Hecha A Mi Medida

Mateo organizó una excursión al campo este fin de semana, lo pasamos de lo mejor, realmente Tania tiene razón, nuestros novios se caen muy bien, lo mejor es que ayer llegó de visita Marco, el mejor amigo de Gael y le tocó a Ximena hacerle compañía, se llevan muy bien y creo que se gustan, pero como los dos andan de solteros felices quien sabe si se den una oportunidad, yo no he tenido tiempo de preparar el viaje con mis suegros, pero mañana saldré de compras con las chicas y después comeremos juntos, también le pedí a Ximena que invite a Daniel y su novia, Gael quiere corresponder a la invitación de su compromiso.

Ya con las chicas recorriendo el centro comercial me ayudan a escoger algunas prendas para la celebración, un vestido color vino al cuerpo con un escote en v no muy revelador y a la rodilla me parece acertado, peo ahora falta el regalo y a mi no se me ocurre nada, no quiero algo muy genérico ni algo muy personal. Tampoco la conozco para saber sus gustos, así que Tania me sugiere que le compre dos cosas, y como la vea escoja que regalarle, total lo que no elija lo puedo cambiar a mi regreso, así que escogemos un perfume y una pulsera, contentas con el botín le llamo a mi bombón para que pase por nosotros y nos vamos a disfrutar una tarde entre amigos. Ya cuando salimos del restaurante y cada quien se fue a su casa, Gael me llevó a su departamento, pero Marco se está quedando con él, no te preocupes, somos como hermanos, no nos molestará, pero no me siento en confianza, Marco se da cuenta de mis dudas y se sienta a charlar con nosotros, realmente me deja ver que estima mucho a Gael y me dice que está feliz por que nunca lo había visto tan feliz, ya con más confianza me empezó a decir cuñada y cuando se despidió para irse a dormir me susurró al oído, tus suegros te van a adorar, solo no grites muy fuerte. Y yo me puse roja, Los dos se rieron de mi cara y nos fuimos a la cama, no quise tener sexo, pero igual mi amor me abrazó y nos dormimos pegados.

Él jueves salimos al cumpleaños que sería el viernes, viajamos al salir de la oficina, para faltar solo un día, Gael iba manejando y yo estaba nerviosa, en la parte de atrás estaba Marcó dormido, ya que Ximena se lo llevó ayer de rumba, mientras contemplaba el paisaje en que las primeras estrellas salían, comenzó a contarme algo más de su pasado, anécdotas de él y sus hermanos, y fue cuando sin querer se le salió el nombre de Sara, me contó que fue su primer amor y estuvo mucho tiempo con ella, también son darme muchos detalles me dijo que le rompió el corazón. Que no me incomodara si alguien en la casa la mencionaba, porque era un pasado no muy grato pero que tampoco se podía borrar.

Llegamos de madrugada y pasamos a dejar a Marco a su casa, y seguimos rumbo a una zona residencial muy exclusiva, no sabía que tu familia era rica, mencioné y con una sonrisa me respondió solo un poco, pero lo que hay fue a base de trabajo y esfuerzo. Son gente sencilla y trabajadora, no te preocupes. Entramos por un portón automático del cual Gael tenía control, era una residencia hermosa y muy bien iluminada, entramos sin hacer ruido y subimos a su habitación, no bajamos maletas ni nada para no despertar a nadie. Nos cambiamos, a mi me toco ponerme una de sus camisetas y nos acostamos a descansar.

Al día siguiente Gael se levantó temprano, se ducho y se vistió para subir el equipaje, yo me desperté cuando regresó y me duche rápido, me arreglé mientras el daba una vuelta a ver si ya se estaban levantando y al entrar me dijo que solo su mamá estaba preparando café en la cocina, así que bajamos a la cocina y para entrar me tomó de la cintura y me presentó con su madre, la señora volteó con una hermosa sonrisa y me saludo. - Hola Perla, bienvenida a la familia, Gael me ha hablado mucho de ti, y dejando lo que tenia el las manos me dio un cálido abrazo, uno como esos que me dan mis amigas, a Gael le dijo que le daba mucho gusto verlo tan sonriente y el abrazándome por detrás le respondió - Es que esta mujer me hace muy feliz.

Nos tomamos un café mientras charlamos y se nos iban uniendo sus hermanos, igual de cariñosos qué su madre, al final el papá de Gael entró a la cocina preguntando quien era la belleza que acompañaba a su hijo, y me dio un abrazo fuerte qué me derritió, me recordó a mi papá y lo que se siente estar en familia. Pasamos a la mesa a desayunar y después Gael y yo nos ocupamos de unos encargos de último minuto para el festejo, comimos algo ligero y nos preparamos para la cena, no había tantos invitados, pero todo estaba cuidadosamente planeado, me presentaron con todos como la novia de Gael y vi algunas cejas levantadas, como comparando me con alguien, pero si la familia me acepta los demás no me importan, ya que terminó la cena subí a la habitación y saque los regalos que traía para mi suegra, se los daré los dos, creo que se los merece por ser tan linda. Bajo y al entregarle los obsequios le doy un abrazo, que corresponde con gusto, nos fuimos a descansar, nadie comentó nada acerca de que dormía en la habitación de Gael, no juzgan y eso me gusta. El resto del fin de semana nos la pasamos en familia, dando pequeños paseos y comiendo en casa, realmente me sentí como parte de ellos. Cuando nos despedimos para volver, agradecí a todos sus atenciones y mi suegro me dijo que él me agradecía lo feliz que se veía su hijo, y que regresaramos pronto.