Tras una trágica muerte. Bell, una joven mujer, reencarna en su libro preferido. Sin embargo, ella tiene la voluntad de cambiar las cosas dentro de él, tanto, que causa que el villano de la historia se enamoré de ella.
¿Podrá realmente su esfuerzo valer la pena?
¿O el destino le tendrá muchas más pruebas por superar?
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capitulo 11: Curiosidad
Elenor.
Toda su atención estaba puesta en mí. Sus ojos se posaron con gran seriedad en los míos esperando una respuesta a lo que comenté. Un aliado, es lo que necesito. Alessandro no le queda mucho tiempo tampoco quiero estar confiada de que lo podré salvar con el beso.
— le contaré todo desde un principio...
Le dije todo lo que quería saber. De que Anabella es la verdadera culpable de todo. De que ella fue la mujer que le colocó una maldición en el corazón para alejarlo del trono y que muriera lentamente para así ella ser la única en la corona, la única forma de que se pudiera salvar sería con un beso de amor verdadero. Tuve que explicarlo de una manera en la que pudiera creer. También obvié sobre qué Alessandro es la bestia blanca, no creo que él lo sepa. Aún así, no comentó nada y solo analizaba la situación. Hasta que me pregunta.
— ¿Como sabes todo eso?... ¿Como puedo comprobar tus palabras?
— créame... Muy pronto, Anabella enviará un documento donde le pedirá a Alessandro que le deje todo el cargo a ella por que ha estado ausente por mucho tiempo.
— vuelvo con la pregunta... ¿Como sabes eso?
—... No puedo decirle...
«Imposible, decirle que vengo de otro lado lo pondría en alerta. Corrí este riesgo en contarle cierta parte de la historia para contar con su ayuda... Pero no sé si esto era buena idea»
— ¿Como quieres que confíe si no me cuentas de donde sacaste lo que me estás diciendo?... ¿Un beso del verdadero amor?... Ja... Creo que estas sacando esto de un cuento de hadas.
Suspiré al imaginar que no contaría con su apoyo.
— Alessandro... Muy pronto morirá...— ancho los ojos, pero quedó escuchando—... Quiero evitar eso, pero tengo miedo a que no me ame lo suficiente como para romper su maldición. Por ello, necesito de su ayuda... Tal vez, si Anabella desaparece, su maldición igual... Yo...— me tome de la cabeza con ambas manos y agache la mirada— comienzo a desesperarme... No quiero verlo morir... ¡No quiero!
Miraba el suelo. Sin subir la mirada, dos pasos se acercaron a mí. escuché el cuerpo de su ropa doblarse y agacharse para preguntarme lo siguiente.
— Lo amas ¿Verdad?
— si amarlo significa arriesgar todo por él, sí. Lo amo.
— entonces... Si ese beso como dice tiene que ser de amor verdadero, ¿Por qué no funciona?
— no lo sé... Tal vez, él deba de amarme de igual fuerza... Pero si lo hace, le causa un dolor inimaginable. El amor le causa dolor. Por eso estoy desesperada para encontrar una solución...
— bien. Si se trata de cortarle la cabeza a Anabella con gusto lo haré... Total, esa bruja maldita nunca me agradó.
Levante mi rostro asombrada.
— ¡¿Me ayudarás?!
— yo no dije eso. Si hay que matar a alguien soy el indicado. Pero mientras tanto. Podrías encargarte de Alessandro y su cambio. Hasta los momentos ha avanzado a un ritmo favorable. Así que no te eches para atrás. Él y yo siempre discutimos, pero... Quiero que regrese a ser como antes.
Tomaría esa respuesta como un sí. Dejando aquella seriedad, se levanta y mira a la ventana con una sonrisa.
— nuestro tiempo terminó. Alessandro ya llegó.
— ¿Eh?— miré a la ventana y me quedé un poco impresionada de lo que veía. Alessandro llevaba arrastrando a los lobos que intentaron atacarme en el bosque blanco cuando huí—... ¿Para que trajo a esos lobos?
— ¿Para qué?... Oh, Elenor, déjame explicarte que te quiere dar un detalle... A lo mejor te dará de que comer con los órganos de los lobos. Dicen que son muy nutritivos para el cuerpo.
— ¡¿Que?!
Él solo se rió de mi reacción y disimuladamente me sacó de la habitación.
— si quiero vivir, tengo que estar alejado de tí. Alessandro es muy celoso. Fue agradable hablar contigo...
— oye... —cerró la puerta sin esperar una palabra.
Veía la puerta algo confusa. Por un momento sentí que hablé con un hombre serio y que a la vez causaba miedo. Pero al saber que Alessandro venía cambió totalmente. Realmente no lo entiendo ¿Cual es su personalidad verdadera? Como sea la respuesta, lo dejaré estar hasta recibir una noticia de él. Suspiré tan fuerte como me dio los pulmones y seguí mi camino.
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Narrador.
Derek, quién había dejado a fuera a Elenor, se quedó con Vanessa para discutir sobre lo hablado de hace un momento.
— ¿Tú qué piensas, Vanessa?... Si esa mujer está diciendo la verdad o...
— maestro... No veo la intención de que ella mienta. Sé notó su gran preocupación por el emperador. Yo digo que dice la verdad y está desesperada para encontrar una solución.
— si. Eso lo entendí cuando vi que estaba a punto de llorar. Pero se hizo la fuerte para no colapsar. Ahora, la gran intriga que tengo es; ¿Como sabe ella esa información?... Fue extraño como actuó en ese momento.
— no lo sabría decir... ¿Aún desconfía en ella?
Acercándose a Vanessa. Le sube el mentó hasta que sus ojos verdes aceituna chocan con los ojos azules de él.
— ¿Cuando yo he confiado en alguien?— preguntó con una pequeña sonrisa.
— nunca... Maestro— respondió ella. Con un poco de miedo. Pero recordaba la valentía de Elenor y causó que ya no le temblara la voz al contestarle.
Bajando su mano. Derek nota que ella ya no tiembla en ella.
— Saldré por un par de horas, quiero pensar sobre lo que escuche de la supuesta maldición de mi hermano...
— ¿Lo puedo acompañar?
— creí que te gustaría quedarte con Elenor...
— lo pensé, pero ella estará ocupada con su majestad.
Con un movimiento desinteresado de su mano, le da permiso para acompañarlo. Así que ambos se van a una parte del bosque no tan lejos del castillo.
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Elenor.
Estaba a punto de llegar a la puerta principal, cuando unos pasos se acercan a mí. A doblar la esquina choco con esa persona a la que tanto esperaba.
— Alessandro... — expresé con una leve sonrisa. Luego le pregunté — ¿Por qué... Trajiste a esos lobos?
— Haré algo con ellos.
— ¿Que cosas?
— .....
— dímelo, o... Acaso me harás comida con sus tripas.
Me miró extrañado. Luego frunce el ceño y pasa a de mi lado.
— El que te haya dicho eso es un completo imbécil. Estaré en mi habitación, no entres hasta que te diga que lo hagas.
— pero...
— si vuelves a hablar, te meteré lo que tengo entre las piernas en la boca.
— No sé si era una amenaza o una oferta- Él vio mi sonrisa divertida y se volteó rápidamente. Sabe que siempre logro fastidiarlo.
— ¡Solo no entres hasta que te diga y punto!
Se marchó a paso pesados y a lo largo escuché un portón de su puerta. Le seguí y veo que tenía la perilla congelada. Realmente no quería que entrara.
Por esta vez lo dejé. Me cuidó toda la noche así que debía dejarlo solo por unos momentos más, no quería que al estar mucho tiempo a mi lado le causará esa pulsada en su corazón.
Fuí a mi recámara principal. Buscaba dentro de mi armario una capa extra para salir un momento no tan alejada del castillo, solo quería tomar aire fresco. Sin embargo, no tenía más ropa. Apenas dos vestido y la capa que perdí en el bosque blanco. No podría salir sin abrigo, apenas estoy saliendo de una hipotermia que casi me mata. Nuevamente di un resopló.
Sabía que no lo vería hasta que terminara de hacer lo que esté haciendo. Así que me di la tarea de revisar el castillo que una vez prometí hacer. Debía aprovechar que no veía por ningún lado al mayordomo. Era mi momento de explorar y encontrar una respuesta a algo quizás.
Subí a tercera planta del castillo. Las habitaciones estaban un poco descuidadas en esta área. Alguna de las puertas estaban abiertas permitiéndome ver lo que había adentro sin pasar una me llamó la atención, su marco de oro y perilla de igual calidad me causó curiosidad. Para sorpresa mía no estaba con seguro.
Entre y un leve rechinido suena. Miré por el pasillo y no había nadie. Todo estaba oscuro, las cortinas sellaban cualquier rastro de la luz del día. Fuí tras una y tapándome al nariz deslizó la primera. Sabía que el polvo sería el primero en alborotarse en mi nariz, y estornude solo una vez. La luz tenue del clima nevado entra a la habitación, haciendo su trabajo de alumbrar un poco. Me quedé observando mi alrededor, había muchas cosas en aquí. Algunas con polvos y otras ocultas entre cosas. Era como un depósito. Sin embargo, había algo que llamó rápidamente mi curiosidad.
¡Muchas gracias por leer! No olviden dejar su me gusta en el capítulo 🥀
Sólo espero que Derek ayude a Elenor para vencer la maldición y derrotar a la bruja de la emperatriz 🤔