Isadora es una joven dulce perdidamente enamorada de su novio Stavros, en vísperas de su matrimonio ella huye
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Acecho
Habían pasado tres días cuando la noticia de que la hija de Benjamín Asher había solicitado que la investigación se volviera abrir, había sido publicada.
— Reforzaré la seguridad mientras los abogados se ocupan de intimidar a la periodista comento Stavros mientras cerraba el periódico.
— ¿No iría eso encontrá de la libertad de expresión?, pregunto Isadora.
— Va a tener mucha libertad cuando vaya a fotografiar pingüinos al Polo. Para empezar tú no pediste nada... Isadora miró el periódico con la noticia habían publicado una fotografía de ella en brazos de O'Neil subiendo a una ambulancia estaba tan absorta en sus pensamientos que no escucho mientras Stavros continuaba hablando.
— Isadora, te estoy hablando. ¿Estás bien agapi mou?.
— Perdón, estaba pensando en otra cosa. Quiero ir a ver a mis abuelos, ¿tú que harás?.
— Tengo que realizar algunas llamadas y una videoconferencia. Stavros se acercó a ella y la rodeó con sus brazos. ¿Estás bien?, pregunto él besándola con dulzura en la frente.
— Sí, solo me molesta que se entrometan así en nuestra vida.
— Lo sé, pero vete haciendo a la idea. Me ofrecieron un buen contrato para la naviera si cerramos el trato pasaremos más tiempo aquí lo cual nos volverá personas de interés dijo Stavros...
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La visita con sus abuelos no dejó a Isadora más tranquila, la prensa se había vuelto a fijar en ellos.
— Hoy cuando vi la fotografía en el periódico me acordé de una cena en casa estaba O'Neil.
— Puede ser Ed y Benjamín trabajaban juntos respondió Thomas.
— ¿Así que te quedarás aquí?, pregunto su abuela.
— Sí, Stavros viajará cuando lo necesite comento Isadora. Aunque no sabía cuánto tiempo podrían sostener la relación así.
Al salir de la casa de sus abuelos uno de los custodios cubrió a Isadora para que no le tomarán fotografías.
Las cosas no podían estar peor ¿De verdad necesitaba hacer eso? ¿Era prudente escarbar en su pasado?, se preguntó ella una y otra vez.
Vio como el chofer miraba por el espejo retrovisor y le murmuraba algo a su acompañante.
— ¿Qué ocurre?, pregunto ella.
— Nos están siguiendo señora, dijo el chófer. Lo que Isadora ignoraba era que habían comenzado a seguirla a una cuadra de la casa de sus abuelos.
— Pero tranquila llegaremos en unos minutos le dijo el guardia. El guarda espaldas comenzó a realizar llamadas con su teléfono minutos después el auto ingresaba al estacionamiento del edificio donde vivían con Stavros. En cuanto el auto ingreso otro auto comenzó a seguir a los acosadores.
El auto de Isadora fue rodeado por custodios y llevada a salvo hasta el ascensor...
En cuanto las puertas se abrieron en el Penthouse, ella se encontró a Stavros de pie esperando por ella. Le hizo una señal con la cabeza al guardaespaldas mientras abrazaba a su esposa.
— Ven agapi mou vamos a sala dijo Stavros.¿ Cómo están tus abuelos?
— Algo preocupados por el asedió de la prensa. No puedo evitar sentirme responsable, pero también es cierto que necesito respuestas, sé porque paso. Sé quien era mi padre, sé lo que hacía. Pero no puede ser que mientras mi familia fue aniquilada, él o los responsables caminen por la calle con tanta impunidad.
Quiero que sean aprendidos y juzgados
— Lo entiendo agapi mou, aunque también me preocupa tu seguridad no soportaría que algo te pasara dijo él mientras la besaba en la frente.
— ¡ Señor !, dijo el jefe de su grupo de seguridad.
Stavros se puso de pie y se acercó a él, Argus murmuró algo el rostro de Stavros se tensó.
— Stavros, exclamó Isadora.
— Espera en la oficina y averigua que está pasando ordenó Stavros.
Luego se dio vuelta y miró a su esposa.
Agapi mou un grupo de custodios comenzó a seguir al auto que los venía siguiendo.
— ¿Están bien?, pregunto ella.
— Sí no los despido estarán muy bien dijo Stavros bromeando intentando que Isadora se relaje. ¿Saldremos a cenar?, pregunto él.
— ¿Con los periodistas dando vueltas?, prefiero cocinar dijo Isadora.
— Mi suerte mejora cada segundo respondió Stavros sonriéndole. Iré a hablar con Argus.
— Está bien me ocuparé de la cena, dijo ella.
Stavros se dirigió a su oficina, Argus se encontraba al teléfono muy serio tras cortar la llamada se concentró en su jefe.
— Quisieron interceptar al auto, y lo lograron no contaban con que los ocupantes se resistirían usando armas de fuego. El problema es que la policía intervino y lograron huir.
— ¿Están detenidos?, pregunto Stavros.
— Así es señor, respondió Argus.
— Está bien Argus ve con ellos, llamaré al abogado respondió Stavros.
— Señor, ¿volverán a salir?, pregunto.
— No, cenaremos aquí respondió Stavros.
Mientras Isadora preparaba la cena noto que le faltaban algunos ingredientes decidió que bajaría a comprarlos y dejo una nota sobre la mesa para Stavros.
Bajo hasta el hall central del edificio y salió por la puerta principal, la ventaja de andar sola es que nadie la conocía o eso pensaba ella.
Mientras recorría los pasillos del mercado no pudo evitar recordar pensar en su propia infancia, ella no había crecido con gran riqueza, su madre solía hacer los quehaceres de la casa, ella no tenía niñera siempre la cuido su madre. No lograba comprender como su madre se había acostumbrado a esa vida después de haber sido criada como una princesa.
Los pocos recuerdos que tenía de sus padres eran una pareja feliz llena de amor el uno por el otro. Iba distraída cuando un joven chocó con ella.
— Perdón no te había visto dijo disculpándose ¿Te hice daño?, pregunto él con amabilidad.
— Estoy bien gracias, dijo ella y siguió su camino.
Isadora volvió a coincidir con el joven en la puerta del edificio.
— Por lo menos esta vez te vi dijo él.
Isadora sonrió mientras abría la puerta.
¿Eres nueva en el edificio?, pregunto el joven mientras esperaban el ascensor.
— Eres muy observador. Llevamos aquí unos días.
— Es que no te vi en la reunión de propietarios fue hace una semana, me llamo Tom por cierto dijo estirando su mano.
— Soy Isadora, dijo estrechándole la mano.
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— No soy de aquí dijo ella.
— Pues tu inglés es muy bueno generalmente se nota cierto acento dijo Tom ¿Y de dónde eres?, pregunto él.
—Grecia, vine de viaje de luna miel dijo Isadora enviando un claro y contundente mensaje.
— ¿Entonces hay alguna especie de dios griego esperando por ti en este edificio?, pregunto Tom.
No fue lo que dijo sino como lo dijo lo que provocó una carcajada en Isadora lo que hizo que Tom le sonriera.
La puerta del ascensor se abrió dejando a la vista a un preocupado Stavros.
En cuanto había visto la nota Stavros salió del penthouse estaba muy preocupado por su seguridad hasta que la puerta del ascensor se abrió y la vio riéndose con un completo extraño.
Ella lo miró e ingreso al ascensor seguido por el extraño.
— Buenas noches, dijo Tom.
— Buenas noches, respondió Stavros muy serio rodeando por la cintura a Isadora posesivamente mientras observaba al joven. Tom media 1,79 era joven de unos 25 años cálculo Stavros. Era delgado de ojos marrones y cabello castaño oscuro lo llevaba peinado de modo que se le hacía como un tupé de pelo ondulado.
El ascensor frenó y Tom bajo dos pisos abajo.
— No debiste salir sin avisar, dijo Stavros mientras salían del ascensor.
— Solo cruce la calle, creo que llamo más la atención rodeada de custodios dijo ella.
— Eso es relativo, parece que llamaste la atención del vecino.
— Hablas de Tom, no lo creo dijo ella
— ¿Así que se llama Tom?, pregunto él.
Isadora lo beso, y le sonrió.
— Y tú te llamas Stavros y eres mi amado esposo y solo tengo ojos para ti dijo ella sonriéndole. Iré a preparar la cena.
— Estaré en la oficina no salgas de aquí dijo él muy serio.