Klea es policía en Interpol, destacada en la región de Almería para mejorar la gestión de registros de los migrantes.
Alejandro es juez en la dependencia policial en Almería y tiene una relación tóxica con Victoria, pero le gusta mucho a Klea.
Ambos van a compartir una vida como perro y gato, silencio y burlas, odio y sarcasmo, hasta que la llegada de Kader hace los cambios pertinentes.
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Plan de Victoria
La policía tuvo que hacer cordón de seguridad para controlar a los nuevos migrantes, para que sean registrados en orden, dando prioridad a mujeres y niños. Klea estaba sola en ese momento, otros policías hacían la toma de huellas a los varones para ir avanzando con el primer filtro, y conforme encontraban en el sistema alguna seña sospechosa era conducido hacia la oficina de Alejandro.
Con una taza de café a su costado y bajo la palma de su mano tenía papeles y un bolígrafo, a su lado tenía un traductor, tenía que investigar un poco sobre la historia de ese individuo. Aunque le hubiera gustado tener a Klea a su lado, aprovechando que podían estar juntos y demostrarle que tan profesional él es, y no solo convencerla sino conquistarla de a pocos.
Mientras ellos trabajan, Victoria busca a Alejandro, necesitaba hablar con él, quería una explicación por el cambio de decisiones a última instancia. A ella no le gustó que Alejandro haya puesto todas las acciones de la compañía a su nombre sin su consentimiento.
Le molestó mucho saber que se había ido temprano a trabajar, en lugar de esperar, ella se dirige al centro laboral.
Durante la entrevista, el juez tiene frente a frente a un asesino, este hombre manifestó estar arrepentido, que ha venido aquí con su esposa, y suplica ayuda, a cambio de portarse bien.
- Bájalo y llévalo a la celda, pero para ello primero debo conocer a su esposa, informar que él está en calidad de inadmisible.
- Sí, señor juez.
Ambos bajan y Alejandro le pide a Klea un favor.
-Klea necesito que me ayudes a buscar a la esposa de este asesino, que ella sepa que será deportado en el transcurso de la mañana.
Klea se disculpa con la mujer que atendía, y con él fueron a buscar a la mujer del tipo. La mujer reconoce a su esposo, no fue necesario buscar tanto.
La intendente le habla a la señora.
-Este hombre que nos acompaña ¿es su esposo? – le pregunta Klea
- Si – ella contesta con miedo al ver tres personas y que él se le veía abatido.
- Afirmativo - le dice Klea a Alejandro
- Dile a la señora que su esposo no puede permanecer aquí, será deportado en el transcurso de la mañana por prófugo de la justicia.
- Señora, lamento informar que su esposo tiene que ser deportado en el transcurso de la mañana.
La mujer se desmorona emocionalmente. El juez, al ver la tristeza de la mujer le dice Klea que por cometer múltiples asesinatos debe abandonar cuanto antes el territorio. A la intendente le es un poco difícil explicarle, ella está irrazonable, no quiere separarse de él, pero es necesario, un asesino no puede quedarse aquí.
El policía lleva al hombre a la celda para procesar su expulsión del territorio español. Alejandro y Klea van dejando atrás esa escena, Klea debe seguir atendiendo a la personas que están haciendo cola. Mientras charlan, Victoria los ve y hace una escena de celos. Ya dejando en ridículo a Alejandro, sin poder aclarar el malentendido, ella se fue echa un manojo de nervios.
- No le prestes atención, está loca. – Alejandro le sonríe a Klea.
- ¡Que novedad! – a ella le importó muy poco.
Alejandro dejó de sonreír, debe continuar con el trámite de expulsión.
¿Qué se trae en mente Victoria? ¿Hacia dónde va? Cómo Klea y ella son enemigas declaradas, pues busca una manera de vengarse por quitarle su novio. Por internet, ella logró conseguir la dirección actual de la intendente, pues ¿Qué podría hacer allá? ¿Destruir su departamento? ¿Quemarlo? ¿Difamarla ante todos los residentes del edificio? Solo ella sabe lo que está pasando por su cabeza.
Al llegar al condominio, pregunta al conserje por Klea Vergara.
-Buenos días, señorita. Lamento informar que no se encuentra en este momento. – comentó el conserje – Pero usted me dejar su mensaje, apenas viene le entrego su nota.
- Soy su amiga, Victoria Burga, necesitaba verla. Tengo entendido que ella cuida de dos niños. – intenta sonar lo más natural posible para ingresar al condominio.
- Déjeme consultar con los padres de la señorita, ellos están a cargo de los niños.
- ¡Ah, ok! – su plan no funcionó, pero no puede irse así sin hacerle nada.
El conserje comunica a los familiares de Klea que hay una visita de nombre Victoria Burga. Ellos conocen el nombre de Victoria, pero no el apellido y pensaron que de seguro es otra que viene de visita y aceptan que se la deje pasar.
- Señorita, Victoria. Puede pasar, es al tercer piso, puerta tres cero uno.
- Muchas gracias.
Victoria sigue pensando en lo que podría hacer para alejarla de su novio. Ella toca la puerta y espera con paciencia hasta que le abran.
-Buenos días, señorita Victoria. Pase, gusto en conocerla. – responde el señor Vergara
-Buenos días. Soy amiga de Klea, quería ver a los niños que ella cuida. – muestra educación.
- Bueno, solo tenemos a Alma, que es casi nuestra nieta, mi hijo la adoptó. – comenta con orgullo.
- ¿Y cómo está la pequeña Alma? – tiene actuar y mostrar interés.
- Ya está en Madrid, yo por mientras cuido el departamento de mi hija, mi esposa está cuidando de Kader en el hospital, está enfermo.
- ¡Oh! – se contenta, pero de inmediato corrige su postura - ¿En qué hospital se encuentra, quizá su esposa necesita algo de ayuda?
- Le daré los datos del niño para que le puedan dar el pase. – el papá se muestra muy amable.
- Muy amable de su parte. – está feliz de poder hacer algo que le pueda costar el empleo de Klea.
Victoria muestra una sonrisa de satisfacción al salir del departamento, muestra su educación y se encuentra cara a cara con Eduardo. Él la saluda, pero ella se fue directo.
-Señor Vergara. Buenos días.
- Eduardo Sotelo ¡Qué gusto de verte hoy! – sonríe el señor.
- La tipa no responde al saludo, parece Stefany.
- ¿Stefany? – el señor no conoce a nadie con ese nombre
- Si, la novia de Chucky. Pero se parece a la que se da aires de grandeza y es popo de elefante con mucho aroma para parecer cara.
El señor Vergara se ríe con gusto.
- Siempre de buen humor. Me simpatizas mucho.
- Hablo en serio, por el, aspecto se parece a Victoria, la archienemiga de Klea. Ella me mostró su foto. Es una tóxica posesiva de ratas.
- ¿Cómo dices? ¿Ella es la archienemiga de mi hija? – recién despierta del engaño.
- Se parece mucho a la mujer de la foto.
- ¿Estás seguro? Ella dice ser amiga de mi hija, y pedido por los niños, ha sido bien educada.
- Se le parece, pero no vendría mal avisar a Klea que se cuide.
- No, mejor le diré que vaya al hospital porque va a ir ver Kader.
- Llámela ya. Esa tóxica y posesiva que se cree victoria y está vencida, puede hacer daño al niño.
- Si no fuera por ti ¿Qué podría pasar?
- Ya me estoy yendo, no vemos a la noche.
El papá de Klea la llama, el celular suena, nada que conteste. Vuelve a llamar y nada. Eso es desesperante, intenta llamar a su esposa para prevenirla, pero suena ocupado. El pobre hombre se siente mal, y no le queda de otra que tomar un taxi e ir al hospital evitar que esa mala mujer haga daño a Kader.
Todo parece ir mal, ningún taxi disponible, todos con clientes. El tiempo corre y la angustia se hace más pesada. Hasta que un taxi paró y acepta llevarlo al hospital. Es una carrera contra reloj.
Lo curioso de todo, por así decirlo, el conserje llama a Klea y en ese momento es que ella responde.
- Señor Cuadrado, buenos días. Dígame.
- Señorita, de parte de su vecino de piso, me ha contado que algo pasó en el hospital dónde tiene al niño Kader.
- Pero mi mamá y mi papá no me han dicho nada.
- No sé qué decir, señorita Vergara. Pero su vecino de piso estaba preocupado y a su padre lo vi mal. Salió a buscar taxi.
- Entonces es mi papá que se puso mal. Voy para el hospital ahora mismo. Gracias por el aviso.
“Kader en peligro – piensa Klea – Eduardo piensa demasiado. Pero no creo que capaz de bromear con algo así, pero mi papá se siente mal”
Klea no esperó más y se fue.
- Intendente Vergara, ¿Dónde va?
- Debo atender una emergencia.
- Yo la llevo, dígame dónde voy.
- Al hospital.