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La Otra Cara Del Placer [Duele Amar - II]

La Otra Cara Del Placer [Duele Amar - II]

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Venganza / Mafia / Dominación / Autosuperación / Traiciones y engaños / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / Amor-odio / Cambio de Imagen / Ascenso de clase social / Venganza de la protagonista
Popularitas:89.2k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Zuly Torres

Un asesinato bastó para desmoronarlo todo. Las sombras del pasado los persiguen. ¿Cómo todo pudo cambiar en una noche?
Entre secretos oscuros y lealtades cuestionadas, se ven arrastrados hacia un juego mortal donde cada elección los adentra más en un laberinto de engaños y pasiones prohibidas. ¿Podrán resistir la atracción que los consume o sucumbirán ante las fuerzas que los separan?
¿Odio u obsesión?
¿Deseo o amor?
¿Venganza o atracción?
Todas las decisiones te llevan a rumbos completamente distintos.

NovelToon tiene autorización de Zuly Torres para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

1: Reencuentro.

...TRAVIS...

Lluvia, vino y mujeres; ese es el verdadero paraíso cuando necesito deshacerme del estrés. El cielo está nublado, lo que señala que lloverá dentro de poco, y no tengo en mente desperdiciar esta noche para continuar trabajando.

Recorrer ciudades en el mundo entero es lo mío, pero ninguna iguala la belleza de Venecia; es la tercera vez en el año que viajo para acá. Y como es de costumbre, ingreso a mi lugar seguro que diariamente es visitado por hombres lujuriosos que buscan la compañía de una mujer, tal como yo ahora.

Entro a la habitación que reservé para recibir el servicio de una prostituta. Me voy preparando antes de que llegue la chica e inicio desabotonando mi camisa.

Me siento sofocado. Mi cuerpo pide entre suplicas liberarse del peso del cansancio. Aún estoy perplejo de la vez que me vi todo un imbécil cuando recibí la noticia de que un malnacido robó el dinero que transportaba en camiones para ser lavado en Asia. Ese caso aún sigue inconcluso, lo dejé para luego.

Un aroma femenino inunda mis fosas nasales al instante que mi dama de compañía entra a la habitación. Pero me rehúso a iniciar con el respectivo proceso cuando veo que es solo una jovencita parada en la puerta con una bata que deja mucho a la imaginación.

—¿Estás perdida, niña? —cuestiono, repasándola con la mirada—. Has abierto la puerta equivocada. Vete.

No quiero mencionar nada al respecto acerca del pésimo servicio de este lugar. ¿Cómo dejan entrar a una niña que es incluso menor que la última de mis hermanas?

—Solo estoy cumpliendo con mi trabajo. Ordenaron que viniera a la habitación del señor Travis Petrov para pasar una noche con él, y estoy casi segura de que es usted —explica como dudando de su certeza.

—Estás en lo correcto. Pero quería ver cruzar esa puerta a una mujer y no a una jovencita. ¿Cuál es tu nombre?

—Daphne.

—¿Y tu edad? —prendo un cigarrillo que llevo a una esquina de mi boca.

—Diecisiete.

No estaba al tanto de que ahora este lugar consta con prostitutas menores de veinte años.

—Reportaré mi inconformidad. No te preocupes, puedes irte.

—¿Insinúa que me ve incapaz de satisfacerlo? Nadie hasta ahora se ha quejado de mí. Cuento con experiencia suficiente en tratar hombres. Yo necesito dinero y usted placer, ¿por qué no ayudarnos mutuamente?

—¿Estás aquí por obligación? —evado sus comentarios con una leve incomodidad.

—¿De cuándo acá los clientes se preocupan por las prostitutas? —una sonrisa ladeada se tuerce en sus labios. Tiene un no sé qué que me tiene mal.

—Me parece inaceptable ver a chicas de tu edad ofreciendo este tipo de servicios. Si me hablas de tu caso podría echarte una mano para que seas libre.

Piensa detenidamente en mi propuesta, pero la termina rechazando como si estuviera conforme con la vida que lleva.

—No me haga perder el tiempo, señor. ¿Quiere que me acueste con usted o no? Le advierto que si me echa de aquí y manda a pedir otra chica hay la probabilidad de encontrar una inexperta.

Me la pasé bebiendo cuando llegué y recién ahora los tragos vienen haciendo efecto en mi cerebro. Necesito apagar mis deseos carnales y ella parece saber desenvolverse en la cama.

Respiro hondo y dejo escapar el aire cuando rodeo su nuca con una mano, sometiéndola a mirarme a los ojos.

—Y, ¿qué sabes hacer?

Meses después...

Si hay algo que disfruto de estar en México es pasar tiempo con mi familia (la mayoría de mis primos no me caen bien, me la paso trabajando, casi no salgo de mi casa y odio las reuniones familiares), y se vale mencionar que mi compañía favorita es la de mi primo Dusan; somos como hermanos de diferentes padres, lo considero como una de las personas más preciadas.

De risa en risa me la he pasado toda la mañana con Dusan y su novia Esme que no soy consciente de qué hora es. Y si mal no recuerdo, debería estar ahora poniéndome al tanto de los nuevos sucesos dentro del comercio de drogas.

—Es hora de irme —chequeo la hora en mi reloj de muñequera y dejo mi bebida sobre la mesa.

—¿No quieres quedarte a almorzar?

—Te lo agradezco, Esme, pero será para otra ocasión. Yo los dejo —dejo de lado la silla.

—Qué hipocresía visitar a tu primo tras meses sin vernos y largarte después de dos horas de haber llegado —dice Dusan en lo bajo, como si no lo escuchara.

Meneo la cabeza sonriendo por su comentario y me dirijo a la salida. Una llamada entrante a mi celular desconcentra mis ojos del camino y antes de contestar choco con una mujer que venía llegando.

—Discúlpeme, señor —reacciona nerviosa tocando mi traje para intentar acomodarlo, y desconozco de quién se trata hasta que dirijo mis ojos a los suyo—. ¿Le hice daño?

Entre millones de mujeres esparcidas en el mundo tengo la dicha de reencontrarme con la misma chica con la que tuve sexo esa noche en Venecia: Daphne. No soy de recordar rostros, pero por algún motivo recuerdo exactamente a esta mujer. ¿Destino o casualidad? No me interesa nada que tenga que ver con esta joven, pero se me ha clavado la duda de saber el por qué está en la casa de mi primo. ¿El idiota de Dusan recibirá también sus servicios? En ese caso, Esme debería estar al tanto. Pero no creo a Dusan ser capaz de cometer una infidelidad.

De todas maneras, le dirigí una sonrisa a la chica cuyo rostro refleja una mezcla de expresiones, mostrando perplejidad.

—Él está bien, Daphne —oigo la voz de Dusan en medio del tenso momento—. ¿Ya no te ibas, Travis?

Entonces volví en sí.

Mis piernas respondieron para permitirme salir de esa situación, a pesar de la tensión y desconcierto que la rodeaban.

—Conque aquí estás, Daphne.

No tengo idea del tiempo que perduraré en este país, pero no estaría mal volver a tener ese cuerpo bien desarrollado encima de mí.

—Esto será interesante.

...RAHAB...

Qué curioso es oír a la gente anhelar mi vida, ellos no tienen la menor idea de lo que es vivir con el temor de ser asesinada. A estas alturas no sé quién soy. Estoy constantemente manejándome como el títere de mi padre que no sé hacer algo por cuenta propia. Aportar en los negocios ilícitos se convirtió un hobby.

—¿Mandaste a llamarme? —mi pregunta está dirigida a mi padre. A pesar del paso de los años, sigue luciendo igual de imponente—. Aquí me tienes.

—Tengo a un hijo de perra por ahí suelto que trata de destruirme —suspira estresado.

Sé a dónde va esto.

—¿Conoces a Travis Petrov? —me enseña la foto del hombre.

—Lo conozco solo de vista. He oído hablar acerca de él, pero no se me ha presentado la oportunidad de tenerlo frente a frente.

—No hace falta que lo tengas de frente para quitarlo del paso. Te encargo eliminar a ese hombre de sobre la faz de la tierra —retuerce la punta de su cigarrillo sobre el escritorio.

Ese tal Travis es de las pocas personas que sabe cómo expresar el vivo terror en el rostro de mi padre.

—¿Qué tienes en mente?

—Yo nada, pero de seguro tú sí. Tu misión es desaparecerlo, en tus manos dejo el cómo.

Es costumbre recibir ese tipo de mandatos de él. Viene entrenándome desde que tengo memoria, gracias a él aprendí muchas estrategias a la hora de pelear y utilizar un arma.

Dejando mi tema de lado, me la pasé recopilando información que tenga que ver con Travis Petrov. Sé que el tipo fue el sucesor de su padre después de la muerte de éste, y que lidera un poderoso cártel desde sus diecisiete años, tiene dos hermanas y un hermano, nunca se ha visto envuelto en un romance, es millonario, y, sobre todo, muy guapo.

Lo que me inquieta es que mi padre me haya dado esta misión, aun cuando tiene cientos de hombres a su disposición. ¿Es porque confía en mí?

No quise arriesgarme a hacer un mal trabajo y me tomé el tiempo de ubicar nombres de sitios que frecuenta Travis en horarios nocturnos. Hace media hora me notificaron dónde estaba Travis y ahora estoy montada en mi carro fuera del lugar, en un callejón, para pasar desapercibida mientras espero pacientemente a que salga. ¿Qué hará tanto ese hombre que se demora en salir? Me temo que permaneceré aquí más tiempo de lo previsto.

Capto cómo Travis por fin me hace el favor de aparecerse, pero no está solo, sus escoltas lo siguen. No esperaba menos. Es más atractivo en persona. Se encamina a ir a su carro y me niego a la posibilidad de perderlo.

Retiro el seguro de mi pistola y desde una distancia prudente apunto a mi objetivo, como un cazador a su presa. Ya entiendo por qué mi padre me envió, es más fácil de lo planeado. Quedé completamente helada, con los pelos de punta erizados, cuando percibí la inquietante presencia de alguien a mi lado, punteándome con un arma fija en la sien.

—Suelta la pistola y tírala al suelo —me ordena un hombre que viste igual que los demás escoltas de Travis—, si no lo haces, me veré en la obligación de jalar el gatillo.

El temor me envuelve, una confusión paralizante se apodera de mí, y no logro comprender por qué estas cosas me suceden a mí. Apenas estaba retomando mi trabajo de asesina a sueldo.

—¿Qué tal si negociamos? —propongo, pero el tipo parece estar de malgenio.

Me veo en un rotundo fracaso cuando me toma del pelo y a fuerzas me saca del auto. Mis intentos de escapar son en vano, él cuenta con mayor fuerza física que yo, por eso el malnacido se aprovecha para arrastrarme hasta donde se encuentra Travis.

—¡Señor!

—¿Ahora qué, Arlo? ¿No ves que me duele la cabeza y quiero regresar enseguida a la mansión? —el tal Travis suspira antes de voltear y encontrarse con la desagradable escena. Con un corto estudio de pies a cabeza se detiene a mirarme a los ojos—. ¿Quién es ella?

—Esta tipa pretendía matarlo —me echa al suelo como una bolsa de basura—, yo misma la sorprendí, eso se lo puedo jurar.

Cuando salga de esta prometo vengarme de este tal Arlo. ¿Con quién cree que está tratando? ¡El bastardo en su vida ha tratado a una mujer!

—¡Él está mintiendo! ¿Cuáles serían mis razones para lastimarlo? En mi vida lo he visto y soy incapaz de herir a alguien —sollozo, haciendo uso de mis dotes de actuación.

—¿En serio? ¿Y esto que es? —me roba del pantalón la pistola para dársela a su jefe—. ¿A usted le parezco estar mintiendo, señor? Hay que sacarle toda la verdad a esta mujer y descubrir quién está detrás de este asunto. ¿Le parece si la torturo y la hago soltar todo?

¡Qué maldito hijo de…!

—Nadie torturará a nadie —se opone Travis tendiéndome la mano para que me ponga de pie—. Mi madre una vez me dijo que debía respetar a una mujer, sea la situación que sea. Tengo afán de no alargar esto, ¿quieres decirme quién te envió?

Sostener una mentira empeorará las cosas. Estoy expuesta como una estúpida que no supo hacer su trabajo, ¡solo una misión tenia!

—Máteme, no diré nada.

—Te sugiero que hables, no querrás conocer al señor Travis cuando se enoja. Fácilmente podría mandar a cortarte la lengua para que se te cumpla el capricho de no decir nada —comenta el entrometido hombre que me echó de cabeza—. Estoy a sus órdenes, jefe. ¿Qué hago con ella?

Respira hondo, comprometiéndose en silencio a tomarse en serio la tarea de analizar de manera profunda y seria, sumergiéndose en sus pensamientos.

—Súbanla al carro atada de pies y manos —decide como si nada, adelantándose a subir a uno de los carros—. La llevaré conmigo a la mansión.

—¿Qué? —murmuro nerviosa. Ni tiempo me dieron a reaccionar las ratas de sus hombres cuando obedecieron y me subieron a la misma camioneta que al desgraciado de su jefe, con la diferencia de que él va en el asiento del copiloto y yo en los asientos traseros—. ¡Estás en graves problemas, Travis Petrov! ¡Tú no sabes quién soy yo! ¡Estás muerto!

—No sé quién eres, pero tendremos tiempo para conocernos —me observa por el retrovisor—. En mi familia hay una manía de secuestrar mujeres y es tan contagioso que lo llevo en la sangre, me disculpo de antemano —sonríe.

¡¿Está sonriendo en momento serios?!

Me hierve la sangre de la impotencia.

¿Cómo fueron capaces de capturarme?

¿Alguien me traicionó?

¿Será que mi padre está detrás de esto para… deshacerse de mí?

Vendaron mis ojos para que no reconociera las rutas que tomarían. De la propia boca de Travis salió que permanecería prisionera en su mansión. Desde anoche estoy encerrada en una habitación vacía, sus paredes están desgastadas y con telarañas, hay suciedad por donde sea, es un asco. Tengo la leve sospecha de que quien me asignó este cuarto fue el maldito de su escolta, Arlo.

Tengo hambre. No he dormido por el temor de que atenten contra mí cobardemente. Pero reconozco que es la culpa de mi padre por apurarme a cumplir con esta misión en lugar de darme por lo menos una semana para empaparme del asunto. Ahora que lo pienso, ¿habrá llegado a oídos de mi padre que estoy secuestrada? Lo dudo. Travis no sabe que soy su hija.

—¿Está en este cuarto?

Me tumbo en el suelo cuando escucho a Travis hablar al otro lado de la puerta con Arlo. Y sí, en el suelo porque aquí ni cama hay. Cierro los ojos simulando estar dormida cuando abren la puerta. Sus pasos lentos y pesados son lo único que oigo.

—Eres una pésima actriz. Abre los ojos —me lanza un balde agua fría en la cara, hace mucho frío, ¿no tiene un poco de empatía?

—Cuando me defendiste ayer creí que trataría con un hombre diferente al resto de narcos, pero resultaste ser igual de bestia que todos —mascullo, apretando ambos puños.

—No te dejes engañar por cualquier palabra que haya dicho ayer, tenía unas copas encima. Pero si colaboras y negociamos seré el hombre gentil que deseas. ¿Quieres irte? Entonces empieza suavizando esa mirada asesina y empieza diciéndome qué hacías a oscuras en ese callejón, apuntándome con una pistola.

—¿Te parezco tan tonta como para tragarme ese cuento de que me dejarás ir? —rio, girándome a ver a otro lado—. Sal, de mí no obtendrás respuestas. En boca cerrada no entran moscas.

—¿Desperdiciarás esta oportunidad?

—¿Oportunidad? Lo veo más bien como una soga al cuello —murmuro.

—Nada te costaba aceptar que eres hija de Dawson.

Si lo que quería era que volteara a verlo estupefacta lo consiguió.

Mi padre siempre fue cuidadoso en borrar toda conexión conmigo ante los demás para no ponerme en riesgos, pero él…

—¿Cómo te enteraste? ¿Hablaste con mi papá?

Una irritante sonrisa de satisfacción se tuerce en sus labios.

—En realidad lo que dije era una estrategia para salir de dudas, pero gracias a tus estúpidas neuronas que carecen de astucia he descubierto que tengo conmigo una mina de oro para capturar a Dawson.

Espera, ¿qué?

—No te rogaré para que me digas dónde está tu padre, yo mismo me contactaré con él, y si en realidad le importas vendrá por ti, lo que es poco probable. Si te amara no te hubiera puesto en riesgo. ¿Qué clase de padre le da este tipo de trabajos a su única hija, teniendo en cuenta que soy un hombre que normalmente está acompañado? Vamos, ¿tampoco has pensado en eso? ¿Tus neuronas no dan para más?

—¿Esta es otra de tus estrategias? Ahora resulta que vas a ponerme en su contra con cizañas —rio—. ¿Recuerdas lo que te dije en la camioneta? Eres hombre muerto. ¡Mi padre vendrá por mí y te matará, te estás metiendo con lo que él más ama, desgraciado!

De la misma manera en la que entró, sin hacer ruido ni emitir palabra alguna, se retira en silencio, dejando tras de sí una mirada soberbia que desafía cualquier intento de comprensión.

—¡Prometo escapar en la primera oportunidad que se me presente! —grito, pateando la puerta.

No me envenenará el cerebro con sus calumnias. Conozco a mi padre como la palma de mi mano… él jamás haría eso.

1
rosi
que le pasó a Andrew el no era así el era de lo más relax cuando se volvió contra su familia y por que ese odio hacia Travis y Jane donde está ? sus hijos se van a matar y ella no enterada 😔
Lorena Davila
muy bueno
rosi
que paso por que se separaron tanto los hermanos Andrew traicionó a su hermano ?
Katherine De Velasquez Pino
jessa ya me estás cayendo mejor yo también soy ♏ y mi esposo ♍
rosi
a mí también me daba como mala espina pero bueno verdes que sucede
Andrea Barrionuevo
dios no no no lo acepto pq matarlos a ellos que no fueron malos y dejar vivos a travis Andrew o Nolan ninguno de estos 3 valía la pena uno es peor que el otro.
Andrea Barrionuevo
Por favor es un asco de tipo Andrew.
Este tendría que haber muerto en lugar de Carlos
Andrea Barrionuevo
Nooo pq justo Carlos tenia que morir
era lo mejor de todo esos
tenias al resto para matar Andrew Travis Nolan y sigue el resto pero no justo mato a Carlos
Andrea Barrionuevo
Por favor no se kmo puede ser tan tonta y perdonarle lo que hizo.
No hay perdón ni nada de lo que haga para tapar lo que hizo sin su consentimiento.
No estamos hablando de algo tan simple sino de que manipulo todo a su favor y le practico un aborto y quiere tapar todo kn decir yo te amo sos mi vida.
Pero no ninguna de estas parejas están bien mentalmente mejor dicho nadie de todos los personajes pq hacen todo mal y están kmo si eso fuera correcto.
Andrea Barrionuevo
pregunta pq tiene que experimentar lo mismo 2 veces y la respuesta es por tonta por no salir kn guardaespaldas.
es tan tonta y confiada que termina siempre en problemas.
Andrea Barrionuevo
es un asco todos se acuestan con todos.
pasan de manos en.manos
Andrea Barrionuevo
por lo que voy leyendo todos son unos enfermos no hay uno que valga la pena
Pero el peor de todos es Andrew
Andrea Barrionuevo
puede ser tan tonta esta mujer después de lo que le hizo y dijo Andrew piensa que va a cambiar su forma de pensar.
tendría que tener más caracter
Andrea Barrionuevo
Pobre tiene a sus enemigos bajo su mismo techo.
Al final no hay uno que le sea fiel todavia
Monica R Briseño
Muy buena esta novela, he leído cada historia de tus personajes, me hicieron reír mucho con cada cosa.
Gracias pur cada novela las disfrute mucho.
Felicidades!!!
Excelentes cada una de tus historias.
Rossana Dorante
excelente trabajo, me hizo llorar en varias ocasiones
Esther Peraza Valdez
Excelente
Karina Jaime
hermosa novela. me hiso llorar el capitulo final!!
Karina Jaime
se pasan, una familia de locos. jajs
Karina Jaime
se pasa ese travis, es la segunda vez q se desmaya cuando se entero del embarazo!
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