Talia una mujer de veinticinco años, ha estado profundamente enamorada de Rafael, un compañero trabajo quien desde sus comienzos allí, ha mostrado ser su caballero de brillante armadura, su amor llego a ser tan grande que incluso era demasiado obvia al respecto, llegando a despertar la curiosidad de su mejor amiga Selene, quien también pertenecía a la misma empresa y área de trabajo. Selene, en su condición como amiga de ambos comenzó a ayudarla en su objetivo de poder conquistar al hombre y llegar a declararle su amor. Todo su amor se transformó en un completo dolor, un año después, luego de ver a su amiga Selene de la mano de Rafael, anunciando su noviazgo, dolida y despechada, acepta la invitación de unos amigos a ir a un casino, Ahora para terminar de arruinar su vida, su libertad ya no le pertenecía, luego de esa noche de copas, despertó en una habitación de un hotel marcada por un ALpha.
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Capitulo 11. Actitudes
Al terminar de almorzar volvieron a la empresa juntos, salieron del auto, caminaron hacia el ascensor, lo abordaron, oprimieron el piso donde debía quedarse Talia y un piso más arriba, donde se encontraba la oficina de Maximiliano. Pararon en planta baja debido a que habían llamado al ascensor desde ese piso.
- ¡Oh! – dice una empleada que se disponía a utilizarlo, acompañada por otros compañeros, pero todos se detuvieron al ver la presencia de Maximiliano dentro. Era costumbre que cuando los de alto rango en la jerarquía empresarial, hacían uso del ascensor, los empleados deben esperar a que otra cabina llegue, siendo una forma de respeto hacia su superior. Se cierra nuevamente la cabina del ascensor y todos comienzan a hablar de haber visto a Talia compartir el ascensor con Maximiliano.
- El chisme va en aumento – le dice Talia a Maximiliano luego de comenzar a subir nuevamente
- Si, será de esa forma durante un tiempo – le dice, llegan al piso de Talia y la mujer sale del ascensor - ¿Tienes mucho trabajo? – le pregunta deteniendo la puerta con el botón.
- Hay toda una pila de documentos esperando por mí – le dice suspirando.
- Bien, entonces te esperare – le dice – llamame a la extensión en cuanto termines.
- ¿Para qué? – no veía motivo por el cual esperar por ella
- Para llevarte hasta tu casa, obviamente – sin esperar la respuesta de la mujer, se cierra la puerta del ascensor y se marcha.
Camino por el pasillo, llego a la puerta del departamento, respiro profundo y coloco su mano para empujar la puerta y entrar, pero vio una mano más grande a la de ella apoyarse también a la puerta y empujarla, Talia vio hacia arriba para ver de quien se trataba.
- ¿Comiste bien? – le dice Rafael sonriéndole de forma amable.
- Si – le dice mirando hacia el frente y terminando de entrar, siendo lo más política posible.
- Oye Talia – le dice Rafael, notando el cambio repentino de actitud de la mujer
- ¿Si? – se voltea a mirarlo, pero algo era diferente en ella, ya no era la misma forma amable y cálida con la que solía hablarle - ¿se le ofrece algo? – le dice seria.
- Pues, en realidad no es un tema laboral, pero…
- En ese caso iré a mi puesto de trabajo – se da la vuelta para ir a su cubículo
- ¡No!, espera – le dice tomando su hombro para detenerla.
- ¡Rafael! – le dice Selena entrando a la oficina - ¿Qué sucede? – le pregunta viendo al hombre tomando el hombro de Talia
- Pues, yo solo…
- Estaba dándome unas sugerencias sobre mi trabajo – le dice Talia a la mujer
- Ah, ¿es así? – le dice a Rafael
- Sss… Si – le responde el hombre, no entendía porque Talia estaba comportándose de esa forma, y porque le mentía a Selena, ¿no se suponía que eran mejores amigas?
- Mmmm, bueno, está bien – le responde Selena sonriendo de la forma amorosa y carismática en la que siempre solía hacerlo.
- Aclarado el punto, volveré a mi puesto de trabajo – le dice viendo a Rafael, luego se da la vuelta y camina hacia su puesto de trabajo.
Durante toda la tarde Talia se mantuvo concentrada en terminar su trabajo, la cantidad era mucha, tenía suerte si lograba terminar todo eso para el final del día, además de que debía realizar la presentación para un nuevo proyecto, algo que tomaba mucho tiempo hacerlo, quizás deba trabajar desde su casa luego de salir de allí, para poder tener todo listo para el día siguiente.
- Talia, ¿ya tienes impreso el informe que se utilizara para la reunión? – le dice Rafael
- No, lo imprimiré en un momento – le dice escribiendo en la computadora, respondiendo unos pedidos.
- Bien, necesito que lo hagas ahora por favor – le dice, Rafael parándose frente a ella.
- Bien – le dice levantándose, su rostro era inexpresivo.
- ¿Todo está bien? – le pregunta de forma discreta
- No podría estar mejor – le dice – ya vuelvo con el informe – se va hacia el cuarto de copias, allí se encontraba Selena.
Talia ignoro a la mujer que se encontraba tomando sus copias de la impresora, ingresa en la computadora del lugar, busca en la red empresarial el informe y lo envía para imprimir.
- Me tomo de sorpresa lo tuyo con el gerente – le dice Selena de improviso, Talia no volteo ni a mirarla, se limitó a seguir viendo salir las hojas impresas de la impresora – nunca hubiera imaginado que, tu lograras llamar la atención de ese hombre – le dice riendo, queriendo decir que Talia era muy poca mujer como para estar al lado de un hombre como Maximiliano – además de que siempre fuiste clara en tu repulsión sobre los Alphas como él – sigue hablando - ¿Qué te hizo cambiar de parecer sobre tu manera de verlo? – le pregunta, pero no tiene respuesta - ¿estas embarazada acaso? – obviamente ella creía que Talia había utilizado alguna artimaña para poder convencer a un hombre como lo era Maximiliano, para casarse, aunque su suposición no se encontraba tan lejos de la realidad, ya que en lugar de eso, había sido marcada por el hombre, pero eso ella no lo planeo - ¿Por qué no me contaste nunca sobre tu cercanía con el gerente? – le dice de forma amigable, utilizando el mismo tono de voz que solía hacer para parecer la amiga preocupada.
- ¿Por qué? – le dice Talia, rompiendo el silencio - ¿ibas a ayudarme a conquistarlo de la misma forma en la que hiciste con Rafael? – le dice viéndola.
- Si – la mira amigable – te hubiera apoyado – le sonríe
- Ya deja de fingir, no es algo que se te vea bien ahora – le dice seria, toma las copias de la impresora y se dispone a dejar el lugar, pero Selena la detiene.
- ¡Espera! – toma su mano, enseguida Talia la aleja – por favor Talia, no me trates de esta forma – le dice viéndola con aflicción – te dije que lo de Rafael no lo planee – comienza a llorar – pero voy a terminar con él, por ti.
- ¿Qué? – dice Rafael sorprendido, luego de escuchar lo que Selena acababa de decir.