ella fue secuestrada el día de su boda, el día más importante de su vida
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capitulo 11
Lucas soltó una carcajada fría y despreciativa, disfrutando cada segundo del tormento de Carmen y de la mirada de horror que se reflejaba en los ojos de Mireya. Él se movía con la confianza de un titiritero experto, manipulando emociones con una precisión aterradora.
—¿Por qué no te relajas Carmen?—dijo mientras jugueteaba con el cabello recién cortado de Mireya, sosteniéndolo entre sus dedos como si fuera un trofeo de guerra— No puedes obligarme a sentir algo por ti Lo que tengo con Mireya es real y único,
Las palabras resonaron como un golpe seco en el corazón de Carmen. Sus labios temblaron, y su expresión de furia se mezcló con una desesperación que no podía ocultar. Mireya, con las lágrimas contenidas y el cuerpo paralizado por el miedo, desvió la mirada, evitando cualquier contacto visual. La culpa la asfixiaba, pero no podía arriesgarse a decir nada. Un solo gesto podría desatar un infierno aún mayor.
—¡Eres un maldito bastardo!—gritó Carmen, incapaz de contener más su rabia. Dio un paso hacia él, pero Lucas alzó una mano, deteniéndola con una advertencia muda, aunque cargada de amenaza.
—No olvides tu lugar, Carmen—dijo con una voz gélida y cortante— Si no puedes aceptar cómo son las cosas, quizás debas recordar lo que sucede cuando me desobedecen,
La amenaza no era vacía, y Carmen lo sabía, Aunque sus ojos ardían con furia, dio un paso atrás, derrotada momentáneamente. Las lágrimas seguían surcando su rostro, pero se negó a soltar un sollozo. No le daría esa satisfacción,
Lucas, satisfecho con su victoria, jaló a Mireya con brusquedad, obligándola a caminar a su lado.
—Vamos, querida, Nuestra cena nos espera—dijo, mientras avanzaba por el largo pasillo con ella,
Cada paso que daba Mireya era un tormento, Su cuerpo temblaba incontrolablemente, y su mente se encontraba en un constante caos, Sabía que cualquier movimiento en falso, cualquier palabra fuera de lugar, podría costarle caro,
Cuando llegaron al comedor principal, Lucas empujó a Mireya hacia una silla ornamentada, decorada con flores y velas encendida, La habitación estaba preparada con precisión, como si se tratara de un espectáculo teatral diseñado únicamente, atormentarla,
—¿No es romántico?—preguntó Lucas con una sonrisa torcida mientras servía dos copas de vino— Un momento perfecto para nosotros dos, sin interrupciones,
*habitación decorada*
Mireya no respondió, Apenas podía mirarlo sin sentir que el aire se le escapaba, El hombre que alguna vez creyó amar se había convertido en su peor pesadilla, un monstruo que disfrutaba destruyéndola desde dentro,
Lucas se inclinó hacia ella, tomando su rostro entre sus manos con una fuerza que no permitía resistencia.
—Tienes que entender algo, Mireya—susurró con un tono que simulaba ternura, pero que estaba lleno de veneno— Todo lo que hago es por ti, para que aprendas a ser la mujer que quiero a mi lado,
Mireya sintió un nudo en la garganta. Quería gritarle, escupirle en la cara, pero sabía que cualquier acto de rebeldía solo empeoraría su situación, Todo lo que podía hacer en ese momento era respirar hondo y mantener la calma. Por difícil que fuera, debía sobrevivir,
Desde una esquina lejana, Carmen observaba la escena, incapaz de apartar la vista, Sus manos estaban apretadas en puños, y su corazón ardía de odio y celos. En su mente, juraba que haría pagar a Mireya por todo lo que estaba sucediendo, incluso si eso significaba destruirla por completo,
Lucas, por su parte, disfrutaba de su juego macabro. Había logrado lo que quería: mantenerlas a ambas bajo su control, sumergidas en una guerra emocional donde él tenía todas las cartas.
La búsqueda de Caesar
Mientras tanto, lejos de la mansión, Caesar conducía con el rostro tenso y los ojos enfocados en el horizonte. Había una reunión importante esperándolo, y sabía que no podía fallar. Su mente no dejaba de pensar en Mireya, en lo que podría estar enfrentando en ese momento. Cada minuto que pasaba sin ella era un martirio,.
Sentado junto a él estaba su primo Sebastián, un hombre conocido por sus conexiones y su capacidad para resolver problemas complicados. Caesar sabía que necesitaría toda la ayuda posible para enfrentarse a Lucas y recuperar a Mireya,
—¿Estás seguro de esto?—preguntó Sebastián, mirándolo de reojo— Lucas no es alguien con quien se pueda jugar,
—No me importa lo peligroso que sea—respondió Caesar, su voz firme y decidida— Haré lo que sea necesario para traerla de vuelta,
Sebastián asintió lentamente. Conocía a Caesar lo suficiente como para saber que no cambiaría de opinión,
Cuando llegaron al lugar de la reunión, un almacén abandonado en las afueras de la ciudad, Caesar salió del auto con determinación. Un grupo de hombres ya los esperaba, hombres leales que estaban dispuestos a arriesgarlo todo por él,
—Necesitamos un plan sólido—dijo Caesar, mirando a todos los presentes— Lucas no se detendrá hasta que logre lo que quiere. Si vamos a enfrentarlo, debemos estar preparados para lo peor,
Los hombres asintieron, y Sebastián tomó la palabra,
—Tengo información sobre los movimientos de Lucas, Sabemos dónde está su base principal, pero necesitarás más que fuerza bruta para entrar ahí. Este hombre siempre está un paso adelante,
Caesar apretó los dientes, sintiendo la frustración crecer dentro de él,
—Entonces tendremos que ser más inteligente, No pienso dejar que siga teniendo a Mireya bajo su control—dijo,
Esa noche, mientras los hombres discutían estrategias, Caesar se apartó por un momento, buscando algo de calma Miró al cielo estrellado, sus pensamientos llenos de Mireya
—Te encontraré, Mireya—murmuró para sí mismo— No importa lo que cueste, no permitiré que él te haga más daño,
En algún lugar, Mireya luchaba por mantenerse fuerte, mientras Caesar prometía con cada fibra de su ser que pronto la rescataría, Pero ambos sabían que el camino hacia la libertad estaría lleno de obstáculos y peligro, La batalla aún no había terminado, y el destino de ambos estaba a punto de cruzarse de formas que ninguno podía imaginar,
*Caesar iba a una reunión para pedir ayuda y poder ir a rescatar a Mireya*
espetemos que te pueda rescatar