Aiden, el emperador, fue traicionado por su amada y su amigo, pero la bruja Raven le ha dado una nueva oportunidad para cambiar su futuro y vengarse.
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capítulo 11- farsa
- príncipe Aiden.
Daisy había ido al palacio para reunirse con la emperatriz y tuvo suerte, al poder cruzarse con el príncipe, aunque, no fue tanta al verlo acompañado por esa chica, sin duda, solo debe estar cegado por el atractivo de la chica. Le sonríe, pero Aiden la mira con molestia.
- señorita Rose, agradecería que no se interponga nuevamente en mi camino.
Sujeta la mano de Raven para apartarse de Daisy e ir a paso rápido, cada vez que la ve, recuerda su traición, mientras que Daisy no entiende porque el príncipe le huye, a Raven no le queda de otra que seguirle el paso aunque voltea a ver a Daisy la cual ya le mira furiosa.
- esa chica...¿acaso fue tu novia o prometida?
- no, pero es una de las que solo buscan el mejor estatus.
Cuando ya están lo suficientemente lejos, se detiene y al notar que llevaba de la mano a la chica, le suelta rápidamente avergonzado.
- lo siento, solo quería alejarme lo más rápido de esa chica.
- por lo que veo, no te agrada para nada y hasta donde alcance ver, ella no se veía muy feliz.
- seguramente no soporta que yo no le haga caso...
Antes fue muy astuta al actuar tan dulcemente con él y parece que le funciono a la perfección, pero ahora que sabe, se ha fijado muy bien y puede ver cuan falta es esa amabilidad que la caracterizaba en su futuro. Como no podrá presentar a Raven ante la emperatriz, la acompaña hasta la sección del palacio donde suele quedarse él, era una mansión un poco separada del palacio, ahí le reciben por la Marquesa Jones quien les dice que la cena ya esta servida.
Daisy ha llegado a la reunión con la emperatriz, siendo el centro de atención ante todos y muchas aseguran que ella será la afortunada en ser escogida por la emperatriz, ya que es bella y educada, además de ser siempre generosa aun cuando su padre apenas es solo un barón. La rubia se inclina levemente ante la emperatriz y pasa a sentarse a su lado.
- es un honor ser invitada a esta reunión.
- señorita Rose, siempre es bueno tenerla cerca, todas las jovencitas siempre están felices te tenerla cerca.
- que lindas, me alegra saber que sin bienvenida por todas.
Rápidamente todas las chicas se reúnen a su alrededor para hablar con ella, incluso preguntan directamente a la emperatriz si ella tiene planes de hacerla una candidata a princesa heredera.
- lo he considerado, quizás deba arreglarte un cita con el príncipe.
- se lo agradezco majestad, yo estaría realmente feliz pero...
Daisy baja la mirada mostrando una expresión de tristeza, lo que causa que todas se mantengan callada y la emperatriz también se preocupa.
- ¿que sucede señorita, Rose?
- es que, el príncipe ya tiene a una chica en mente. ¿Usted no lo sabía emperatriz?
- ¿que? No, el príncipe no ha dicho nada, quizás solo estás equivocada.
- yo les vi en el baile, pero, temo que esa chica nisiquiera es una chica decente.
Todas se asombran y murmuran entre preguntándose quien podría ser esa chica. Daisy mira a todas, en especial a la emperatriz, quien ya luce preocupada por las palabras de la chica.
- señorita Rose ¿usted conoce a esa chica?
- si, ella es una chica que suele jugar con distintos hombres, seguramente uso sus artimañas para seducir al príncipe.
Esas palabras ahora ya hacen preocupar aun más a la emperatriz, no puede permitir que su hijo ande una chica con una fama como esa.
- señorita Rose, gracias por informarme, no dejaré que el príncipe cometa una locura.