Clarissa Davenport es una chica amable, inteligente y trabajadora, pero poco sabe ella que su vida está a punto de volcarse por completo, gracias a su padre.
Heitor Mancini, un empresario multimillonario, está a punto de enfrentar su mayor desafío y haría lo que fuera para no perder la empresa.
¿Qué será lo que el destino tiene preparado para estos dos?
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Capítulo 11
España, Cataluña.
...Clarissa Davenport...
Me giro para atrás, para mirar bien el rostro de mi querida hermana, me levanto de la silla quedando cara a cara con ella.
...Clarissa• ¡Espero que me respetes, tu marido no…! ¡Mi marido, que yo recuerde, le dijiste a tu padre que no te casarías con un viejo de 50 años…!
...Valentina• ¡Pero él no es viejo…!
...Celeste• Mi hermano jamás miraría a alguien como tú, totalmente vulgar, y te sugiero que dejes a Clarissa en paz…
...Valentina• ¿Quién eres tú…?
...Celeste• Nadie cuyo nombre debas saber, ya que no eres importante en mi vida, mucho menos en la de mi familia…
...Clarissa• Quítate de mi camino, Valentina, no voy a esforzarme para derribarte, así que déjame en paz…
...Valentina• Ya veremos, hermanita, y quien se casará con tu marido soy yo…
...Clarissa• En tus sueños, quizás…
Celeste y yo salimos del patio de comidas, fuimos directo al estacionamiento, en cuanto llegamos al coche, entramos. Me pongo el cinturón de seguridad, y ella hace lo mismo, y enseguida arranca rápidamente. El silencio en el coche era evidente, en cuanto ella para en el semáforo, me mira.
...Celeste• ¿Quién era esa…?
...Clarissa• Mi hermana, ella se iba a casar con tu hermano, pero no quiso…
...Celeste• En realidad, él jamás la elegiría, no es su tipo…
...Clarissa• Quizás sí o quizás no…
...Celeste• Te voy a dar un consejo de amiga, mi hermano es un buen hombre, sé que tu matrimonio también es solo una fachada, pero haz todo lo posible para conquistarlo, una vez que ganes su corazón, lo tendrás todo…
...Clarissa• No te lo prometo, tengo miedo de hacerme daño…
Seguimos conversando, ella pisa el acelerador, después de un tiempo llegamos a la mansión, le pido que pare en el jardín, y así lo hace, bajo del coche y ella va al garaje, voy directo al columpio, y me siento allí, mirando el árbol de enfrente, me llevo un susto cuando siento que me empujan en el columpio, miro hacia atrás y veo que es Héctor, sonrío.
...Héctor• ¿En qué piensa la señorita…?
...Clarissa• En nada, hoy me he encontrado con la descerebrada de Valentina…
...Héctor• ¿Te ha importunado…?
...Clarissa• Un poco, nada fuera de lo común y nada a lo que no esté acostumbrada…
...Héctor• Clarissa, no dejes que esa chica te arruine el día…
...Clarissa• No lo haré…
...Héctor• Voy a viajar, debido a algunos problemas en la empresa, volveré dentro de 1 mes, y en cuanto vuelva nos casaremos…
...Clarissa• ¿Dentro de 1 mes…?
...Héctor• Sí, el negocio no va bien en la empresa de Brasil…
...Clarissa• Entiendo…
...Héctor• Entremos, necesitas comer…
...Clarissa• De acuerdo…
Me levanto del columpio y empiezo a caminar hacia el interior de la casa, Héctor viene acompañándome, los dos estábamos conversando, es un buen hombre que me ayudó mucho, y siempre le estaré agradecida por ello, cuando entramos en la casa, subo a mi habitación y veo una bolsa allí, sonrío al darme cuenta de que es el vestido, Celeste lo dejó aquí, lo cojo y lo llevo al vestidor, voy al baño, me quito la ropa y entro en la ducha. Me doy un baño totalmente relajante, en cuanto termino, me pongo unos pantalones cortos y una camiseta ancha, me echo un poco de perfume y me siento en la terraza de la habitación, observando el paisaje que está absurdamente magnífico….
