En esta nueva aventura, Liz Asiria, la sirena bruja, se embarca en una travesía con su variado grupo de amigos: Kai, un vampiro con habilidades sobrenaturales; Basil, un dragón legendario conocido como Leviatán; Demian, un semidios con la esencia de Anubis en sus venas; Sirius, un hombre lobo Alfa con un instinto agudo; y Melissa, una cazadora experta. Juntos descubren una antigua puerta escondida en las profundidades del océano que los transporta a Akvy, un mundo lleno de enigmas y desafíos.
En Akvy, el grupo debe enfrentar una serie de pruebas mágicas y secretos oscuros que podrían desestabilizar tanto su mundo como el nuevo al que han llegado. Cada uno utilizará sus habilidades únicas para resolver misterios, luchar contra criaturas y descubrir la verdad detrás de la puerta interdimensional. La aventura pondrá a prueba su valentía y la solidez de su amistad mientras exploran este enigmático y peligroso nuevo reino solo para cumplir con la profecía de la "hija de Poseidón."
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Capítulo 11: No lo ocultare mas...
Liz se encontraba en su habitación, sintiendo que había cometido un error al dejarse llevar por su egoísmo. Era poco más del mediodía, y el peso de sus decisiones recaía sobre ella como una sombra implacable. Con un suspiro profundo, decidió meterse a la ducha, esperando que el agua pudiera lavar no solo la sangre de su cuerpo, sino también el remordimiento que la asfixiaba. A pesar de que su poder de bruja había sanado cualquier marca visible, no podía borrar las heridas invisibles que le causaban sus recientes acciones.
Mientras el agua caliente caía sobre ella, Liz dejó que sus pensamientos fluyeran tan libremente como el líquido que se llevaba el rastro de la batalla.
"¿Por qué tuve que precipitarme?" - murmuró para sí misma mientras abría aún más la llave de la ducha. - "Si tan solo los hubiese esperado... pero Kai pudo haber herido a alguien."
La duda y el arrepentimiento la atormentaban. No podía dejar de reprocharse por lo ocurrido, preguntándose si realmente había tomado la decisión correcta. Después de un rato, salió del baño y se vistió rápidamente. Su mente aún estaba en caos, y se sentó en una silla en la esquina de la habitación, intentando encontrar algo de claridad. Los recuerdos de su encuentro con Kai se deslizaron en su mente, provocando una leve sonrisa que se formó en sus labios, seguida por un rubor que coloreó sus mejillas.
"¡No puede ser! ¿En qué estoy pensando?" - se recriminó, agitada.- "No puedo sentir nada por Kai... él no es mi tipo, solo es un amigo. Y además... sé bien cuánto le gusta a Melissa. Debo aclarar las cosas antes de que esto empeore."
Determinada, Liz se puso de pie y salió de su habitación, su corazón latiendo con fuerza a medida que se acercaba lentamente a la puerta de la habitación de Kai. Necesitaba hablar con él, poner las cosas en claro antes de que las emociones que empezaban a florecer entre ellos los arrastraran a un punto sin retorno. Al no obtener respuesta a su llamada, Liz giró la perilla y abrió la puerta con cuidado, encontrándose con Kai, quien la miró con una mezcla de sorpresa y algo que no podía descifrar.
"Kai, yo..." - comenzó a decir Liz, de pie en la puerta, pero las palabras se atascaban en su garganta.
El corazón de Liz comenzó a acelerarse, como si fuera a escapar de su pecho al mirarlo a los ojos. Había algo en la mirada de Kai, algo que la inquietaba y al mismo tiempo la atraía con una fuerza irresistible.
"Creo que no es un buen momento, Liz." - dijo Kai, con un tono pensativo.
"Necesito disculparme contigo... tomé decisiones precipitadas y te metí en problemas otra vez." - dijo Liz, con un tono de arrepentimiento que reflejaba su corazón herido.
Kai la observó en silencio por un momento, sus ojos oscuros llenos de una mezcla de sentimientos.
"No te culpes, todo esto fue culpa mía en primer lugar, por ser un vampiro. Incluso ahora te estoy quitando el tiempo en vez de avanzar con la profecía." - respondió Kai, con una amargura que no pudo ocultar.
Liz negó con la cabeza, sus ojos fijos en los de Kai.- "No digas eso, Kai. Si no fuera porque eres un vampiro, yo jamás te habría conocido o al menos no de esta manera. Después de todo, ni siquiera somos de la misma época."
Las palabras de Liz sorprendieron a Kai, dejándolo momentáneamente sin palabras. Sabía que tenía razón, pero por primera vez, sintió que tal vez había una pequeña esperanza de que Liz pudiera corresponderle algún día.
"Me has ayudado mucho y te considero alguien importante en mi vida. Tú eres un gran amigo para mí." - dijo Liz, con una sinceridad que hizo que algo en Kai se derrumbara.
"¿De modo que no me ves como algo más...?" - preguntó Kai, su voz temblando con una mezcla de esperanza y temor.
Kai se armó de valor y continuó, sus palabras saliendo antes de que pudiera detenerlas.- "Sabes que te amo, y ese beso... fue lo más hermoso que me ha pasado desde que me convertí en esto..."
Liz bajó la mirada, luchando por encontrar una respuesta. No sabía cómo explicarle lo que había sentido en ese momento. Ni siquiera entendía por qué había correspondido al beso.
"Kai, yo... no sé qué sucedió en ese momento, ni siquiera entiendo por qué te correspondí. Tal vez solo fue la situación en la que estábamos, lo que complicó todo, pero no te amo." - confesó Liz, su voz cargada de confusión.
Kai se acercó a ella, sus pasos seguros y determinados. Al llegar junto a Liz, quien estaba recargada contra la puerta, extendió su brazo con naturalidad y lo apoyó sobre el marco, justo al lado de su cabeza. La proximidad entre ambos era palpable, y el corazón de Liz latía con fuerza al sentirlo tan cerca.
"Dime que no te gustó ese beso, niégalo ahora, y te prometo que nunca volveré a sacar el tema. Por favor, sé honesta... aunque me destroce, lo soportaré." - dijo Kai, su voz quebrándose levemente.
Liz no pudo contestar, su mente una tormenta de emociones. Kai la miraba intensamente, buscando respuestas en sus ojos, y el silencio de Liz solo incrementaba la tensión entre ellos. Sin advertencia, Kai cerró la distancia entre ellos, sus labios encontrando los de Liz en un beso inesperado y lleno de intensidad. Liz, sorprendida al principio, sintió una oleada de emociones atravesarla, como si todo lo que había estado intentando ocultar finalmente hubiera salido a la luz.
Por un instante, el mundo desapareció a su alrededor, y sólo existían ellos dos, sumidos en la profundidad de un sentimiento que habían reprimido durante demasiado tiempo. El beso se prolongó, ardiente y lleno de una verdad que ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir en voz alta. Pero entonces, como si una realidad fría la golpeara, Liz recordó dónde estaban y lo que esto significaba. De repente, empujó suavemente a Kai, apartándose de él.
"Esto... no debería haber pasado." - susurró Liz, su voz temblando mientras apartaba la mirada, incapaz de enfrentar los ojos de Kai.
Kai permaneció en silencio, su respiración irregular, pero sus ojos fijos en los de Liz, buscando respuestas. Había correspondido al beso, sí, pero ahora el miedo y la confusión la dominaban, empujándola a dar un paso atrás, como si distanciarse pudiera borrar lo que acababa de ocurrir.
"Fue un error." - repitió Liz en voz baja, sintiendo cómo el peso de sus palabras la aplastaba.
Kai la observó mientras Liz se alejaba, la tensión aún palpable en el aire. - "Sabes que sientes algo por mí... ¿por qué negarlo?" - preguntó Kai, su voz cargada de una desesperada esperanza.
"Porque tú le gustas a Melissa y yo... jamás podría entrometerme. Además, esto no significa que esté segura de lo que siento por ti." - dijo Liz, sus palabras llenas de incertidumbre.
Kai negó con la cabeza, la frustración brillando en sus ojos.
"No me importa Melissa en lo más mínimo. Siempre has sido tú, y siempre serás tú la dueña de mi corazón." - dijo Kai, con una intensidad que hizo que Liz titubeara.
"Por favor, Kai, olvidemos esto... necesitamos volver a nuestro hogar, así que por ahora concentrémonos en la profecía y hagamos como si nada." - pidió Liz, desesperada por escapar de la situación.
Kai asintió lentamente, aunque sus ojos mostraban que no estaba dispuesto a dejarlo pasar tan fácilmente.
"Voy a apoyarte con la profecía, pero no seguiré fingiendo que no siento nada por ti y mucho menos olvidaré que me has correspondido cada uno de los besos que te di." - dijo Kai, su voz firme.
Liz cerró los ojos por un momento, intentando controlar las emociones que se arremolinaban dentro de ella. Luego, abrió la puerta y dio un paso hacia afuera, dejando que el aire fresco la ayudara a calmarse.
"Bien... Ahora salgamos de aquí." - dijo Liz, sin mirar atrás.
Ambos salieron de la habitación en busca del resto para dirigirse a donde los ancianos de Falfit, sabiendo que, aunque intentaran dejar atrás lo ocurrido, la tensión entre ellos seguiría presente, esperando el momento para resurgir.
lo que no confío es en la loca de Liz... ella y sus sensaciones es profundas...ya me va a corromper a mi Nessi.../Smug/
Nessi te trasnformaste que emoción que emoción.. Ahora sí Ahora sí Liz va a tener sus sensaciones profundas...
/Grin//Grin//Grin//Grin/
pero tranquilo no te preocupes que cuando te conviertas en adulto ella va a tener sus sensaciones profundas lo repito va a tener sus sensaciones profundas de ataques hormonales y todo lo demás que va a querer abrirte las piernas totalmente así que cálmate ah no mejor no no no no abrirnos las piernas abrir las aletas 🤣🤣🤣🤣🤣
así fue con el lobito así fue con el vampirito que lo rechazó y mira cómo resultó así que cálmate mi niño lindo hermoso dragón que tú vas a tener lo tuyo...hay una parte por allí....Liz es así ..
Me encantó No importa la ausencia siempre y cuando todo esté bien todo esté bien y todo como siempre digo hay que bajar las aguas para poder seguir..
pero bueno nuevamente esa sirenita hace de las suyas
porque yo veo que cuando se transforme, para volver otra vez las profundas sensaciones profundas porque siempre es así
no sé porque este momento es tan tierno tan sublime es el segundo acto para decirlo de esa manera que me pareció muy tierno muy lindo en vez de salvaje bueno es el segundo el segundo acto que que no sé me me llena así como de ternura así como con suavidad con amor con delicadeza