Calvin Cole, un valiente bombero de Chicago, vive intensamente su misión de salvar vidas, pero guarda un secreto sobre su orientación sexual y un amor silencioso por un compañero.
Un día, tras una jornada agitada en el cuerpo de bomberos, Calvin es invitado por su colega Frank a su casa, donde surge un encuentro amoroso. Frank ya sabía que Calvin era gay, al igual que él. Tras este encuentro, recuerdos del pasado vuelven a la superficie.
Dereck Clark, un médico prometedor, enfrenta desilusiones amorosas, y sus dudas sobre el amor crecen con cada relación que mantiene.
Pero el destino decide unir a dos corazones heridos: Calvin y Dereck se encuentran en una situación inesperada donde verdades ocultas saldrán a la luz.
Ciertas circunstancias los llevan a cuestionar sus decisiones pasadas. En esta trama apasionante, Calvin y Dereck descubrirán que el amor y la felicidad pueden renacer de las chispas de una pasión que trasciende el tiempo.
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Capítulo 7
Dereck se dirigió a su puesto de trabajo y atendió a algunos pacientes, notando la ausencia de George. Durante una de sus pausas, percibió un ambiente extraño a su alrededor. Sus compañeros parecían mirarlo de manera diferente. Intentando ignorar la situación, pensó que tal vez estaba pensando demasiado y regresó a su atención.
Cuando llegó la hora del almuerzo, la atmósfera continuaba siendo la misma. Personas cuchicheaban y reían cuando él pasaba, mientras algunos enfermeros lo observaban con expresiones desconfiadas. Ante este escenario, Dereck no pudo evitar sospechar que algo estaba sucediendo. No obstante, en ningún momento pasó por su mente la posibilidad de que estuviera relacionado con lo que sucedió entre él y George.
Al regresar, avistó a George conversando y sonriendo con otro enfermero en uno de los pasillos. Pensó en llamarlo para descubrir lo que estaba sucediendo, tal vez él hubiera escuchado algo. Aunque esta idea cruzó su mente, Dereck acabó no haciéndolo, decidiendo que abordaría la cuestión más tarde.
Dereck se dirigió a su sala y comenzó a revisar algunos prontuarios y exámenes de pacientes internados, cuando oyó que alguien tocaba la puerta. Al permitir la entrada, un enfermero entró en la sala visiblemente constreñido.
—¿Algún problema? — Dereck preguntó, notando la expresión desconcertada del hombre.
—Disculpa venir así, pero creo que necesitas saber lo que está sucediendo.
Dereck se recostó en la silla, preocupado con la seriedad que percibía en la situación.
—¿Qué está sucediendo? Puedes hablar abiertamente. Percibí algunas miradas y cuchicheos, pero no hago idea de lo que está sucediendo. ¿Es sobre eso que quieres hablar?
—Aquí. — El enfermero entregó el celular a Dereck — Creo que mejor veas por ti mismo.
Dereck tomó el celular e inició el video, viendo su imagen surgir en la pantalla. El video lo mostraba arrodillado, mientras le hacía una mamada a George, y él quedó chocado con lo que estaba viendo. Mientras asistía al video, el enfermero comenzó a explicar.
—Este video está circulando en algunos grupos aquí del hospital. Por lo que entendí, la persona que hizo el video apostó que iba a probar que tú eras gay. Él borró el rostro de él en el video, pero algunas personas del hospital saben quién es. Yo no sabía de esta apuesta; si yo lo hubiera sabido, te habría avisado.
El médico quedó pálido y sintió un nudo en el estómago. Devolvió el celular al hombre que lo había alertado y, por algunos instantes, quedó sin saber cómo reaccionar a aquella situación. Percibiendo la palidez de Dereck, el hombre trajo un vaso con agua para él.
En aquel momento, Dereck se sentía expuesto y vulnerable. Siempre mantuvo su privacidad y profesionalismo, pero ahora estaba enfrentando una violación de su intimidad de una manera que nunca imaginó que podría suceder. Aún con su mundo derrumbándose a su alrededor, agradeció al hombre que lo avisó.
—Gracias por avisarme sobre lo que sucedió. Necesito pensar en cómo voy a actuar de ahora en adelante.
—Siento mucho que esto haya sucedido. Mi hermano es gay, y yo no me gustaría que algo así sucediera con él. A veces, no sé cómo actuar con él. Quería poder protegerlo, porque sé que cosas así pueden lastimarlo.
—Tu hermano tiene mucha suerte de tenerte como hermano. Tú no vas a poder protegerlo de todo, pero lo que puedes hacer es quedarte a su lado. Cuando él necesite, muestra tu amor y compañerismo. Eso es lo que va a ayudar en los momentos difíciles.
—Voy a hacer eso. Cuanto a lo que sucedió, creo que hasta puedes procesarlo por divulgar este video, ya que imagino que la filmación fue hecha sin tu consentimiento.
—Yo realmente no sabía. Pero voy a procurar a mi abogado y ver cómo puedo proceder. Gracias una vez más.
Dereck agradeció, y el hombre salió del consultorio. Así que salió, se encontró con algunos funcionarios que lo vieron salir de allá y aún tuvo que oír chistes.
—¿Qué estabas haciendo allá? ¿Fuiste a pedir una chupada?
El hombre hizo el chiste y todos sonrieron, pero el hombre que avisó a Dereck dio un paso adelante.
—Vi ustedes hablando sobre tener asco de él, pero quieres saber, tengo asco es de ustedes. Espero que él procese a todos ustedes. Él siempre fue gentil y amigable con todo el mundo aquí. Ustedes es que debían avergonzarse de lo que están haciendo — reprendió a todos y se alejó.
En el consultorio, Dereck aún estaba con aquel nudo en el estómago, pero también tenía un apretón en la garganta y aún no parecía creer en lo que estaba sucediendo con él.
Ya en el cuartel, cuando Calvin llegó por la mañana, estaba feliz y de buen humor, pero tampoco imaginaba que su felicidad duraría poco. Él fue a cambiarse y, al llegar cerca de sus colegas, vio que estaban conversando animadamente, y Frank estaba junto.
La mirada de los dos se cruzó, pero Calvin percibió que algo estaba errado cuando Frank no consiguió mantener el contacto visual. Sintiendo que algo estaba sucediendo, Calvin necesitaba descubrir lo que era. No obstante, en aquel momento, él optó por saludar a todos.
Así que terminó, uno de los colegas habló animado:
—Frank, ¿no vas a contar la novedad para Calvin? Tengo certeza de que él va a quedar animado también. Sólo no va en la idea de él, o va a acabar borracho en algún bar conmemorando.
Calvin bromeó chutando levemente al hombre que habló, aún sonriendo, pero notó la expresión seria de Frank.
—¿De qué novedad están hablando? Ustedes ya están dejándome curioso.
Frank miró para Calvin, mostrando relutancia en decir lo que había sucedido, creando un clima extraño entre ellos. Hasta que uno de los colegas, incapaz de sujetar la información, intervino.
—Nuestro amigo aquí va a casarse. Él quedó comprometido ayer a la noche.
La sonrisa en el rostro de Calvin desapareció así que oyó la noticia. Él no sabía lo que pensar en aquel momento. Calvin imaginaba que lo que había sucedido entre ellos había significado algo para Frank, así como significó para él. No obstante, parecía que los momentos de intimidad que tuvieron no pasaron de una broma para su colega.
—¡Mis parabienes! En verdad, ni sabía que estaba saliendo con alguien. Quedo feliz que haya decidido casarse con quien a ti te gusta.
Calvin parabenizó a Frank, intentando disimular cómo realmente estaba sintiéndose. Él instruyó a todos a calentarse y salió, dirigiéndose a su sala. Calvin no conseguía quedar en el mismo ambiente que Frank en aquel momento, temiendo actuar por impulso y hacer algo de lo cual se arrepentiría más tarde.
