Alina Alcoser Gales - Fernando Puelo, dos personalidades muy distintas. Ella solo tiene energía, vitalidad y ganas de progresar en sus proyectos. El, una boda frustrada, lo dejo en un estado de depresión y oscuridad.
Ambos son vecinos, ninguno quiere saber del otro. Tendrán la oportunidad de vivir un gran amor?
Acompañenme en esta historia en la cual habrá desencuentros, malos entendidos , enojos. Nada que el amor de una familia no pueda curar.
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Capítulo 19
Después que Alina recibe la comida, ambos empiezan a poner la mesa, se sientan enfrentados, Fernando abre los paquetes y Alina empieza a aplaudir como una nena con su mejor regalo, esa actitud conmovió a Fernando, que empezó a sonreír y empezó a jugar con Alina, no le dejaba agarrar su porción, Alina estiraba las manos para agarrarlo, pero Fernando, al ser más alto que ella, no la dejaba alcanzar, hasta que Alina se hizo la ofendida y cruzo sus brazos en modo de enojo.
- uh, se enojo la nena, bueno aquí tenés tu porción.
- al fin., pensé que no me ibas a dejar comer.
- tu hermano tiene razón, le cambias el día a las personas.
- mi hermano dice que la vida.
- también.
Alina se sonríe y empieza a comer, pone cara de placer al probar el primer bocado.
- mmm, esto está buenísimo. Cuanto hacía que no comía paella.
- sí, tuviste muy buena idea, esta riquísima. ¿Te puedo preguntar algo?
- si claro.
- tenés novio?
- no, en este momento, me separé hace unos 8 días.
- pero convivían?
- si, unos 5 meses, él fue mi primer novio.
- ah. Yo te conté mi historia de amor, ahora yo quiero conocer la tuya. ¿Queres vino?
- sí, da justo para acompañar la paella.
- alcanzame tu copa, este vino es de la bodega de un amigo de mi padre, es muy bueno.
Alina lo prueba y pone cara de asombro.
- es verdad, es muy bueno.
- me alegro de que te haya gustado mi elección. Bueno, te escucho.
- siempre sos así de directo?
- si, para que dar vueltas al asunto...
- ok... bueno, hace 1 año, más o menos, conocí a Leandro, él era un conocido de mi hermano, tienen la misma edad.
- que edad tiene?
- 26 años, igual que Mateo, mi hermano. La cuestión es que, me llamó la atención de que era muy simpático, agradable, muy de hacer amigos, coincidíamos en todos los lugares que íbamos, y bueno, palabra va... palabra viene..., nos pusimos de novios.
- fue el hombre de tu vida?
- no, ahí empieza el tema, salimos unos meses, yo me sentía bien, pero no sé si estaba tan enamorada, hasta que le comente que mi deseo era vivir sola, en ese momento se sorprendió, me empezó a recriminar el porqué sola, que era él en mi vida, que porque no lo incluía en mis decisiones, etc., etc. No se trataba de ir a vivir con él, yo tenía otros proyectos, recién me había recibido, quería trabajar y tener mi espacio...
- obvio, sos muy joven, tenías un mundo por delante para conocer...
- exacto, ves, vos lo entendés, no entiendo por qué él no lo entendía. Me reclamo y me insistió tanto, que empecé a creer que estaba siendo muy egoísta con él, más que me juraba que era su amor, el de toda la vida, me sentí culpable, entonces cambie el "vivir sola" a "vivir juntos", cuando lo plantee en mi casa, se pusieron todos locos, mi papá obvio que se negó y mi madre me recriminaba que ese no era mi verdadero proyecto, yo no les hice caso, y me mudé igual, a su departamento.
- mal hecho señorita, uno siempre debe ir detrás de sus sueños.
- si, y tarde me di cuenta, con el paso de los meses, empecé a darme cuenta de que no quería esa vida y también a plantearme que tampoco lo amaba, que era una ilusión, que empezó a desvanecerse con el tiempo...
- y que pasó?
- nada, ese día fatídico, le planteo lo que me pasaba, se puso como loco, empezó a tirar cosas por todos lados, recriminandome que le había arruinado la vida...
-y que más?
- nada... nada más.
- como nada más, así como así, se terminó, y listo?
- me da vergüenza contar lo que pasó...
- vamos Alina, sácalo, yo te confesé todo lo mío.
Fernando había escuchado lo de la amenaza, por eso disimulaba ante ella, el cómo le hervía la sangre por dentro.
- bueno, él... me levanto la mano para pegarme, se ve que se arrepintió en el momento y agarro una silla y la tiro sobre una pared, tomo sus cosas y se fue, cuando salía, me dijo que la próxima vez que le dijera esas cosas, me iba a matar, yo estaba muerta de miedo...
Fernando se levanta de la mesa, empieza a caminar como loco por el departamento, mientras Alina lo miraba confundida.
- pero que tipo miserable!!, que cobarde!!, hacerle eso a una mujer que dice "que ama", no lo entiendo. Si yo no estuviese en esta condición, iría a buscarlo y le enseñaría como se trata a la mujer que se ama.
Alina se levanta, se acerca a Fernando, lo toma del brazo.
- por favor tranquilízate, no pasó nada, esa noche lo dejé y eso me trajo aquí. No quiero que te pongas mal, por favor.
Fernando, para de moverse, la mira y de la nada, la abraza muy fuerte, ella al principio se queda inmóvil, pero unos segundos después también lo abraza, se quedan ahí por un rato.
- te juro Alina Alcoser, que mientras yo viva, nadie te va a volver a lastimar.
Empiezan a separarse, ambos podían percibir que tenían sentimientos encontrados, tras ese abrazo.
- quédate tranquilo Fernando, te agradezco tu apoyo, pero soy yo, la que no va a permitir que me lastimen nuevamente.
- me parece muy bien, ya estoy más tranquilo, ahora terminemos esa rica paella, ningún imbécil, nos va a arruinar el almuerzo.
Ambos se sientan, Fernando le agrega más vino a las copas
- brindemos Alina Alcoser, por nuestra amistad.
- por nuestra amistad...
- te das cuenta que al final, el amor para toda la vida no existe?
- no estoy de acuerdo, yo todavía no conocí ese amor, como el de mis padres, pero no pierdo las esperanzas de que algún día aparezca. Y hasta deseo que a vos te ocurra lo mismo.
- entonces, brindemos por eso también.
Terminaron de almorzar, juntaron la mesa, ambos se pusieron a lavar los platos, Fernando cada tanto jugaba con ella, no dejándola alcanzar los platos para secar.
Luego fueron al living, se pusieron a ver los libros que él había escrito, el le explicaba que lo había motivado a escribir cada uno de ellos, Alina los había leído todos, así que le dio sus críticas, que fueron bien recibidas por el autor.
Se sentaron nuevamente en los sillones, uno enfrente del otro, Fernando no dejaba de mirarla fijamente, y esta vez Alina tampoco a el. El silencio invadía la sala...
- bueno, creo que llegó el momento de irme.
- ya? Tan rápido?, te aburro?
- no, es que quiero descansar un poco, mañana me tengo que levantar temprano, le prometí a mi mamá que iría a ayudarla, somos 8 bocas...
- está bien, te entiendo. Muy linda familia son los Alcoser.
- si te escucha mi mamá te mata, se tiene que decir... los Alcoser-Gales.
- ok, los Alcoser-Gales... te voy a extrañar mi vecina y amiga.
- no te prometo nada, pero quizás, si vuelvo temprano, vengo a visitarte.
- y sí venís tarde también, te voy a estar esperando...
Alina se sonríe, se acerca, y le da un beso en la mejilla, él aprovecha para volver a abrazarla fuerte.
- hasta mañana Alina.
- hasta mañana Fer. ¿No te molesta que te llame así verdad?
- no, al contrario, me hace feliz.
- bien, entonces, hasta mañana Fer.
- nos vemos Ali...