No Me Casaré Con Él

La familia de Scarlett no tenía escrúpulos para obligarla a casarse con un hombre que ni siquiera conocía, pero a como diera lugar ellos tenían que recobrar la riqueza que antes los caracterizaba, pero por malos manejos de su personal habían caído de más a menos, y ahora la pobre de Scarlett tenía que pagar por los platos rotos...

Ella no sabía nada aún, pero más pronto de lo que se imaginaba su madre le daría la noticia, su boda era inminente.

Y lo que era peor aún, el hombre estaba en un hospital como vegetal, los médicos no daban ninguna esperanza de que el hombre volviera a ser lo que antes era, un hombre fuerte y lleno de vida, pero la desgracia cayó sobre él, un accidente que casi le cuesta la vida lo dejó en ese estado vegetativo...

Según el médico ya no tenía ninguna esperanza, el hombre estaba vivo porque estaba conectado a un respirador artificial, pero en un caso dado podrían practicarle la eutanasia...

Los padres de Adolfo habían consultado varios médicos y todos les daban la misma respuesta...

Ellos no querían nada más que hacer a su hijo feliz porque en ese estado vegetativo en el que andaba era consciente en un 10% y él ansiaba con toda el alma casarse con una mujer joven porque quería tener una familia, eso les había dicho antes del accidente...

Y ellos, a sabiendas de que su hijo se podría morir en cualquier instante no dudaron ni un instante en buscarle una esposa...

Después de algunas investigaciones que estuvieron haciendo, dieron con la familia de Scarlett y se dieron cuenta de que estaban al borde de la quiebra, y por eso aprovecharon para hacerles la proposición, dinero a cambio de que su hija se casara con su hijo enfermo, además de pagarle todas las deudas que tenían.

Y así, sin ningún miramiento, sin ningún escrúpulo, los padres aceptaron encantados, la verdad es que las deudas los comían y ya no sabían qué hacer, y este convenio les vino como anillo al dedo...

Y no les importaba sacrificar a su hija con tal de salirse con la suya...

Scarlett, ajena a todo esto que estaban planeando sus padres, vivía su vida feliz, estudiando y juntándose con sus amigas en los bailes y los antros...

Josefina y Graciela eran los mejores amigas de Scarlet, siempre andaban juntas en todas partes, entraban a los antros, claro, por debajo del agua porque eran menores todavía, pero tenían un amigo en común que las dejaba pasar...

Así transcurría la vida de Scarlett, toda llena de felicidad no había ningún motivo para estar triste a sus 17 años era la mujer más feliz del mundo...

No sabía que poco le iba a durar el gusto, porque cuando su madre decidía algo no había poder humano que la hiciera cambiar de opinión.

Así llorara, pataleara, e hiciera berrinche, se acataría la voluntad de su madre y punto.

Mientras Adolfo, que estaba postrado en esa cama del hospital no se daba cuenta absolutamente de nada.

Su hermano Joaquín, un año menos que él, era un mujeriego incorregible, no había una sola mujer que no quisiera andar con él y después las mandaba a la porra porque no quería tener ningún compromiso con ninguna, era toda una fichita la otra cara de la moneda, absolutamente nada que ver con Adolfo que era toda rectitud y honestidad...

Porque si Adolfo estuviera consciente jamás hubiera permitido que sus padres hicieran esa transacción...

Y menos con una chica menor de edad que aún no podía decidir por sí misma, jamás obligaría a una muchacha a estar con él, sea quien fuera.

Al parecer eso a sus padres no les importaba, ellos lo único que querían era que su hijo fuera feliz, si algún día llegaba a despertar ya tendría una esposa esperándolo para darle una familia...

Porque el trato que habían convenido era que ella le daría un hijo inmediatamente, solamente se tomarían el tiempo reglamentario...

El problema iba a ser para convencer a Scarlet, ya que ella por el momento no se quería casar, ni siquiera tenía novio, todavía quería seguir disfrutando de su vida, de su soltería, de sus estudios y sus amigas, y, ¿por qué no?, alguno que otro amigo...

Así era la vida diaria de Scarlet, ni siquiera tenía ninguna preocupación, solo se dedicaba a estudiar y a ser feliz...

*Autora*, queridos lectores, muchas gracias por seguir leyendo mis historias, esta historia que les voy a contar a continuación es totalmente ficticia, todos los personajes todo lo que pasa aquí es producto de mi imaginación, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia...