Zach y Dylan llevan una relación bonita y perfecta. En años de Relación, nunca se les ha visto discutiendo y mucho menos separados.
Pero cuando Zach queda embarazado, muchas cosas comienzan a pasar y cambiar todo.
El amor que se tienen, podrá ser fuerte, tanto que lograrán superar todos los obstáculos que la vida les tiene preparados.
NovelToon tiene autorización de D J Becker para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
10
Sin esperar respuesta, besé aquellos rosados labios, mordiéndolos y succionándolos a mi antojo, permitiéndome explorar el perfecto cuerpo de mi amado una vez más. Delineando con mis dedos cada centímetro, cada curva en su anatomía. Besando y lamiendo su piel.
— Dylan — gimió ronco y fuerte cuando me froté contra él, pegando nuestros cuerpos tanto como era posible.
— Estás excitándote muy rápido, amor. —me burlé al sentirlo contra mi intimidad.
— C—cállate. —se sonrojó con violencia, adoptando un tono encantador.
Tomándolo por los muslos lo levanté, ayudándome de la pared para mantenerle prensado entre mi cuerpo y esta. Zach por inercia rodeó mis caderas con sus piernas, aferrándose como koala mientras devoraba mis labios con necesidad.
— C—cama —logró decir entre jadeos.
— ¿Qué? —musité demasiado entretenido lamiendo parte de su mandíbula y cuello.
— V—vayamos a la cama, a—aquí no.
— No sería la primera vez que te tomo contra la pared.
— Tenemos que ser cuidadosos. —acunó mi rostro, mirándome serio, pero con brillo lujurioso en sus orbes.
— Lo seremos —prometí besando su hermosa nariz de botón—Jamás te lastimaría a ti o al bebé.
— Lo sé. —enredó sus dedos entre mi cabello, halándolo cada tanto, conforme aumentaba el ritmo con el que frotaba nuestras pelvis.— Oh mi dios. —gimió.
Era inevitable no sonreír ante lo increíblemente sensible que Zach estaba. El más mínimo roce conseguía erizar su piel, dejando al aire libre un sin fin de suspiros y jadeos que no podía contener. Supuse entonces que el embarazo tenía mucho que ver.
¡Mierda, lo había olvidado!
— Cielos, Zach, espera. —le alejé abruptamente de mi cuerpo en cuanto recordé la sorpresa que tenía para él.
— ¿Q—qué pasa? —murmuró asustado, aún jadeante por lo que estábamos haciendo hasta hace unos instantes.
— Espera aquí. —le bajé con sumo cuidado, corriendo hasta la encimera donde solía colocar mi maletín.
—¿Dylan? —su rostro denotaba confusión pura, miedo en parte—Amor ¿Qué pasa?
Estaba arruinando aquel momento, lo sabía de antemano, pero mis necesidades carnales podían esperar un poco. Aquello que tenía en mente, no.
— Dylan ¿Qué estás...?
— ¡Aquí está! —exclamé en cuanto hallé aquello que compré por la tarde, camino a casa.
— ¿Qué es eso? —murmuró Zach aún agitado y sonrojado.
No respondí, en su lugar me senté en la cama para después hacerle un gesto con la mano, invitándolo a unirse conmigo. Mi novio me miró con desapruebo, casi con enojo, era obvio que cortar nuestro momento erótico no le causó gracia alguna. Pero aún así accedió a mi petición, sentándose junto mío.
— Te compré un regalo. —la expresión de Zach se suavizó—Bueno, en parte también es para el bebé. —escabullí mi mano libre hasta su vientre.
— Oh. —sus mejillas volvieron a encenderse— ¿En serio?
—Sí —sonreí con ganas— ¡Ábrelo!
—Dylan, no debiste. —acarició mi mejilla, aceptando el envoltorio con su mano libre.
—Tal vez te parezca estúpido, pero realmente me agradó la idea de comprarlo para ti. —solté repentinamente ansioso en cuanto le vi desenvolver el paquete con sumo cuidado. No sabía si lo que había dentro iba gustarle o no.
Zach no respondió, simplemente retiró la envoltura, sacando uno a uno los cuatro objetos incluidos en el paquete. Se trataba de un álbum de fotos, acompañado de un marcador de punto fino, una cinta métrica y una cámara de impresión instantánea. Todo lo necesario para la creación de una especie de bitácora que narraría el desarrollo de nuestro bebé.
— ¿Qué? —jadeó.
—Sí, lo sé. Es bobo. —atajé, víctima de la inseguridad— Demasiado cursi quizá, pero la idea de tener un bebé está matándome de emoción. Es una etapa que quiero inmortalizar en mi memoria, detallar los cambios, anécdotas o emociones que experimentemos a lo largo de este embarazo. Probablemente pienses que soy un niño por....
—Me encanta. —interrumpió, sus ojos ligeramente brillantes.
— ¿Qué?
—Dylan, me encanta la idea. —sonrió genuinamente hasta formar dos medias lunas con sus ojos—Es hermoso.
— ¿En serio? —Zach asintió, pero algo en su rostro se crispó, incluso sus ojos brillaron aún más— Cielo, no llores.
—N—no estoy llorando. —sonrió—Es solo que me conmueve el que estés tan emocionado como yo con la noticia del bebé. Me siento muy, muy feliz.
—Yo más, créeme. —me incliné a besar su frente.
—Pensé que jamás podría darte un hijo. —confesó con ojos cerrados.
— No hablemos de ese tema .—acaricié la suave piel de sus mejillas—Es pasado.
—Tienes razón. —sonrió—Me enfocaré en el presente.
—Entonces.... —me levanté arrastrándolo conmigo —Empecemos nuestra primera anotación para el álbum
— Adelante. —me extendió la cinta métrica.
Zach descubrió su vientre, levantando la enorme camiseta, permitiéndome comprobar que en estas diez semanas su abdomen había crecido una minúscula pero significante cifra de tres centimetros. Posteriormente, le hice colocarse en una de las paredes frontales de tal forma que pudiera fotografiar su imagen de perfil.
Muchas gracias autor@, tu historia está genial 🫂