Desde una edad temprana, enfrenté una realidad difícil como un joven trabajador, ya que mi padre me dejó con todas sus deudas al abandonarme.A pesar de que siempre me esforzaba en mis trabajos, nunca lograba reunir el dinero suficiente para llegar a fin de mes. Un día, al llegar a casa, comencé a leer mi novela favorita, y aunque no recuerdo en qué momento me quedé dormido soñando con mi personaje favorito y estaba muy feliz o crei que era un sueño, al despertar me llevé una gran sorpresa.
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MORIRÉ DE ESTA MANERA
●Noah: Siento cómo un líquido resbala por toda mi cara. Paso mi mano para limpiarme y poder leer con claridad. Sin embargo, después de haber leído este libro tantas veces, ya me lo sé de memoria. Lo leo con tanta frecuencia porque de esta manera siento que tengo a Luca muy cerca de mí. Lo más sorprendente de todo esto es que los personajes tienen nuestros nombres, y mi personaje favorito lleva el nombre de mi amigo. Por esta razón, decidimos leer este libro. Después de haber leído durante un rato, comienzo a sentir una profunda somnolencia. La necesidad de mantenerme despierto ya no me preocupa, porque estoy tan exhausto de toda esta situación que me rodea. De repente, me dejo llevar y caigo en un sueño sumamente profundo. Esa sensación de descanso es tan placentera que desearía poder experimentar esto constantemente.
● Mayordomo: me acerco con preocupación al joven Noah, quien parece sumido en un profundo sueño. Con voz suave pero insistente, le digo:joven Noah, por favor, despierte,hágalo por el bien de su familia, que te necesita en este momento. No hay nada que temer, solo abra los ojos. Al ver que el joven sigue sin reaccionar, el mayordomo, alarmado, se dirige a otra persona en la habitación y le dice urgentemente: ¡Llama de nuevo al médico! Es crucial que sepa que el joven Noah todavía no ha despertado.
●Sirviente:respondo con una inclinación de cabeza: Sí, señor. En este momento voy a buscar al médico. Salgo de inmediato, pues es una urgencia. Luego, tras un breve momento de reflexión, añadió con un tono de desahogo: Aunque, pensándolo bien, desearía que ese infeliz se fuera de una vez por todas. Si eso ocurriera, nos dejaría vivir en paz y no tendríamos que soportar su constante tortura cada vez que las cosas no salen como él espera.
DE NUEVO EN LA HABITACIÓN
● Noah se encuentra en una situación desconcertante. Escucha murmullos, voces que se entrelazan en un tono bajo, casi como un susurro. La verdad es que no logra identificar quiénes son estas personas que se encuentran dentro de su hogar. Sin embargo, una sensación de agotamiento abrumador lo invade, y su deseo más profundo es no despertar de este extraño estado. A pesar de su cansancio, intenta reunir fuerzas para pedirles que bajen la voz.
De repente, aparece ante mi un hombre. La visión es tan vívida y real que no puedo evitar sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo, deseando tener un contacto, intento llamarlo, pero el hombre no responde a mi voz. En ese momento, una intensa curiosidad se apodera de mi; quiero ver la cara de aquel desconocido. Movido por esa curiosidad, Noah se levanta del lugar donde se encontraba y se coloca frente al hombre. Sin embargo, al verlo de cerca, una ola de sorpresa lo golpea con tal fuerza que se ve obligado a caer nuevamente, sentado en el suelo, incapaz de procesar lo que estoy experimentando, ¿Qué es esto? De verdad, ¿estoy soñando? No puede ser posible que este hombre se parezca tanto a mí, pero su rostro refleja una maldad inquietante. Trato de alejarme de él, pero no puedo; sus dedos se cierran firmemente alrededor de mi mano, impidiéndome escapar. A pesar de la incomodidad y el miedo que siento, él me dirige una sonrisa que resulta ser tan macabra y perturbadora que me eriza la piel.
●Noah Libro: así que tú eres el que se está haciendo pasar por mí. ¡Maldito seas! No permitiré que tomes mi vida de esa manera tan fácil. Disfruta mientras puedas, porque cuando tenga la oportunidad, iré tras de ti y te mataré. ¿Me escuchaste bien?
●Noah: No comprendo de qué demonios está hablando este tipo. Con un movimiento brusco, aparté mi mano de la suya, distanciándome de él. ¿Quién demonios eres tú? ¿Y quién está tratando de robarte tu vida? Estás completamente loco. Justo antes de que pudiera continuar hablando, él me sonríe. En ese instante, comienzan a surgir en mi mente una serie de recuerdos que no me pertenecen, y me siento perdido, sin entender realmente qué está ocurriendo en este momento, El dolor en mi cabeza se intensifica hasta el punto en que no puedo soportarlo más y, abrumado por la molestia, me desplomo en el suelo. Mientras caigo allí, luchando contra el sufrimiento que me invade, logro escuchar la voz de un hombre que lanza una serie de amenazas. Sus palabras resuenan en mi mente: me advierte que no me acostumbre a su forma de vida, pues pronto regresará y reclamará lo que, según él, le pertenece.
A medida que pasa el tiempo, el dolor va cediendo poco a poco, y en ese instante de claridad, me doy cuenta de que las imágenes y recuerdos que he estado visualizando se asemejan notablemente a los momentos narrados en mi libro. Una risa nerviosa se escapa de mis labios; es casi ridículo pensar que he llegado a un punto en el que tanto leer ha distorsionado mis sueños y pensamientos. ¡JAJAJA! Debo estar completamente loco por tanta dedicación a la lectura que ahora incluso me encuentro soñando con cada detalle de la historia.
●Mayordomo: entre al baño por un breve instante, pero al oír la voz del joven Noah, salgo de inmediato. Al salir, me sorprendo al verlo de pie frente a mí, con los ojos cerrados. Entonces, decido llamarlo de manera insistente. Fue en ese momento cuando el joven Noah reaccionó, mostrando una clara expresión de sorpresa y susto al darse cuenta de mi presencia. Con cuidado, lo tomo de la cintura y lo conduje suavemente hacia la cama. Al ver que el joven Noah parecía estar bien, sentí un alivio al constatar que finalmente había despertado.
●Noah: Abro los ojos lentamente y me sorprendo al darme cuenta del lugar en el que me encuentro. Es un entorno que me resulta a la vez desconocido y familiar, lo que me confunde aún más. No sé bien qué estoy diciendo... Me asalta una duda: ¿acaso sigo soñando? Esa es la única explicación que se me ocurre en medio de mi desconcierto. Sin embargo, mi asombro se torna aún mayor al ver a un hombre de edad avanzada que me llama por mi nombre, y lo hace de una manera tan amable y gentil que me deja sin palabras.
