Amor Prohibido

Había oído bien, mis padres son vampiros, no lo podía creer, mire a Gabriel y salí corriendo de aquella casa, no dije nada, no pregunte nada, simplemente me levanté y corrí lo más rápido que pude, llegue al lago y me senté frente a este, las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, estaba perdida, mi vida tal y como la conocía había terminado en menos de una semana, lo que no entiendo es por qué yo no soy como ellos, o si lo soy y aún no me salen los colmillos, pero según los libros ellos no nacen sino que se hacen, ahora estaba más confundida que nunca, estuve sola un rato más hasta que llegó Gabriel, el siempre sabía dónde encontrarme, parecía mi perro guardián, también estaba molesta con él, pues él lo sabía y no me dijo nada.

— Que haces aquí? — Pregunté sin mirarlo

— Solo vine a hacerte compañía.

— No la necesito, gracias puedes irte.

— Sabes que no te dejaré sola en este lugar

— Entonces contesta mis preguntas.

— Si sé las respuestas te aseguro que lo haré.

— Desde cuándo lo sabes? Digo lo de mis papás.

— Desde que los conocí, ya me habían dicho de ellos, pero no podía creer que una familia de vampiros tuvieran una humana como hija.

— Una humana? Sabes eso tampoco lo entiendo, ¿por qué yo soy humana y si se supone que una vez convertidos no pueden tener hijos, a menos que los convirtieran después de haber nacido, eso es así verdad?

— No.

— No, solo dirás no, entonces como rayos nací yo? ¿O acaso ellos no son mis verdaderos padres?

— Te voy a contar la historia que ellos me contaron a mí.

— Está bien, por lo menos es algo.

— Hace muchos siglos, cuando estás criaturas empezaron a surgir, sedientos de sed, eran irracionales, entonces andaban por el mundo acabando con familias esteras por donde pasaban, unos siglos más tarde al verse casi extintos empezaron a convertir a cualquier persona que se les atravesará solo que convertían a personas que según ellos no eran de sangre pura y todo se volvió un caos, siglos más tarde despidieron convertir solo a los de sangre pura y en eso entra tu familia, tu familia viene de un linaje de príncipes que habían reinado por muchos años en Inglaterra, estaban locos y creo que lo siguen estando, pero bueno fue en una de esas cacerías que encontraron a tus padres y los convirtieron a todos.

— Espera estás diciendo que ellos tienen siglos de vida? — Interrumpí el relato de Gabriel.

— Así es, tienen muchos siglos viviendo, escondiéndose de los rezagados ya que estos son los vampiros impuros como los llamaron en la antigüedad, estos solo quieren destruir a la otra raza y ser ellos los gobernantes del inframundo, los vampiros reales por así llamarlos, se mezclaban entre los humanos, ya que así era más difícil rastrearlos, pero esta especie de rezagados se dieron cuenta entonces empezaron a acabar con aldeas enteras de humanos buscando a los reales, fue así que hace aproximadamente dieciocho años llegaron a un pueblo algo retirado de aquí, acabaron con aquel pueblo, en ese pueblo vivían tus padres, ellos lograron escapar y en el camino se encontraron con una mujer mal herida, la ayudaron a escapar de aquel lugar, pero en el camino ella falleció, la cuestión es que la mujer no iba sola, ella llevaba consigo una bebé, una pequeña recién nacida, y antes de morir se las recomendó a Leandro y Katherine Suvillan, está familia adoptó a aquella pequeña bebé y la criaron como su hija.

Gabriel termino de hablar, mientras yo estaba perdida en mis pensamientos, estaba procesando toda esa información, se que ellos me cuidaron y me hicieron sentir su hija, pero ellos no son mis padres y al final sigo siendo humana.

— Tengo miedo, tengo miedo a mis padres, yo leí muchas cosas feas de esa especie y por ahora no me siento preparada para enfrentarlos, no sé qué hacer, estoy confundida.

— Ellos te cuidaron todos estos años, nunca te hicieron daño, más bien te protegieron de todo, no les des la espalda, ahora ellos solo quieren tu protección.

— Debieron decirme la verdad desde el principio, por qué ocultar algo así, no los entiendo.

— Le hicieron la promesa a tu mamá que llevarías una vida normal, tu verdadera mamá quería que fueras feliz lo más que se pudiera.

— Entonces ella sabía lo que eran Katherine y Leandro?

— Así es, y confío en tus padres para qué te cuidarán, ellos hubieran querido lastimarte te aseguro que lo hubieran hecho hace mucho tiempo, sé que ahora es muy difícil, todo este asunto me tiene cansada, a veces quiero huir de este pueblo.

— Esa no es la solución, si quieres vamos con ellos y hablemos, ellos te quieren mucho, si no fuese así no te cuidarán tanto.

— Hoy no puedo hablar con ellos, estoy molesta, ellos debieron hablar conmigo desde el principio, ahora no confío en ellos. Creo que iré con Carol, me quedaré con ella esta noche y mañana hablaré con mis padres.

— Ya es muy tarde para ir al centro, mi casa está muy cerca de aquí, ahí vivimos varios hombres lobos así que no estaríamos solos.

— No sé, no quiero incomodar.

— Ellos estarán felices de verte ahí, además podemos aprovechar y hablar con los ancianos de mi manada, ellos pueden explicarte algunas cosas.

— Esa idea me gusta más, así podré preguntarle a esos ancianos sobre la criatura que me atacó.

Fuimos a la casa de la manada de Gabriel, estaba algo nerviosa pues ahí habitaban puros lobos y si sentían hambre y me comían de un bocado? Aunque en los libros dicen que ellos no comen humanos, y si me encuentro con la pareja de Gabriel y me ataca pensando lo que no es? Ahora me atraparon los nervios, bueno que sea lo que vaya a ser, hoy necesito un lugar donde pensar en todo lo ocurrido, solo me preguntó si mis papás estarán preocupados por mi, yo los quiero solo que por ahora no puedo pensar con claridad.