Elizabeth Mc Carthy es una mujer de tan solo 18 años, llegó a New York sola, procedente de Irlanda.
Es pelirroja, de fuerte carácter y con mucha decisión.
Es el año de 1840, las caravanas de aventureros comenzaban a salir en busca de fortuna, hacia el lejano Oeste.
Las circunstancias obligaron a Elizabeth Mc Carthy, a embarcarse en ésta aventura. A través de ella va a pasar por tantas vicisitudes y acontecimientos que la van a obligar a echar mano de toda su fortaleza de espíritu y carácter para poder lograr su sueño.
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11-CLARK
Después de que autorizaron bajar de las carretas, Elizabeth y Petra se dedicaron a vaciar la carreta e hicieron limpieza profunda. No dejaron el más mínimo rincón del vehículo sin asear. Elizabeth dijo: Creo que ya terminamos Petra. Pero ella no contestó. Cuando la más chica de las hermanas se dio cuenta, Petra estaba en gran plática con Clark.
Muy bonito, yo sobándome el lomo y mi hermana en la chorcha.
Ven Liz, únete a la plática. Clark dice que viene de Nueva Orleans. Me comenta que allá hace mucho calor.
Y que hay muchas fincas de tabaco y algodón.
Eso es muy interesante Clark. Dijo Elizabeth.
La única manera de salir o llegar ahí es por barco, Nueva Orleans está rodeada de tierras salvajes, con bosques enormes y muchos pantanos. Además, los caminos son muy lodosos y las lluvias durante el verano son muy intensas.
Y por qué dejaste Nueva Orleans, Clark?.
Lo que no me gustó es que los dueños de las fincas, comenzaron a traer esclavos de África y los tratan muy mal, por eso me alejé, para no ser cómplice de una infamia.
En qué trabajabas.
Estaba de conductor de carretas de carga, y cuando pasaba por los algodonales veía que los capataces golpeaban con látigos a los trabajadores. Eso no me gustó y un día, después de cobrar mi sueldo, fui a casa, un terrateniente despojó a mi familia de nuestras tierras, mató a mi Madre y yo decidí dejar todo eso, y me embarqué a Nueva York, ahí me enteré de las caravanas al Oeste y dije que no perdía nada. Y así llegué hasta aquí.
No teníamos idea Clark.
Bueno, lo importante es que estoy aquí y he iniciado una nueva vida.
Petra dijo, Elizabeth es de Irlanda y yo de Escocia.
Pero, ustedes no son hermanas?.
De Sangre, no. Somos hermanas porque decidimos serlo. Las dos juntas, con el apoyo de mi Madre, nos embarcamos en esta aventura.
Bueno, y su Madre dónde está?.
Se casó con Henry, el dueño del Hotel de Saint Louis y nos impulsó a buscar nuestro destino en el Oeste.
Oye, eso es muy duro.
Y que lo digas, estamos tranquilas porque ella se casó con un buen hombre.
Buen hombre?. No. Es el mejor. Dijo Elizabeth.
Le escribes?. Preguntó Clark.
No. Liz y yo decidimos quedarnos con el recuerdo de nuestra Madre, llena de dicha y felicidad, al lado del hombre que la cuida y la ama. Al casarse, ella aseguró su vida con Henry, nosotras somos jóvenes y tenemos la vida por delante y nos vamos a hacer fortuna a Oregon.
Petra, está increíble la plática, pero tenemos que volver a acomodar todo en la carreta.
Yo les ayudo, dijo Clark.
Has de estar cansado, dijo Petra.
Igual que todos, mientras más rápido terminen de acomodar sus cosas, más rápido se van a descansar.
Gracias Clark, mañana prometemos que te vamos a ayudar. Dijo Elizabeth.
Oh no, no se preocupen.
Ni hablar, contestó Petra, mañana te ayudaremos.
Y así las dos hermanas terminaron siendo amigas de un buen hombre.