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EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

Status: En proceso
Genre:Acción / Magia / Reencarnación / Mundo de fantasía / Edad media / Espadas y magia
Popularitas:3k
Nilai: 5
nombre de autor: Dixon Hernandez

En un mundo donde la magia y la religión se entrelazan en un baile eterno, un chico renacido con un ojo demoníaco despierta en medio de la oscuridad y el desconcierto. Abandonado por sus padres en la infancia, su vida marcada por el sufrimiento y la soledad llega a un abrupto final, solo para dar paso a un nuevo comienzo lleno de misterio y peligros inimaginables.

Conocido como "El Poder de los Ojos Divinos", nuestro protagonista se ve obligado a enfrentar sus propios demonios internos mientras lucha por comprender la verdad detrás de sus inexplicables habilidades. En un mundo donde la paranoia y la desconfianza reinan, deberá aprender a controlar sus poderes sobrenaturales y desentrañar los oscuros secretos que rodean su nacimiento.

Acompaña al protagonista en su épica búsqueda de redención, mientras se sumerge en un viaje lleno de intrigas, traiciones y giros inesperados. ¡Descubre cómo la muerte puede ser el comienzo de una historia que desafía los límites de lo imaginable y te su

NovelToon tiene autorización de Dixon Hernandez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 1 *el comienzo de una nueva historia*

Al despertar, Gabriel observa a su amiga Lisa y mucho de sus amigos en el suelo, sin mostrar signos de respiración. Después de ser alcanzada por un poderoso hechizo, Gabriel se arrastra hacia ella con un solo brazo, ya que el otro había sido cortado. Llora al ver a su amiga sin vida y se lamenta.

Una voz de un sujeto imponente le dice: "Creías que podías vencerme, ¿a mi? La mejor creación de Dios."

El sujeto dispara un ataque poderoso que desintegra el cuerpo de la amiga de Gabriel, mientras él observa con ira. Raíces salen de su ojo izquierdo demoníaco, mientras lágrimas de sangre caen de su ojo izquierdo. Su ojo derecho celeste derrama maná divina. Observa sin reaccionar, reflexionando en su mente y llorando.

"En mi vida pasada sufrí mucho desde niño. Después morí y vine a este mundo pensando que mi nueva vida sería tranquila. Pero aquí también sufro mucho, he perdido a muchos seres queridos injustamente. ¿Entonces cuál es el sentido de una nueva vida si me van a tratar como un perro asqueroso?"

Un poderoso ataque acaba con Gabriel, quien está muriendo lentamente, mirando al cielo. En su último aliento, murmura: "¿Por qué juegan tan cruelmente conmigo?"

Todo se pones en negro.

Luca, despierta sobresaltado y se pregunta qué fue ese sueño ya que se sintió tan real.

El desde Desde pequeño, ha encontrado refugio en sus sueños para escapar de la dura realidad que lo rodea. Abandonado por sus padres desde niño. vive bajo de un puente junto a su hermano mayor, quien ha asumido la responsabilidad de cuidar de luca. A pesar de la pobreza en la que viven, el amor fraternal les da fuerzas para enfrentar cualquier adversidad. Sin embargo, la felicidad no dura para siempre, un día.

Lucas se encuentra ansioso por ver a su hermano, sabiendo que ha obtenido las mejores calificaciones en la escuela.

Finalmente, Olivier llega a la casa improvisada, mostrando signos de cansancio debido a sus largas jornadas de trabajo por poco dinero. A pesar de esto, Lucas valora y admira profundamente a su hermano por todos sus esfuerzos.

Lucas, emocionado, le muestra a su hermano sus excelentes calificaciones diciendo:

- Mira lo que traigo, hermano, mis calificaciones son muy buenas.

Olivier, al ver las notas de Lucas de la secundaria, siente una alegría interna. Con una sonrisa, le responde:

- ¡Muy bien, Lucas, son excelentes calificaciones! Y además, tengo algo 

Lucas, emocionado al escuchar las palabras de su hermano, le pregunta con entusiasmo qué ha traído. Olivier saca dos rebanadas de pizza de su bolsa y Lucas se llena de alegría al no estar acostumbrados a ese tipo de lujos. Olivier observa con una sonrisa a Lucas mientras disfrutan juntos de la pizza, recordando cómo la obtuvo momentos antes, al encontrar una caja abandonada en un banco del parque.

Al pasar los días, Olivier comienza a sentirse mal, con fiebre y aspecto desmejorado, resultando en su despido laboral por faltar tanto. Lucas, preocupado, cuida de su hermano enfermo, limpiándolo y rezando por su recuperación. Sin embargo, la salud de Olivier empeora rápidamente, llegando al punto de vomitar sangre en el suelo. Lucas, angustiado, intenta socorrer a su hermano, pero lamentablemente, es demasiado tarde y Olivier fallece.

Devastado por la pérdida de su único familiar y compañero, Lucas entierra a Olivier junto al árbol donde solían jugar juntos. Sumergido en el dolor, Lucas se aísla del mundo exterior, rechazando cualquier intento de ayuda o consuelo. La situación se vuelve insostenible para él, viéndose obligado a buscar alimentos en la basura para subsistir, sintiendo una profunda tristeza al hacerlo.

Mientras lucha contra la enfermedad que lo consume, Lucas tiene un sueño sereno y calmado donde se siente en paz. Al despertar con fiebre y malestar, comprende que sus días están contados. Consciente de su destino, se dirige hacia el árbol donde descansa su hermano, buscando consuelo en su último momento.

Lucas, con una voz débil y resignada, se despide de su hermano con las palabras "Por fin, hermano, volveremos a estar juntos". En su último aliento, fallece junto al árbol donde descansa su hermano. De repente, se encuentra de nuevo en el lugar sereno, lleno de agua y calma. En ese momento, Lucas reflexiona en su mente: "¿Estoy muerto? No hay duda, pero se siente tan reconfortante, todo es silencioso y tranquilo".

Mientras se sumerge en esa sensación de paz, escucha el llanto doloroso de una mujer y ve una luz acercándose a él. Al abrir los ojos, se encuentra con una persona desconocida que le habla en un idioma ajeno. Esta persona lo mira con un gesto de terror y asombro al notar el peculiar aspecto de Lucas, con un ojo izquierdo completamente negro con pupilas rojas, en contraste con su ojo derecho celeste, igual al de sus padres. En ese momento, su madre lo abraza, transmitiéndole una sensación reconfortante de amor y protección.Lucas, con una voz débil y resignada, se despide de su hermano con las palabras "Por fin, hermano, volveremos a estar juntos". En su último aliento, fallece junto al árbol donde descansa su hermano. De repente, se encuentra de nuevo en el lugar sereno, lleno de agua y calma. En ese momento, Lucas reflexiona en su mente: "¿Estoy muerto? No hay duda, pero se siente tan reconfortante, todo es silencioso y tranquilo".

Mientras se sumerge en esa sensación de paz, escucha el llanto doloroso de una mujer y ve una luz acercándose a él. Al abrir los ojos, se encuentra con una persona desconocida que le habla en un idioma ajeno. Esta persona lo mira con un gesto de terror y asombro al notar el peculiar aspecto de Lucas, con un ojo izquierdo completamente negro con pupilas rojas, en contraste con su ojo derecho celeste, igual al de sus padres. En ese momento, su madre lo abraza, transmitiéndole una sensación reconfortante de amor y protección.

Gabriel se encontraba confundido por su nueva realidad, consciente de que había experimentado la muerte y ahora se hallaba en un mundo distinto. Con el tiempo, logró adaptarse y alcanzó un año de edad con la capacidad de mantenerse en pie y comprender parcialmente el idioma de sus padres. En este nuevo comienzo, adoptó el nombre de Gabriel.

Mientras exploraba la casa en la que se encontraba, descubrió un espejo y al contemplarse, notó sus rasgos faciales, quedando impresionado por su cabello negro. Una sonrisa perversa se dibujó en su rostro, pero desapareció al fijarse en su ojo izquierdo, el cual se vio obligado a cubrir con un parche. Intrigado por este ocultamiento, se cuestionó el motivo detrás de ello.

Continuando su exploración, Gabriel se percató de la ausencia de electricidad y tecnología en esa época en la que estaba viviendo. Aunque inicialmente le preocupó la idea de una vida sin los avances modernos, se reconfortó al saber que al menos no era pobre. Mientras seguía recorriendo la casa, se vio atraído por una misteriosa puerta que logró abrir con ingenio. Al adentrarse, descubrió una biblioteca repleta de libros y tomó uno al azar.

Gabriel reflexionó al abrir el libro: "Al menos voy a distraerme leyendo". Sin embargo, se enfrentó a la realidad de no saber leer, lo que generó angustia al entender que debía aprender. Aunque se sintió aliviado al recordar su habilidad en matemáticas, se cuestionó la existencia de escuelas en ese nuevo mundo.

A los tres años, Gabriel logró comunicarse verbalmente y decidió pedir a su madre que lo enseñara a leer, obteniendo una respuesta positiva por parte de ella. A los cuatro años, aún luchaba por descifrar las letras y aprender el idioma, por lo que se comprometió a esforzarse más en su aprendizaje.

Finalmente, a los cinco años, Gabriel dominaba la lectura y experimentaba un profundo orgullo por su logro. Sus padres se impresionaron por su rápida asimilación del conocimiento, reconociendo que no necesitaba ser enviado a una escuela para seguir avanzando en su aprendizaje.

Pasa un año, Gabriel se encuentra leyendo un libro de historia antigua sobre Dios y los ángeles malvados. Le interesó mucho el libro, que contaba todo lo que pasó hace 400 años. El libro habla de:

Hace 400 años un ángel llamado Orbe era uno de los ángeles más fuertes. Su ambición de volverse más fuerte y gobernar era muy grande.

También odiaba a los humanos, tanto así que él y los 6 ángeles creaban bestias agresivas sedientas de sangre. Los humanos y las bestias peleaban continuamente, la población humana caía drásticamente.

Orbe y los 6 ángeles deciden bajar a la tierra. Todo era caos y destrucción. Dios se dio cuenta de lo que pasaba y mandó a sus mejores ángeles para detener a Orbe, pero era en vano, aquellos ángeles eran muy fuertes y agresivos, matando a otros ángeles sin compasión.

Dios, al ver esto, desciende a la tierra y se da cuenta de que los humanos pronto van a desaparecer. Por lo tanto, hace un pacto con un reino. El pacto consiste en que ese reino ayude a eliminar a las bestias y apoyar la batalla contra los ángeles a cambio de un poco de su poder divino. El reino acepta el pacto.

Dios levanta su mano y otorga a todo el ejército del reino ojos con poder divino. Sin embargo, otros reinos humanos no están de acuerdo y deciden aliarse con los ángeles rebeldes.

En medio de una guerra entre humanos y ángeles contra humanos y Dios, la victoria finalmente se decantó del lado divino. Después de asegurarse el triunfo, Dios maldijo a todos aquellos que apoyaron a los ángeles rebeldes, privándoles de la habilidad de producir maná.

Una vez que la paz reinó en el mundo tras la devastadora batalla, Gabriel, asombrado por la historia, se preguntó si su ojo izquierdo tenía alguna conexión con aquella maldición. Sin embargo, se desconcertó al notar que su padre, Sam, tenía ojos celestes, lo que sugería que poseía la capacidad de canalizar el mana divino.

En ese momento, Sam irrumpió en la habitación, sorprendiendo a Gabriel, quien estaba inmerso en la lectura. Confundido, Sam le preguntó qué era lo que estaba investigando, a lo que Gabriel respondió

- Estoy leyendo un antiguo libro de historia, papá. Es realmente fascinante, pero surgieron muchas preguntas en mi mente.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de Sam mientras le animaba a hacer sus preguntas. Intrigado, Gabriel formuló sus interrogantes:

- ¿En qué reino se selló el pacto con Dios? Y, ¿cuál fue el reino que se alió con los ángeles rebeldes?

Con tranquilidad, Sam respondió:

- El reino donde se selló el pacto con Dios es precisamente este en el que nos encontramos. Observa mis ojos celestes; reflejan mi capacidad para canalizar el mana divino.

Gabriel quedó impactado por las revelaciones de Sam.

Sam respondió con solemnidad, "El reino que una vez se alió con Orbe ya no existe, fue aniquilado, y se rumorea que aquellos con un solo ojo celeste están conectados a esa desdichada alianza, maldecida por la mano de Dios."

Preocupado, Gabriel preguntó a su padre si él también estaba afectado por la maldición debido a su ojo izquierdo.

Sam, con voz serena, contestó, "Tú eres especial, Gabriel. Jamás he visto un ojo como el tuyo, ninguna fuente contiene información sobre tu singularidad."

Afligido por la incertidumbre, Gabriel se sumió en la tristeza, pero Sam trató de reconfortarlo. En ese momento, Eva, la madre de Gabriel, anunció que la comida estaba lista. La familia se reunió en torno a la mesa y comenzaron a disfrutar de la cena. Gabriel aprovechó la ocasión para preguntar, "Entonces, papá, ¿cuál es el don que Dios otorgó a los humanos?"

Sam le respondió con calma, "El poder de crear, invocar o conjurar, todo parte del mana que poseemos. Por ejemplo, yo podría invocar..."

Antes de poder continuar, Eva interrumpió a Sam, regañándolo por olvidar la regla de que no se podían hacer conjuros en la casa, argumentando que era peligroso. Sam se disculpó con Eva y le prometió a Gabriel que le enseñaría a hacer conjuros en el patio. Tras terminar la cena, se dirigieron al patio para comenzar la lección.

Curioso, Gabriel le pidió a Sam que le explicara más sobre el mana.

Con paciencia, Sam comenzó a explicar, "El mana es la energía que nace dentro de cada uno de nosotros y que podemos moldear para realizar numerosas proezas, como invocar fuego, agua y otros elementos."

Gabriel se emocionó al darse cuenta de que en ese mundo tenía la capacidad de hacer magia. Y le pregunta

-¿todas las personas pueden moldear la maná?

Sam continuó explicando, "No todas las personas tienen la capacidad de manipular el mana. Aquí en el reino, existen tres tipos de personas. Algunas poseen la bendición de los ojos divinos, como en mi caso, lo que nos permite manipular el mana de manera más efectiva que los demás. La bendición de los ojos celestes nos permite acceder al mana divina que se produce en nuestros ojos."

"Además, existen personas mestizas, aquellas que tienen un ojo celeste y otro normal. Estas personas no pueden manipular el mana por una razón particular. El ojo divino produce mana divina, mientras que el ojo normal produce mana inferior, lo cual provoca una falta de armonía y control, impidiendo su manipulación."

"Por último, están las personas con ojos normales, quienes pueden manipular el mana, pero no la mana divina."

Gabriel le pregunta a Sam, "¿Entonces quién soy yo? ¿Soy la única persona con los ojos así?"

Sam responde, "Es la primera vez que veo algo parecido, pero eso no significa que no puedas llevar una vida normal. Eres único y eso debería hacerte sentir especial."

Gabriel vuelve a preguntar, "¿Seré capaz de manipular el mana? Si mi ojo izquierdo produce un mana diferente al de mi ojo derecho, ¿no podré manipularlo?"

Sam responde, "Todavía no sé qué mana produce tu ojo izquierdo. Tendré que estudiarlo para responder esa pregunta, pero podemos intentar probar si puedes manipularlo."

Gabriel le dice, "Está bien, papá, no perdemos nada intentándolo."

Sam le indica, "Presta atención, hijo. Debes mantenerte tranquilo, sentir el mana que se produce en tu ojo, luego concéntrate en tu pecho y deja que fluya por todo tu cuerpo, visualizando el elemento que quieres utilizar."

Sam eleva su brazo con determinación, apuntando hacia un majestuoso árbol con una expresión de concentración en su rostro.

"Recuerda, Gabriel", le instruye Sam con voz serena. "La clave para manipular la maná está en la conjuración de las palabras adecuadas según el tipo de elemento que deseas evocar. En mi caso, prefiero el viento. Observa atentamente."

Con un tono cargado de energía, Sam pronuncia las palabras con convicción: "Señor de los vientos, otórgame tu poder".

Un látigo de aire poderoso se dispara de la mano de Sam, dejando una marca profunda en el tronco del árbol y demostrando la fuerza de su habilidad con la maná.

Impresionado por la demostración, Gabriel se siente emocionado y nervioso ante la idea de intentarlo por sí mismo. Siguiendo las indicaciones de Sam, cierra los ojos y visualiza la maná fluyendo a través de su ser, antes de levantar el brazo con determinación y dirigir su mirada hacia el mismo árbol.

Con voz serena pero concentrada, Gabriel pronuncia las palabras mágicas: "Señor de los vientos, permíteme acceder a tu poder".

De repente, un poderoso látigo de viento surge de la palma de Gabriel, cortando sin esfuerzo el árbol y el muro de piedra que se encontraba detrás, impresionando a todos los presentes, incluido el papa.

Sam, admirado por la proeza de Gabriel, lo felicita por su habilidad excepcional. "Cortar piedra con el aire requiere un gran manejo de maná, especialmente a tu edad. Eres un prodigio", le expresa con emoción.

Gabriel se siente abrumado por el elogio y la emoción de haber realizado su primer conjuro con éxito. En ese momento, el parche que cubría su otro ojo cae al suelo, simbolizando su nuevo comienzo y el descubrimiento de su verdadero potencial.

Con lágrimas en los ojos, Gabriel rememora su pasado de abandono y soledad, agradeciendo por tener ahora una familia que lo apoya y lo ama incondicionalmente.

Lleno de alegría y esperanza, Sam carga a Gabriel en su espalda y juntos entran emocionados a la casa, compartiendo la noticia con Eva, su esposa. El bello atardecer que se vislumbra en el horizonte parece ser el reflejo de un nuevo comienzo y un futuro prometedor para Gabriel.,

Fin del capítulo 1.

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Liz Alonso
está increíble la lectura
Liz Alonso
Me intriga la lectura súper buena
Dixon Hernandez: Me motivas a seguir hacia adelante🥺
total 1 replies
Liz Alonso
Me tiene atrapada la lectura es bellísima
Theros
Me mantuvo atrapada hasta el final del capítulo📚😏
Ming❤️
Me encanta tu forma de escribir
Dixon Hernandez: Mucha gracias, aunque me falta aprende un poco más ❤️
total 1 replies
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