Intentarlo De Nuevo

Después de la comida, Pedro me llevó a la casa de mis padres. Al entrar veo a mi madre hablar con una mujer un poco mayor que ella, al verme, me saluda agitando su mano.

Dibujo una sonrisa entre mis labios, caminé lentamente a donde están ellas.

____ Querida hija. Ven a saludar a la señora Méndez. Es una mujer de la alta sociedad de Italia. Madre de dos guapos hijos, herederos de un imperio en Italia.

Mientras mi madre halaga a los hijos de esta mujer, viene a mi lado, su mano pasa por encima de mi hombro y continúa hablando con orgullo.

____ Le he hablado tantas cosas de ti. Le he contado lo buena que eres para el manejo de las empresas Gámez. También le he contado que eres una excelente ama de casa. Eres una hija hermosa, y fuiste educada en una familia de altos valores.

Era mi imaginación o mi madre me estaba tratando de vender a esa señora como si yo fuera una mercancía. ¿Era en serio? ¿Hasta dónde ha caído la obsesión de mis padres para conseguirme un marido?

_____ Hola, señora Méndez. ____ Extiendo mi mano para saludar a la mujer delante de mí.

Y tal, como si fuera un pedazo de carme en venta. Me ve.

_____ Estás bonita... Nada fuera de lo común. Harás bonita pareja con hijo Maximiliano.

Mi boca se abre de golpe. Sentí mi mandíbula casi tocar el piso.

____ Disculpe, señora. Yo no estoy en venta... No aceptaré hacer una pareja con ese tal Maximiliano.

Antes de que termine de hablar, mi madre me interrumpe.

_____ ¡Basta, Valeria! ¿Cómo te atreves hablarle de esa manera a la señora Méndez?

Volteo a ver a mi madre, dibujo una tonta sonrisa en mis labios. Estaba hasta el copete de esta situación.

_____ ¡Suficiente, madre! No soy ninguna niña.

___ Ya le contaste a la señora Méndez que estuve casada con el nieto de Isabel Bustamante, y que pedí a mi hijo cuando César tuve aquel terrible accidente donde quedó paralítico.

____ Ya le contaste que fui una puta, la cual se acostaba con César sabiendo que tenía novia. Qué no me importó destrozar una relación de 8 años de noviazgo.

De pronto se escuchó el fuerte sonido de una bofetada. Mi mejilla derecha ardió ferozmente. El sabor a sangre invadió mi boca.

___ He escuchado suficiente. Su hija Valeria está lejos de poder ser la esposa de uno de mis hijos. Yo busco otro tipo de mujer para ellos. Una mujer decente, no una cualquiera que se acuesta con todos los hombres que se ponen por delante de ella.

La mujer molesta pasa a mi lado, y me empuja con desprecio.

_____ ¡Señora Méndez, espere podemos conversar de esto! ____ Mi madre suelta un fuerte grito.

Era patético verla suplicarle a esa vieja amargada que se detuviera. Giré mi cuerpo para irme de ahí, no pensaba quedarme ni un solo segundo más en esta casa.

De pronto siento la mano de mi madre agarrar con fuerza mi brazo. Sus uñas se clavan en mi piel, haciendo que sienta un ardor horrible.

____ Valeria, cómo te atreves hablarle de esa manera... No te das cuenta de que esa señora es una mujer muy importante. Tu vida completa estaría resuelta casada con uno de sus hijos.

Me sacudí de un solo jalón la mano de mi madre. La veo a los ojos, y lentamente, le digo esas palabras.

______ Sí tanto quieres a uno de los hijos de esa mujer, divórciate de mi padre y cásate con uno de ellos. A mí déjame en, ¡PAZ!

Me alejé de mi madre, volví a salir por la puerta. Al haber venido con Pedro, mi auto se quedó en el estacionamiento de la empresa. Tenía que caminar otra vez de regreso o quedarme aquí hasta que pasé un taxi.

Eso podría durar horas o días. Al ser una zona muy exclusiva, poco vienen los taxis por aquí.

Caminé por cuatro cuadras y ya sentía mis pies arder de cansancio. Los zapatos que usó estaban lejos de ser cómodos para caminar una larga distancia.

Tampoco me encontraba en mi mejor momento físicamente. El aire comenzó hacerme falta. Me detengo a descansar por un tiempo.

Me quité uno de mis zapatos, notando las heridas en mis pies.

..."Maldita sea. No llegaré muy lejos a esta velocidad" ____ Me queje....

Después de descansar un rato, escuchó el sonido de un auto acercarse, olvide ponerme los zapatos y salgo corriendo a media carretera.

El conductor del auto frena de repente, y yo cierro los ojos al sentir el coche tan cerca de mí.

_____ ¡Estúpida, por qué no te fijas! ___ Un fuerte grito se escuchó.

Esa voz femenina me sonaba conocida, abrí los ojos, mirando a la mujer detrás del volante.

No podía creerlo, la mujer era Melina Ferrer, la exnovia de Rogelio Bustamante, el tío de César. La mujer que ayudó a Ernesto Bustamante a secuestrar a Katy y a mí.

Por la culpa de esta mujer estuve a punto de perder la vida.

Melina baja del auto, empuja la puerta del coche con fuerza. Al ver que era yo, camina hasta mí.

_____ Mira nada más a quien tenemos aquí. A la golfa de la niñita Gámez. Creí que te habías muerto.

Recorró con la mirada a esta zorra. Por lo que veo, su estúpido marido todavía la tiene viviendo como a una reina. Ropa de alta gama, joyas de lujo, cuelgan de su cuello y de sus orejas.

_____ Me llamas golfa a mí... ¿No te mordiste la lengua? Si mal no recuerdo, la única puta aquí eres tú. Yo todo lo hice por amor, mientras tú te casaste con ese viejo por ambición... Te vendiste a ese hombre como la zorra, puta que eres.

Melina no soporto escuchar la verdad, su mano se levantó en el aire y intentó dejarla caer sobre mi mejilla. Suficiente tenía con la bofetada que mi madre me dio. Como para soportar que una zorra, asesina, trate de ponerme una mano encima.

Agarré la mano de Melina en el aire, y con mi mano izquierda le doy una bofetada.