YO SOY DEL CEO (Editando)

Después de un rato llorar Antonella seca sus lágrimas y le da una pequeña de sonrisa a Teresa...

—Te sientes un poco mejor? -pregunta Teresa mientras le acomoda su cabello...

—Si, estaré bien no te preocupes ya pasará...

—que piensas hacer ahora? No puedes ir a trabajar en este estado...

—Lo sé, esperaré a recuperarme, de todos modos mi padre no notará mi ausencia así que no importa...

—que te parece si salimos esta noche al cine para que animes un poco? No quiero verte más triste ..

—yo creo que no Teresa, mira mi cara está golpeada y además quiero descansar un poco, ya no te preocupes demás yo estaré bien...

—Dices estar bien tantas veces cuando estás destrozada que ya se te hizo costumbre, pero está bien si es lo que tú quieres, también necesitas tú espacio y estar sola.

—Gracias por entenderme Teresa... Ahora me acompañas a tomar un taxi?

—si claro vamos... Espero que te recuperes pronto..

—Eso haré que no te quepa la menor duda de eso...

—Esa es mi amiga... ánimo.

Teresa embarca a Antonella en un taxi luego de despedirla con un beso en la mejilla, mira a Antonella irse un poco preocupada por ella, sabía que que ella estaba sufriendo demasiado y quería hacer más pero no podía, solo le quedaba brindarle su hombro y su apoyo moral.

Antonella iba en él taxi pero su mente estaba en otro lugar, pensaba en como era su vida antes de que su madre muriera, era tan feliz aunque su padre siempre le halla mostrado indiferencia; el amor de su madre era suficiente para ella...

Ahora su madre no está y su vida solo es un infierno ahora que su padre está casado con Rosario, todos esos momentos se desvanecieron como la espuma y la única fuente de felicidad que le quedaba Zoraya se la arrebató, pero cuando las cosas no convienen se dejan ir, si Harry ya no está con ella le está haciendo un bien aunque ella no piense lo mismo en el momento pero pronto se dará cuenta de el lobo que se oculta detrás de esa oveja...

Ya había llegado a su destino, Antonella le paga al señor del taxi y se baja...

Solo estaba a unos cuantos pasos de su casa, ella caminaba hacia allí pero sus pasos se detuvieron cuando vio una figura masculina que salía de su casa después de darle la mano a su padre...

Aquél hombre le parecía familiar, solo se quedó allí parada observando desde la distancia para tratar de identificar aquella silueta intrigante que hablaba Agusto con su padre en la entrada...

Luego de que ese silueta diera la vuelta y Antonella viera su rostro trató de ocultar su rostro de inmediato con la gorra y su cabello.

Se dio vueltas y simuló que caminaba a otra dirección, para que aquél hombre no la viera.

Ella puede escuchar el sonido del auto cuando arranca y se da la vuelta nuevamente y dirige sus pasos hacia su casa.

Muchas preguntas pasaron por su cabeza ¿Que hacía el allí? ¿Porqué hablaba con su padre? ¿Que relación tiene su familia con él? ¿Acaso está investigando sobre ella?

Eran preguntas sin respuestas, ella no pensaba en preguntarle nada a su padre porque no quería que hubiera malos entendidos...

Ella entras a la casa pero no vió a su padre por ningún lado así que decide subir las escaleras, pero cuando iba subiendo una voz que provenía de abajo le habló...

—Parece que estás mejor no? Sales muy temprano y vuelves al medio día...

Ella da la vuelta y ve que la que me hablaba era su madrastra Rosario que estaba parada enfrente de las escaleras...

Antonella la ignora y gira su cuerpo para subir a su habitación... Pero Rosario sigue insistiendo para provocarla...

—Como te atreves a ignorarme malcriada!!! Mírame cuando te hablo no me des la espalda!!

Antonella baja las escaleras y se pone en frente de Rosario con mirada retadora...

—que es lo que quiere...

La voz de Antonella era muy fría y su rostro estaba enfurecido...

—Pues... Solo quiero ver tu cara después de la golpiza de ayer, parece que quedaste muy mal no? Te debió doler mucho...

Las palabras de Rosario eran sarcásticas e irritantes, quería sacar a Antonella de sus casillas...

—Parece que no tiene nada importante que hacer con su vida que se entromete en la mía señora...

—Como te atreves a hablarme así!!!

—porqué no? Acaso quién es usted? Mi madre?

A Antonella ya no le importaba moderar su lengua, ya no le daba respeto a quien no se lo mereciera además ya no tendría más nada que perder, todo lo que tenía valor para ella se fue de su lado.

—No soy tú madre gracias a Dios pero si soy la señora de esta casa y tienes que hablarme con respeto que te quede eso claro!!!

—y que si no lo hago? Me va a volver a pegar? Debe sentirse satisfecha después de todo lo que ha hecho no? Su hija me quitó a Harry, mi padre está segado por su rostro de mentira y no me quiere... Eso debe de ser suficiente para usted, no entiendo que más quiere de mí...

Rosario da una pequeña sonrisa malvada mirando a Antonella con odio y repudio...

—Menos mal que ya tú destino está decidido, no serás más un estorbo...

Rosario después de decir esas palabras le da la espalda a Antonella y se va dejando la intriga sembrada en ella...

Antonella no le dió importancia a las palabras de Rosario así que subió a su habitación un poco disgustada, esas serpientes no la dejaban en paz, en algún momento tiene disgustos con ellos.