En el siglo XV, Ángela, una joven noble, es enviada por Derya, la reina del Imperio Escocés, al Imperio Otomano para recibir una educación de élite. Tras años de instrucción financiera y cultural, regresa a su hogar solo para descubrir que sus padres han concertado su matrimonio con un joven aristócrata. La dulce joven que partió ha regresado transformada en una mujer valiente y decidida.
Derya no solo quería la mejor educación para Ángela, sino también que sanara su corazón roto por Niall, quien la había rechazado antes de su partida. Ahora, de regreso, Ángela se enfrenta a un mundo de intrigas políticas y expectativas familiares, mientras redescubre sentimientos por Niall.
El regreso de la guerrera, narra el viaje de Ángela en busca de su libertad, amor y lugar en una sociedad cambiante.
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El regreso
En el imperio otomano una joven pelirroja, pasea por los jardines del palacio, encontrándose con Selin, el sultán del imperio.
Haciendo una reverencia la joven le saluda
— Alteza — Le dice está con una perfecta reverencia
— Ya te he dicho que no es necesario que me hagas reverencia en privado — Le dice Selin
— Tu sigues siendo el sultán y estoy muy agradecida por permitirme estar todo este tiempo en el palacio, es algo que no olvidaré — Le dice Angela
— Eres amiga de Derya, fue un placer poder tenerte acá, ahora que partes a tu hogar espero que todo lo aprendido te sirva en tu día a día — Selin le dijo acercándose a la joven, quien le sonrió
Selin y Angela habían llegado a tener una linda amistad, el joven la veía como una hermana mayor, y Angela como un hermanito menor al cual necesitaba cuidar. Duraban horas charlando sobre todo lo que les molestaba, Angela le escuchaba hablar sobre todas las responsabilidades que tenia selin con el imperio y trataba siempre de animarlo, puesto que el joven era un buen gobernante.
— Me harás mucha falta — le dijo Angela antes de abrazarlo
— Y tu a mi — Le dijo devolviéndole el abrazo a la joven
Ambos jóvenes se quedaron charlando un largo tiempo en aquel lugar, al día siguiente Angela partiría hacia Escocia a encontrarse con su familia y ese supuesto prometido que rechazaría en cuanto bajara de aquel barco, no pensaba casarse sin amor, estaba segura de que su padre solo lo había hecho para que estuviera bien y aceptaría su decisión de no casarse.
A la mañana siguiente, Angela se embarcó rumbo a Escocia, era el momento de volver a casa, ya habían pasado ocho años desde que había salido de Escocia para instruirse en el imperio, la mujer que la había recibido le enseño todo lo que necesitaba, sobre política y etiqueta, Pero Angela había agregado un extra y por eso le pidió a selin que le permitiese practicar con el mejor espadachín del lugar.
Al principio fue duro, puesto que nunca había tomado un arma en su vida Pero poco a poco fue aprendiendo del mejor, a veces practicaba con Selin, quien era el mejor espadachín del imperio, ambos disfrutaban el sonido del acero chocando entre sí.
En el barco Angela disfrutaba de la brisa del mar, mientras pensaba en su familia y en lo mucho que los había extrañado a todos. El barco llegó a puerto tres días después, los padres de Angela estaban allí esperándola.
El duque Macquena emocionado se acercó a su hija y le dio un fuerte abrazo, mientras sonreía de alegría al ver que su pequeña ya había vuelto a Escocia, la verdad era que con todo lo que había pasado en el reino ya lo tenían un poco abrumado, por suerte la reina había solucionado todos los problemas que se ocasionaron con la plaga, además de que era una mujer que les daba confianza a sus habitantes, en eso el hombre sentía un gran respeto hacia la reina.
— Angela, que alegría tenerte aquí — le dijo el hombre separándose de su hija
— Gracias padre, yo también estoy feliz de volver a casa —
La madre de la joven también se acercó, abrazando a su hija, la cual ya era toda una mujer, Angela, una pelirroja hermosa, con una piel de porcelana y una escultura envidiable. La mujer sonrió luego de separarse de su hija.
— Ya eres toda una mujer —
Angela sonrió, por supuesto que lo era, ya había crecido, era una mujer, una muy diferente a la joven ingenua que se fue de su hogar en busca de aquello que pudiera instruir la de verdad y dejar de seguir creyendo en lo que su madre le enseñaba, que solo era cosas ambiguas, Angela había seguido los consejos de su reina, Derya le había dicho que una mujer no solo vive para casarse y tener una familia, durante su tiempo fuera de casa se dio cuenta de que su madre no la había preparado para el mundo real, solo la había instruido para cuando se casara.
Luego de los saludos y abrazos, todos volvieron al ducado, iban en el carruaje y Angela miraba los hermosos paisajes que le brindaba Escocia, a lo lejos se podía ver su hogar, aquella mansión gigante que durante años fue su hogar, pero que durante este tiempo fuera no había extrañado para nada.
Al llegar las criadas les recibieron, pasando al comedor dónde había un gran almuerzo esperando por ellos, Angela estaba hambrienta durante el viaje había estado tan ansiosa por llegar que casi no había probado bocado alguno. Angela se sentó junto a sus padres, mientras la comida era servida, todos charlaban, la joven miraba a sus padres y se sentía feliz de volver, sin embargo, esas paredes no eran un lugar al cual llamar hogar, sentía que le faltaba algo más, para llamar un lugar hogar.
— Debes ir con la reina, debe estar esperándote en el palacio, no fue a recibirte debido a su trabajo en el imperio — Le dijo su madre
— En cuanto me desocupe iré, Derya ha Sido fundamental en mi instrucción y mi cambio — Les dijo Angela con una gran sonrisa en el rostro
— Por supuesto — Dijo su padre
La madre de Ángela por su parte no se veía muy feliz, a ella le hubiese encantado instruir a su hija a su gusto, Pero no podía negarse ante la petición de su soberana, Pero ya tendría tiempo para corregir las cosas que no le gusten de Angela, Pero sobre todo aquel esposo que habían conseguido para su hija, el cual era un hombre de alta cuna con una gran fortuna, el pretendiente adecuado para su pequeña, era lo que ella merecía. Hugo era un Márquez, heredó el título de su padre, buscaba esposa, por lo que la madre de Ángela de inmediato propuso a su hija, esto lo hizo sin el consentimiento del duque, quien se enojó por tal acción de su esposa, Pero decidió esperar a la decisión de su hija y si está no quería el mismo se encargaría de terminar con aquel compromiso.
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(Angela)