Un sexy genio y su mejor amigo. Pondrán el mundo de cabeza para conquistar a sus amores. Esas dos hermosas jóvenes fueron escogidas por ellos desde su niñez, pero no están dispuestas a ceder tan fácilmente y lucharán por cambiar el rumbo de su destino. Sin contar que estos dos leones territoriales no están dispuestos a dejarlas escapar.
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CAPÍTULO 23
Mientras tanto, Dimitri acorraló a alguna contra la pared y la miró a los ojos antes de besarla.
Luna trató de resistirse, Pero si cuerpo la traicionó y termino cediendo ante las caricias de su sexy mafioso.
Dimitri la llevo a la cama y le quitó la camisa para deleitarse con sus senos. Luna se perdió en el deseo y Dimitri metió la mano por su falda. Él le acarició su vientre y con su dedo buscó lo que estaba buscando. Dimitri acarició la pequeña cicatriz de la cesárea de Luna y llevó la otra mano hasta su cuello para apretarla levemente.
Luna se sintió la mujer más tonta del mundo. Dimitri siempre estuvo al tanto de que ella no podía dar a luz y que al llegar su momento debía enfrentarse a una cesárea.
Dimitri fijó su mirada en los ojos de Luna y le susurró.
—No te atrevas a mentirme. Tuviste un hijo y quiero saber si es la pequeña Estrella. Quiero saber si fuiste capaz de revolcarte con otro hombre a los pocos meses de despedirnos.
Luna negó con la cabeza y tomó un poco de aire antes de responderle.
—Estrella es nuestra hija, ella no cumple años hoy. Ella tiene un año y tres meses.
Dimitri sintió una lucha interna, por un lado, odiaba a Luna por el engaño y por el otro estaba feliz de que su bodoque fuera suyo. Ya no sería un bodoque, ahora era la princesa de papi.
Mientras tanto, Christine estacionó su auto en la entrada de la mansión y escuchó los frenos del auto de Máximo Jr. rechinar detrás de su auto.
Christine caminó hacia la entrada y Máximo Jr. la siguió. Cuando llegaron a la puerta principal. Máximo la tomó por la espalda y la abrazó. Él la presionó contra su cuerpo e inhaló el aroma de su cabello.
Christine sintió su cuerpo estremecerse.
—Te amo Christine —le susurró Máximo Jr.
Christine se giró hacia él y lo miró a los ojos.
—Mami —se escuchó una vocecita detrás de ellos y Christine se alejó lentamente de Máximo Jr.
—Ven aquí, mi pequeña —le dijo Christine a la pequeña extendiendo sus brazos para levantarla.
El corazón de Máximo Jr. se contrajo. Él no entendía la escena ante sus ojos. Entonces todas las palabras de Dimitri ebrio tuvieron sentido para él.
Christine disfrutó ver la decepción en los ojos de su amado. Por fin, él podía entender como ella se sintió en el pasado. Pero no lo dejaría sufrir más que eso. Ella había regresado para ser feliz a su lado
Entonces ella se acercó a él con la pequeña Estrella en sus brazos.
—Maxi, ven tenemos que hablar.
Máximo Jr. retrocedió, negó con la cabeza y levantó sus manos para evitar que Christine lo tocara.
—No te acerques, no me hables.
En ese momento la risa escandalosa y los aplausos de la niña los interrumpe y todos fijan su mirada en Dimitri que venía caminando hacia ella.
Dimitri ignoró a todos los presentes. El solo tomo a su pequeña y caminó con ella hacia la salida.
—Dimitri, escúchame. Déjame explicarte —le susurraba Luna con un tono de súplica.
Máximo Jr. frunció el ceño y caminó detrás de su tío. Dimitri se subió a su auto con su pequeña en brazos, Pero Máximo Jr. Logro subirse al puesto del copiloto antes de que arrancará el auto.
Las dos amigas se quedaron paralizadas.
Mientras tanto, Genoveva sonreía desde lo alto de las escaleras. En este momento, todos estaban recibiendo una lección y ella obtuvo la satisfacción de que seguía siendo sabía. Las chicas desecharon su plan y siguieron sus propios planes. Ahora debían cargar con las consecuencias de sus actos.
Dimitri iba conduciendo con su pequeña en brazos y Máximo Jr. Decidió cargarla él.
Dimitri se la entregó y aceleró hasta el fondo.
Máximo Jr. trataba de calmarlo, pero Dimitri se sentía profundamente herido. Se había perdido el primer año de vida de su hija y eso jamás se lo perdonará a Luna. Nada justifica, esta actitud tan egoísta y malvada de su parte.
Dimitri se estacionó en la playa y ahí fijó la mirada en su pequeña.
—Pa-pa, papá —le balbuceo la pequeña y Dimitri la tomó en sus brazos
—Siempre lo supiste, ¿verdad? —le preguntó Dimitri a la pequeña acariciando su mejilla.
Máximo Jr. se sintió más confundido aún.
—Qué enredo amigo. Por fin, ¿De quién es hija esta pequeña maléfica?
Dimitri golpeó levemente a su sobrino en la cabeza.
—Respeta a mi princesa. Su nombre es Estrella. Estrella Santibáñez.
Máximo Jr. No pudo evitar reír ante el descaro de su tío.
—Entonces, ¿es tu hija? Y el otro bebé de Luna, ¿de quién es?
El rostro de Dimitri se transformó.
—¿De qué carajos estás hablando?
Máximo Jr. tomó una gran bocanada de aire y le contó lo sucedido en la joyería.
Dimitri besó la frente de su pequeña y decidió no darle importancia. Si ella tenía otro hijo y era más pequeño que Estrella, sin duda él no era el padre. Entonces, él podía quedarse con su pequeña y eso nadie iba a impedirlo.
Máximo Jr. conocía perfectamente a su tío y sabía que algo muy malo estaba pasando por su cabeza. Entonces trato de persuadirlo, para regresar a la mansión y aclarar todo con las chicas. Pero Dimitri solo lo acercó a una parada de taxi y lo hizo bajarse.
—Ve por Christine y déjame en paz. Yo solo cuidaré de mi hija.
—Dimitri, ella necesita a su mamá, no inventes.
—Lárgate. Yo sé lo que hago.
Más capítulos por favor 🙏.
Gracias.