La General vuelve al pasado decidida a cambiar el futuro de su reino..
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
** Todas novelas independientes **
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Primeros entrenamientos
cada cierto tiempo Alexandra miraba el pequeño frasco de sangre que llevaba guardado en su cinturon, la luz del sol lo hacia brillar como si adentro tuviera fuego, y aunque habia escuchado mil veces sobre el poder de la magia imperial, una parte de ella aun no lo creia, le parecia imposible que unas gotas pudieran abrir caminos entre reinos..
pasaron los dias, el entrenamiento era duro, los oficiales se quejaban, los soldados estaban agotados y ella misma terminaba tan cansada que apenas podia mantenerse en pie cuando llegaba la noche..
esa noche en particular Alexandra se quedo dormida sobre la cama sin siquiera quitarse las botas, la vela aun encendida y los papeles de estrategia desordenados por todo el escritorio..
no supo cuanto tiempo paso, solo que de pronto sintio algo, una presencia, el aire cambio, se volvio mas frio, el fuego de la vela parpadeo y se apago de golpe..
ella se incorporo medio dormida, la mano buscando su espada, y ahi lo vio
Caleb Fairfax, de pie frente a la ventana, con su capa negra y esa mirada que parecia verlo todo, tranquilo como si entrar en la habitacion de una princesa fuera lo mas normal del mundo
Alexandra: que demonios haces aqui
Duque: probando que mi magia funciona, princesa
Alexandra: apareciste aqui… en mi habitacion… usando eso?
Duque: claro, necesitaba asegurarme de que el marcador seguia activo, y tambien queria ver como vas con los entrenamientos..
Alexandra: podrias haber esperado a la mañana, o al menos haber tocado la puerta
Duque: no habria sido tan divertido
Alexandra: sabes que esto es una invasion, verdad?
Duque: no, princesa… esto es supervision imperial
Alexandra: que quieres realmente, Fairfax?
Duque: quiero ver si realmente estas lista para defender lo que dices amar
el tono serio la tomo por sorpresa, pero antes de que pudiera responder, Caleb desaparecio igual de rapido que habia llegado, dejando solo un leve olor a hierro y el aire helado
Alexandra miro la ventana abierta, el corazon aun latiendole rápido
Alexandra: maldito duque… un dia de estos vas a aparecer y te voy a clavar la espada antes de que digas una palabra.
al dia siguiente ella amanecio con la rabia pegada en la garganta, no pudo dormir pensando en la violacion de su intimidad, en que Caleb hubiese entrado asi, sin permiso, y eso se noto en el entrenamiento desde el primer momento
—¡mas rapido! —grito ella, sin medir tonos, la espada silbando mientras marcaba el ritmo— ¡no es suficiente! —y su voz rebotaba entre los muros del patio
los hombres sintieron la diferencia, las ordenes iban mas cortas, mas duras, los descansos se recortaron, las repeticiones se multiplicaron
—mi señora...esta bien, necesitamos descansar —dijo ronald jadeando, tratando de poner razon—
—descanso? —respondio Alexandra, clavandole la mirada— quieres que tus hijos mueran por cansancio? quieres que cuando vengan los verdaderos golpes, te tiemblen las manos? —su voz se lleno de amargura— ¡levanta esa espada y golpea otra vez!
Ivan la miro con los ojos grandes, sorprendido— jamas la vi asi... tan... —no termino la frase porque Alexandra ya habia vuelto a lanzar otro ataque
los soldados cayeron, se levantaron, volvieron a caer, sus respiraciones eran cortas, pero en cada intento habia un poco menos de torpeza, un poco mas de punteria
—bien —dijo ella en voz baja despues de ver a Leon clavando el acero con mas seguridad— asi —muy bajo, casi para si misma— asi...
en un costado del patio, el maestre Rowen observo con el ceño fruncido, se acerco a Alexandra cuando los hombres tomaron agua.
Maestre: mi señora.. no puedes mantenerlos asi sin riesgo, el cuerpo necesita recuperacion, los errores por fatiga se pagan caro en batalla
Alexandra: lo se Rowen, lo se... pero no puedo permitir que vuelvan a humillar a Aragon, si tenemos que entrenar hasta que sangren, que asi sea.. no perdonare otra derrota
Maestre: solo ten cuidado... no conviertas la rabia en algo que te consuma
Alexandra: no lo hare.. lo prometo... por ahora
mientras tanto, en el muro mas alto del ducado, donde la vista dominaba el patio, una sombra se poso y alguien observo. no estaba lejos, pero tampoco visible del todo, y en su rostro habia una media sonrisa
[siempre intensa.. le hace falta aprender a canalizarla.]
Caleb Fairfax, aunque no aparecia a la vista de todos, sabia que los movimientos de Alexandra habian cambiado, que su rabia era peligrosa, pero efectiva. no dijo nada mas, solo la observo, curioso y un poco divertido
de regreso al campo, el entrenamiento termino mas tarde de lo habitual, los hombres estaban exhaustos pero habia una resolucion nueva en sus ojos
—mi general —dijo León mientras recogian armas— hoy...sentimos que fue diferente, como si cada golpe tuviera mas sentido
ella lo miro, los labios apretados— buen trabajo, León —y por primera vez en dias, la voz no tuvo rabia, tuvo gratitud— sigan asi, descansad y a la noche repasaremos formaciones
esa noche, antes de dormir, ella escribio en su cuaderno de estrategias, con la mano temblorosa pero firme:
"entrenar duro, pensar mejor, proteger al pueblo. no mas orgullo ciego."
lo que mas le molestaba a Alexandra no era el hecho de que el duque Fairfax hubiera entrado a su habitacion, sino que ahora sentia que podia aparecer en cualquier momento, en cualquier sombra, en cualquier rincón.. cada ruido la hacia voltear, cada sombra alargada por las velas la ponia tensa.. en los pasillos, sus sirvientes notaban su cambio, caminaba mas erguida, mas alerta, la mano siempre cerca de la empuñadura de su espada
esa noche intento relajarse, habia sido un dia largo de entrenamiento, y decidio darse un baño, pero ni siquiera en eso pudo sentirse tranquila..
dejo la espada justo al lado del borde de la tina, a una distancia en que pudiera alcanzarla con solo mover la mano, el vapor llenaba el cuarto y las velas parpadeaban
[maldito... ni siquiera puedo bañarme tranquila]
el agua estaba tibia, pero no la relajaba, cada sombra que el fuego proyectaba en la pared parecia moverse, cada crujido de la madera la hacia apretar la mandíbula..
en un momento escucho algo, un leve roce, como un suspiro que no venia de ella, se enderezo de golpe, el agua salpicó fuera de la tina, agarro la espada sin pensar..
—te atreves a entrar aqui tambien? —dijo, mirando a todos lados, el corazon latiendo fuerte
el silencio respondio, solo el sonido del fuego y el goteo del agua.. respiro profundo, pero no solto la espada, la dejo apoyada sobre las rodillas mientras se hundia otra vez, con los ojos fijos en la puerta..
—no voy a dejar que me tomes desprevenida otra vez —susurro, con la voz apenas audible— no otra vez
y asi termino su baño, sin cerrar los ojos ni un solo momento, esperando que en cualquier instante, de entre las sombras, apareciera otra vez Caleb Fairfax con esa sonrisa burlona que la hacia hervir la sangre.
le diría con todas las letras 🤣🤣🤣🤣
que si necesito mas?? CLAROOOOOO QUE SIIII 😍😍😍😍 autora que ansias👏👏