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Doncella De La Mafia

Doncella De La Mafia

Status: Terminada
Genre:Contratadas / Aventura de una noche / Mafia / Matrimonio antes del amor / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:6.9M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Li.m

Una noche ardiente e imprevista. Un matrimonio arreglado. Una promesa entre familias que no se puede romper. Un secreto escondido de la Mafia y de la Ley.
Anne Hill lo único que busca es escapar de su matrimonio con Renzo Mancini, un poderoso CEO y jefe mafioso de Los Ángeles, pero el deseo, el amor y un terrible secreto complicarán su escape.

NovelToon tiene autorización de Li.m para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

#12

Los saludos cordiales iban y venían alrededor de Anne, pero ella no podía quitar los ojos del hombre joven. Era él, Renzo Mancini, el mismo con quien se había acostado y al que le había ensuciado los zapatos. Ese tipo, un jefe mafioso, tan imponente como un león…

“Pero, ¿Qué hace él aquí?” , se preguntó Anne para sus adentros, “¿Mi abuelo sabía lo que son los Mancini? Mi padre, ¿también lo sabe? Son gente influyente, poderosa, pero… Son de la mafia…”, concluyó, recordando lo que le había dicho el jefe del club al despedirla.

—Acércate, hija —dijo Patrick Hill— Deja que los señores Mancini te conozcan.

Anne salió de su ensimismamiento y dió un paso adelante. Don Carlo le dirigió una mirada cálida y amable, sorprendiendo a la chica, quien esperaba que la contemplase con repulsión por su feo maquillaje.

—Piacere, piacere… — le dijo Don Carlo en italiano, atrapando cariñosamente la mano que Anne le extendió con timidez— Me recuerdas mucho a tu madre, Anne. Los mismos ojos, el mismo aspecto…

El corazón de Anne palpitó al oír eso. Sintió que ese anciano sabía más de su familia que ella misma. Por otro lado, Renzo permanecía inmutable luego de saludar cordialmente a los demás, sin siquiera dedicarle una mirada.

Anne sonrió y el anciano agregó:

—Disculpa a mi nieto Renzo por suspender la cena de hace dos semanas. Sé que su asistente le pidió disculpas a tu padre por teléfono, pero quería hacerlo yo mismo en persona, pues soy el principal interesado en que te cases con mi nieto.

“¿Cena? ¿Cuál?”, Anne no comprendía de qué le hablaba Don Carlo. “Dos semanas atrás, yo me había fugado…”

—Renzo — llamó el anciano mirando a su nieto — También deberías disculparte con ella: es tu prometida. Anda, no seas frío.

“No puede ser. Entonces él es con quien quieren casarme…” , se lamentó Anne por dentro. Estaba dicho: tendría que comenzar a escribir su carta de suicidio.

Renzo obedeció a su abuelo, disculpándose brevemente con una sonrisa tenue y fugaz, apenas fijándose en Anne. Su mirada delataba que no deseaba estar allí.

—Mi nieto es un hombre muy ocupado — continuó Don Carlo—. Pero al fin ha dejado de posponer este encuentro para darle gusto a este viejo — y sonrió.

—Despreocúpese, Don Carlo—intervino Leticia Dubois en tono sedoso— De todos modos, aquella vez Anne no se sentía bien.

Anne miró de reojo a su madrastra, nerviosa. Leticia la ignoró y sonrió a los Mancini.

“Entonces, conocería a los Mancini el mismo día en que me comunicaron mi compromiso…”, reflexionó Anne, con el corazón en la garganta, “El día de mi escape… ¡Madre mía…! Si fue esa noche, sé por qué Renzo canceló: estaba en medio de un asunto peligroso…”

Por otro lado, Anne estaba agradecida de que fueran los Mancini los que debieron suspender aquella reunión. Si se enteraban que ella había escapado… Por cómo venía la cosa, era obvio que su familia estaba ocultando ese suceso a los Mancini.

—Pero, por favor, Don Carlo —dijo Patrick con una amplia sonrisa, una que Anne hacía mucho no veía. Con un gesto de sus brazos, invito:— Pasemos al comedor a disfrutar del almuerzo.

Todos se sentaron alrededor de una mesa larga que relucía la mejor vajilla de los Hill. Anne se sentó justo frente a Renzo y al lado de su hermanastra, quien no había dejado de contemplar lo atractivo que era el joven nieto de los Mancini; era obvio que, si no hubiesen existido los rumores de que él era gay, Charleen estaría muerta de la envidia y tendría su ego por el piso.

El almuerzo transcurrió tranquilo. Los Mancini parecían ser dos personas de bien, educados y muy correctos, en especial Don Carlo, quien parecía encantado con Anne.

Por el contrario, Renzo Mancini practicaba una fría cortesía con todos los Hill. Era evidente que esa reunión no le interesaba demasiado; estaba allí por respeto a su abuelo. Incluso, Anne percibió que Renzo la ignoraba por completo, dándole la pauta de que aún no la había reconocido.

De todos modos, disimular los nervios era difícil para Anne. Su boca permanecía cerrada la mayoría del tiempo y solo decía lo necesario. Por dentro, ella rogaba que Renzo no la reconociera jamás.

Por otro lado, parecía ser que su maquillaje no había disgustado a nadie hasta ahora; solo Charleen y Leticia le echaban una que otra miradita a sus pecas y al tono marrón que afeaba su boca, pero nadie más la miró con la repulsión que Anne se esperaba.

Cuando terminaron de almorzar, llegó la hora del café. Para ello, se mudaron a un pequeño jardín cerrado que había en el centro del enorme caserón, con una primorosa mesa blanca y sillones de metal con almohadones.

—Me recuerda al jardín de Vittorio — sonrió Don Carlo, refiriéndose a su viejo amigo, el abuelo de Anne.

—Que bueno que le agrade, Don Carlo — dijo Patrick— Los sillones que usted está viendo son un regalo de Don Vittorio a su hija Alicia. Ella amaba este jardín…

Al oír el nombre de los Marino en boca de su esposo, Leticia hizo una mueca de desagrado, la cual intentó ocultar preguntándose en voz alta a dónde estaría Marlene, buscándola con la mirada.

—Tiene que servir el café —rezongó la madrastra. Inmediatamente, notó que Anne iba a sentarse en una silla individual —¡No, no, querida! Tú debes sentarte junto a Renzo…

Anne se puso pálida y miró al nieto de los Mancini, quien permanecía sentado en un sillón para dos. Las piernas se le congelaron.

—Vamos, niña. Acércate — insistió Leticia, dándole a Anne leves empujoncitos hasta llegar a Renzo— Tienen que empezar a conocerse, pronto se casaran — y sonrió falsamente.

—Y-y-yo… es que…— tartamudeó la joven. De ninguna manera quería estar cerca de él.

De repente, la madrastra le dio un empujón más fuerte; fue como si lo hubiera hecho a propósito para que cayera. Y su cometido se cumplió, pues la pobre Anne tropezó y cayó sobre Renzo.

Pero, al contrario de lo que quería Leticia (que era dejar en ridículo a su hijastra), Renzo la atrapó con la presteza de un caballero.

En eso, Anne y Renzo se miraron: él sintió algo familiar en esos ojos violáceos, en la calidez del cuerpo que sostenía, tan delicado, reactivando sus sentidos. Y sintió especial curiosidad por el rostro de la joven, cubierto por aquel extraño maquillaje que, en cierta forma, le causó ternura y gracia.

Renzo Mancini había caído bajo un misterioso encanto. Sus manos temblaron al sostener a Anne, pero la cercanía de la joven permitió que una nueva sensación interviniera: el deseo. Entonces, la tomó con más firmeza.

“Cambié de opinión…” , maquinó Renzo mientras la miraba, “Creo que sí aceptaré este estúpido matrimonio…”

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1
Mariana
Excelente de principio a fin .Perfecta semblanza psicológica de todos los personajes. Estilo impecable sin aburridas descripciones de paisajes y clima.Hermosa historia muy bien narrada.
Muchas gracias. Te mando un saludo y mis felicidades desde Argentina.
Gilda Herrera
Excelente estoy sin palabras estos capítulos asombrosos fascinantes de primerisimo nivel mil gracias muchos éxitos bendiciones
Gilda Herrera
Me da mucha tristeza pq las mujeres parecen q no pueden vivir sin un hombre a su lado y por ello permiten ese trato de perros a sus hijos malditas viejas
Gilda Herrera
Si debes de hacer las pruebas de Adn con Anne de ya
Gilda Herrera
Q bendición y ojalá Dakota ya se lo diga a Dyl
Anonymous
Todas estas novelas, ponen a las parejas como personas que no se tienen confianza tampoco tienen comunicación, no le ha dicho lo que le dijo. El enamorado de que estaba en peligro, no le ha dicho del tipo escondido en la ventana, solo son secretos y mentiras, que feo se ventana eso en parejas que dicen amarse
Anonymous
Mira que esa niña es tonta, siendo mafioso, no la a tratado mal y se busca ese problema, como mafioso pensaría que le tiende una trampa
Andrea Nardelli
hermosa divina
Mariana
hola autora...me encanta tu estilo, escribes muy bien, sin errores de ortografía ni sintaxis...gracias por el placer de leerte. saludos cordiales desde Mendoza Argentina.
Gilda Herrera
Tú sola te pusiste de tapete idiota na caes mal por estúpida conoces a esa víbora y todavía a ofrecerte al sacrificio ayyy q coraje tengo contigo 😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡😡
Gilda Herrera
Su hijo de Burke es Tuko
Gilda Herrera
Lo q pide es valedero triste pero Real
Gilda Herrera
Para mi q lis mató Santino ese maldito viejo cochino
Cristina Martinez
😂😂😂😂
Gilda Herrera
Renzo se cree Vito Corleone de la película El Padrino /Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/
Gilda Herrera
Ese era su as bajo la manga muy bien Anne ganara como chucha cuerera
Gilda Herrera
Eres un cínico Rosetti tú lo estás haciendo para hacer caer a Renzo y quedarte con su poder
Gilda Herrera
En algo tiene razón Anne ta esta bastante grande de edad para q ella decida con quién se acuesta aunque sea su muy amigo
Gilda Herrera
Maldito patán culero no entiendo algo de todo lo q hace Renzo ella es inocente pq llegó después de q el ta estaba en el hotel donde lo drogaron sólo él sabe
Gilda Herrera
Te lo dije eres una inmadura idiota y cierto la super cagaste niña estúpida pq no hablas con él de la verdad de tu escuela tú che familia etc
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