El Cruce Entre Dos Razas. Un Mundo Nuevo Por Conocer.

Nathaniel Ricci...

Nathaniel se había tomado unas merecidas vacaciones, se encontraba en Suecia. dentro de una zona boscosa. Estaba de camping con tres de sus mejores amigos y su amante.

Ellos como excursionistas recorren la Costa Alta de Suecia en el Parque Nacional de Skuleskogen.

Hay cinco cabañas para su uso en este parque boscoso cercano al mar Báltico. Algunas personas en Suecia tienen antiguas cabañas familiares. Drake y Nahuel habían invertido en comprar estás cinco cabañas, Todos en la familia conocen sobre este lugar. Nahuel las compró como regalo de aniversario para Drake.

Algunas de las cabañas están cómodamente amuebladas, como la cabaña Blommastugan.

Había pasado una semana desde que habían llegado y se habían hospedado en las cabañas.

Nathaniel salió a dar un paseo temprano en la mañana, se había arrepentido de haber traído a su amante con él. Pensando en como mandarla devuelta se perdió en el bosque, mientras más caminaba para salir, más se adentraba a lo profundo.

En su intento por salir, Nathaniel corrió desesperadamente y se encontró con unos lobos. Estos lobos lo rodearon, aullando listos para atacar.

Nathaniel no sabía el por qué, pero un instinto animal de autodefensa afloró desde su interior y un gruñido salió de su boca dejándolo por un momento aturdido y con la mente en blanco.

Los lobos lo rodearon, aunque tenían miedo de dar el primer paso y atacar a Nathaniel. De la nada salió un lobo negro con ojos verdes, este lobo era mucho más grande que los lobos que rodearon a Nathaniel, su pelaje estaba ensangrentado y estaba siendo perseguido por más lobos.

El lobo negro, de ojos verdes se abrió paso hasta Nathaniel, los otros lobos que lo perseguían se detuvieron frente a la manada de lobos que lo rodeaba. Luego, una batalla entre lobos se empezó a liderar en medio del bosque.

Unos de los lobos se lanzó contra Nathaniel y él lo derribo con una fuerza descomunal. Mientras los lobos se enfrentaban, el lobo gigante estaba recuperándose al lado de Nathaniel.

Nathaniel se enfrentó a algunos lobos, los lanzaba hacia los troncos de los árboles dejándolos inconcientes y magullados.

 El lobo se recuperó de sus heridas rápidamente y se enfrentó a los lobos que Nathaniel lanzaba, arrancando sus cabezas y otras extremidades. Después de ganar la pelea Nathaniel sintió que su cuerpo se desvanecía y poco a poco fue perdiendo la consciencia, terminó por desmayarse.

Nathaniel es muy parecido a Drake, pero un poco más delicado, es decir más afeminado.

A pesar de su feminidad es un mujeriego insaciable, ninguna mujer ha llenado el deseo que lo invade cada cierto tiempo.

Horas después, Nathaniel despertó y se encontraba en una casa antigua, más bien era una mansión gigante en lo profundo del bosque donde los humanos no se atrevían a explorar.

Nathaniel fue abriendo poco a poco sus ojos y figuro un hombre alto, vigoroso y fornido, físicamente parecido a su hermano Draco.

Este hombre estaba a su lado sonriendo al verlo despertar, le ofreció de comer y Nathaniel se negó, aunque su estómago lo traicionó y gruño de hambre.

_ ¡Disculpa! _ Nathaniel se sintió avergonzado.

_ Descuida, puedes comer de todo lo que he traído. Si quieres puedo probarlo primero _ El hombre amablemente le acercó una bandeja.

Nathaniel al final terminó comiendo todo lo que le habían brindado, estaba agotado físicamente después de la pelea.

_ Mi nombre es Lars Lorentzen, es un placer tenerte en casa.

Nathaniel lo examina con la mirada.

_ Soy Nathaniel Ricci, mucho gusto. ¿Podrías enseñarme el camino de regreso a las cabañas?

_ ¿No puedes quedarte conmigo? ¿No sientes nada cuando me ves?.

_ Lo siento, ninguna es posible. No me gustan los hombres.

_ Es algo raro, sin embargo, soy tu pareja destinada. Por tal razón debes de sentirlo y querer quedarte conmigo.

_ Definitivamente, estás un poco loco, lástima podría haberte presentado a una de las mujeres de mi familia. ¡Ahora sácame de aquí! _ Nathaniel dijo la última oración en un tono airado.

_ Aquí te quedas que no se hable más _ Lars uso su voz de Alfa.

Nathaniel sintió sus piernas temblar y su cuerpo retroceder. No sabía lo que ocurría, pero no le gusta esa sensación de ser dominado por un tipo de voz como está y por alguien a quien no conocía.

"¿Por qué puede hacerme retroceder?"

_ Me iré y no te atrevas a detenerme _ Nathaniel camino hacia la puerta de la habitación donde se encontraba.

Lars se acercó a él y lo acorraló contra la pared para olfatear su cuello. Nathaniel forcejeo para escapar del agarre de Lars y este le susurro al oído.

_ ¡Eres mío!.

Nathaniel sintió como el fuego en su interior comenzaba a aparecer sin ser la fecha donde suele sucederle, esa fogosidad se había adelantado en el momento erróneo. Un olor a Ámbar oriental comenzó a emanar de Lars y eso lo estaba dejando sin fuerzas de imponerse contra Lars.

El cuerpo de Nathaniel estaba perdiendo el control y su lugar secreto estaba mojado. Para Nathaniel esto era algo vergonzoso que oculto hasta de sus padres y para Lars era algo glorioso.

Lars le arrebato unos cuantos besos y olfateo su cuello nuevamente, el olor a rosas que Nathaniel estaba produciendo, llenaba las fosas nasales de Lars dándole cavidad al deseo y el fuego de la pasión.

Lars no dejaba de olfatear a Nathaniel y se lanzó con él hacia la cama, entre besos ansiosos, afectuosos e intensos. Mordiendo cada parte donde lo besaba, dejando una marca. Lars fue llevando su mano al lugar secreto de Nathaniel y la humedad que segrega Nathaniel lleno su mano.

Nathaniel forcejeo, él siempre fue el de arriba, nunca recibía. Es un mujeriego sin ningún declive, aunque las mujeres no lo satisfacen totalmente, nunca pensó en estar con un hombre.

Mientras estaba forcejeando su tras*ro dolía, ardía y palpitaba reclamando algo que no sabía que era. Hasta que sintió que su conciencia se fusionó con Lars y sucumbió al deseo.

_ ¡Mío, mi Alfa!... Hazme tuyo... ¡soy tuyo!.

Lars sonrió y lo desnudo con ternura, adorando cada momento, expresión y gesto de Nathaniel. Nathaniel gemía y jadeaba de forma única bajo el tacto de Lars.

Nathaniel era delgado, pero definitivamente hermoso, su piel y sus lunares salpicados, todo era perfecto en él. Lars probó con lentitud cada rincón de Nathaniel.

Horas después...

Nathaniel enredo sus piernas torneando su cadera y Lars supo que era el momento de dejar su marca en él, después de anudarse varias veces.