny, uses sus poderes de bruja se encoja, Alex la guarde en su bolsillo. ¡Y listo!. -Tan serio con la idea tan descabellada que dijo)

Anny: No seas pendejo. Deja de ver tanta televisión, se te va a fundir la unica neurona que te queda-( todos quedas serios pero Lázaro se ríe de los dos)

Alex: No estamos para estupideces.- Serio y pensativo.

Lázaro: Te preguntó algo. ¿Cuando estás cerca de Anny, Que es lo primero que notas?- Intrigado

Alex:( Miró a Anny que está al frente.)

—No lo sé, solo siento alivio, cuando ella está cerca y más al sentir su olor, es delicioso, dulce pero sin ser empalagoso.- (solo puedo mirarla al decir esas palabras y ver un pocos sus mejillas rosadas, sentirla un poco nerviosa que apartó su mirada).

Lázaro: ¡Interesante! Hay que engañar a tus sentidos, para que sientas que Anny está contigo.-

Anny:Te vendo mi perfume. Sacándolo

Lázaro: Aunque use tu perfume, no será igual, porque cada persona las cosas olerán diferente, por los componentes de su organismo, Así que si dos personas usan el mismo perfume olerán casi iguales, pero su esencia cambia. Yo tengo una idea pero se qué talvez a ninguno de los dos le gustará. -(Mientras mueve sus dedos en la mesa , haciendo un leve sonido al mover sus dedos).

Anny:(intrigada) Dígala-.

Lázaro: Necesitó algo que tenga la esencia de Anny, pero no sé cuánto pueda demorar ese efecto, con unos rezos, más su perfume.-

Anny: ¡No me digas! Que es lo estoy pensando, señor Lázaro yo pensé usted era un tipo serio, pero me equivoqué, no a salido de un amarre y ya quiere hacerle otro. Olvide eso.-

Alex: ¿pueden decir de que mierda, están hablando Ustedes dos? (tratando saber de qué hablan)

Héctor: Yo me perdí ...

Lázaro: Por más que ustedes traten de estar juntos, deben separarse, para atender sus asuntos, la única opción que tengo es que lleves una prenda de Anny contigo, con su perfume.

Alex: ¿Puedo llevar un pañuelo o algo?. Mientras Lázaro mueve su cabeza que no.

Lázaro: Estoy hablando de algo más íntimo, como la ropa interior de Anny.

(Todos quedamos en silencio).

Anny:(Ya no se qué pensar cada día esto sé vuelve demasiado raro, solo con pensar en él con mi ropa interior de ositos y arcoíris en su bolsillo, me llena de nervios, siento un ardor en mi cara).

Alex: (En mi vida, nunca había sido tan extraña, pero solo con verla sus mejillas rosadas y la pena en su cara, la hace ver adorable, me imagino como se vera haciendo la mía. Dios que estoy pensando)

—Lo haré, no tengo nada que perder —

Lázaro: Anny Necesito tu ropa interior.-

Anny: ¿Cuál? -Tragando en seco.

Lázaro: La que estás usando ahora.-

Anny:¿Es necesario? -Mirándolo a él. Mientras el saca mi collar y hace como si lo fuera a lanzar.

—Está bien, lo haré— Mientras él solo sonríe ladinamente con astucia. Salgo caminando llena rabia, pero el mismo tiempo no puedo sacar su sonrisa de mi mente, mis emociones ya están cambiando que haré, mientras él me sigue, subiendo las escaleras detras de mí.

Hasta entrar al baño para sacarme mis bragas, me visto, para mirarme en el espejo sentirme abrumada con todo, no se lo que pasará si no recuperó ese collar, que pasará, al sentir su tacto o un beso, mi primer beso. Dios ayúdame a soportar estos ocho días. Tomó aire tomó mi interior ,mientras el me espera a fuera.

Se lo entregó al instante el las abre sonríe al ver los ositos y arcoíris.

Alex :¿ Que edad tiene?. Cinco- ( Con diversión que se ve hermoso con esos dientes perfectos).

Anny: Si te vas a burlar de mí no estoy de humor. Entonces entrégamela, además que crees que solo usamos ropa sexy , pues no usamos ropa cómoda idiota. -Mientras el sigue burlándose de mi. Yo trató de quitársela, pero eso nos hace quedar tan cerca que siento su respiración, mientras él solo mira mis labios, mi corazón está acelerado.

Pero reaccionó, para empujarlo salir hacía donde estaban los demás. Mientras escuchaba sus pasos detrás de mi.

Llegamos dónde está Lázaro. Mientras él se las entrega y yo me cruzo de brazo sin verlo, Lázaro empieza hacer su trabajo usa mi perfume, se las devuelve el la mete en su chaqueta, para hacer la pruebas para saber cuánto demora , mientras el habla con Héctor de trabajo . Yo aproveche para hablar con Lázaro sin que el me escuchará.

Lázaro: Niña se que ocultas algo puedo percibirlo. No puedes nadar contra la corriente su conexión está más allá de su elección, usted está destinados, con el destino nadie juega.-(serio, pero con serenidad)

Anny: No, si puedo cambiarlo. No me pasará lo mismo que a mi madre, no estaré condenada repetirlo la historia por eso apenas, pueda liberarlo y recuperar mi amuleto, me iré.-

Lázaro: ¿Dime qué le pasó a tu madre?.- Intrigado.

Anny: Después le contaré, solo diré que estoy maldita y si sigo en su vida, sufriremos los dos y él morirá. Es lo que puedo hacer por él. Por eso usted debe hacer algo por mi, saco de mi bolso una pequeña libreta y empieza a apuntar instrucciones: Está planta es muy difíciles y únicamente usted debe buscarla, aquí estás las características de esa planta y dónde puede encontrar, para liberarlo quisiera hacerlo antes, pero no puedo no sería efectivo. Mientras el lee el papel.

Lázaro: Lo demás es para romper todos los vínculos que tengas con él. Solo dime niña de que se trata todo esto y yo te ayudaré.- Tomándome por mis mejillas.

Anny:Le contaré, pero prometémelo que usted no le contará a nadie... -Mirando a él que se encuentra el jardín. Y Lázaro y yo llegamos a la sala ...