Mário, Mariano y Marisa son tres hermanos que viven en São Paulo. Mário y Mariano son gemelos, lo que hace que uno esté bastante ligado al otro. Mientras uno de ellos tiene su rutina de fiestas y chicas todas las noches, el otro se queda en casa junto con su hermana, que, por la ausencia de los padres que están viajando por trabajo, se ve obligada a cuidar de la casa y de sus dos hermanos.
Los padres de los chicos trabajan con las mayores industrias, productoras de papel higiénico y otras de chocolates y café. En un día común, Mário sale a una de sus fiestas, Mariano se queda en su cuarto acostado en su cama, y en cuanto el hermano regresa con otra de sus chicas, terminan discutiendo. Al día siguiente, los hermanos van a la escuela, y una vez más Mário está con resaca.
En la escuela hay un chico en particular con el que a los dos hermanos les encanta practicar bullying: Erick, un muchacho tierno y dulce, que sufre tanto en su casa como en la escuela. Pero un día su vida cambia de rumbo cuando es invitado a ir a una fiesta.
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Capítulo 16
Erick Narrando
Después de unas horas en Uber, llegamos frente a un condominio. Por fuera era bastante simple, entramos al hall social, y nos acercamos a la recepcionista que estaba allí.
- hola, buenos días, soy residente del doscientos trece - dijo mi hermana llamando la atención de la mujer
- ¿La señora tiene la llave del apartamento? - preguntó la mujer mirando a mi hermana
- sí
- necesito que me entregue su documento de identidad - dijo la mujer digitando algo en su computadora
Mi hermana entregó el documento a la mujer, y después de algunos minutos, la recepcionista libera nuestra subida.
- Alice, ¿cuánto cuesta el alquiler de este apartamento? - preguntó curioso
- no es muy caro, quédate tranquilo, puedo pagarlo - dijo mi hermana sonriendo
Entramos en el ascensor, y ella apretó el botón del vigésimo primer piso, luego el ascensor se movió y en algunos segundos ya estábamos frente a la puerta del apartamento.
Mi hermana pone la llave en la puerta y gira la misma destrabándola. La sala de estar era toda elegante, parecía que había salido de una película, se podía percibir solo por la sala que ese apartamento costaba una fortuna.
- prometo que cuando empiece a trabajar te ayudaré con los gastos - dije mirando a mi hermana que solo sonrió
- no pienses en eso por ahora, solo aprovecha tu vida - dijo ella acariciando mi cabello - sube y toma un baño, tu habitación está en la segunda puerta a la izquierda - habló ella sonriendo
Arrastré mi maleta por la sala de estar, y luego subí a la habitación, coloqué mi maleta sobre la cama y me quedé mirando la decoración y el mobiliario. No había mucho allí, solo lo necesario como cama y un clóset pequeño.
Tomé una de mis toallas dentro de la maleta, y luego entré al baño. Demoré algunos minutos en el baño, y así que salí la puerta de mi habitación se abre.
- todavía estás en toalla, vamos a llegar tarde - habló ella mirando en su reloj de pulso
- ¿llegar tarde para qué? - pregunté frunciendo el ceño
- ¿olvidaste la fiesta? - preguntó ella mirándome
- ay mana, no sé si estoy con ganas para fiestas hoy - hablé bajando la cabeza
- no pienses en nada, no dejes que aquella mujer destruya tu vida, olvida que un día ella existió - habló ella sonriendo
- en realidad tengo que ir de un modo u otro, o caso contrario Mário va a golpear allá en la casa de la otra - dijo dando leves carcajadas
- ¿y cómo está la relación de ustedes?, dime, ¿ya fueron a los finales? - preguntó ella acostándose en la cama igual niña curiosa
- no Alice, todavía no llegamos a esa parte, para que creas, todavía ni nos besamos - hablé colocándome mi calzoncillo
Alice ya me había visto tantas veces sin ropa, entonces para ella aquella escena era la cosa más normal del mundo, entonces no teníamos por qué tener vergüenza uno del otro.
- mentira, estoy sorprendida, ¿por qué todavía no se besaron?, ¿es tan difícil? - preguntó ella colocando las manos sobre la boca
- no es difícil, pero siempre que estamos cerca, uno de los hermanos de él aparece para molestar, y después se acaba perdiendo el clima - hablé colocándome un pantalón jeans
- ah pues hoy ustedes van a encontrar clima del núcleo de la tierra - habló ella haciéndome carcajear
- ¿me vas a dejar beber Alice? - pregunté arqueando la ceja derecha
- creo que ya es hora de que empieces a experimentar, en breve tendrás dieciocho entonces tendrás que tener una noción - dijo ella sonriendo lindamente
- todavía faltan dos años para eso - hablé chocado
- cuanto antes mejor. No te preocupes, yo voy a estar allí para controlarte - habló ella confortándome - ahora acelera o vamos a llegar al final de la fiesta - dijo ella saliendo de mi habitación
Después de algunos minutos terminé de arreglarme, y luego bajé las escaleras, Alice estaba sentada en el sofá, probablemente estaba hablando con algún chico.
- ¿sabes la dirección de los ricachones? - preguntó ella mirando para mí finalmente
Por suerte cuando estaba en el coche de Mário vi el nombre de la calle en una de las placas.
- se llama calle Rangel Bittencourt, solo el número que no sé - hablé sonriendo
- cuando estemos allá en la calle, nosotros buscamos - habló ella digitando en la aplicación del uber
Después de algunos minutos el coche fue confirmado, y luego ya estaba a nuestra espera, salimos del apartamento y entramos en el uber que estaba en la entrada del condominio.
Yo estaba muy nervioso, no sabía lo que me esperaba en esas fiestas, pero también estaba ansioso para descubrir las cosas nuevas que me aguardaban.
Después de algunos minutos llegamos a la calle, y no fue difícil encontrar la mansión, ya que el sonido alto era audible a distancia. Caminamos hasta la mansión y entramos pues el portón estaba abierto, luego dimos de cara con Marisa que estaba toda trastornada.
- ay que bueno que vinieron, gente pueden quedarse a gusto, tienen bebidas allí, y comida del otro lado, siéntanse en casa - dijo Marisa siendo jalada por un grupo de chicas
- está loquita esa niña - dijo mi hermana casi gritando por cuenta del sonido alto
- pero es un amor de persona - hablé sonriendo y recordándome del día maravilloso que tuve con ellos
Todavía no había visto a Mário, imaginé que probablemente estaba en su habitación arreglándose. Luego Alice aparece con dos vasos en su mano.
- ¿qué es eso? - pregunté mirando la bebida roja que la chica me había entregado
- eso es vodka con energizante de sandía, prueba ahí, es una delicia - dijo ella bebiendo el líquido que estaba en su mano
Después de algunos minutos allí bebiendo, Mariano aparece en mi frente.
- que bueno que viniste, no sabía que bebías - dijo él sonriendo
- tampoco sabía, digamos que yo estoy apenas degustando - hablé carcajeando
- ¿dónde está...?
- él está terminando de arreglarse, luego él aparece por ahí, yo voy a dar atención para el personal, quédate a gusto y si necesitas puedes llamarme - habló él desapareciendo en la multitud
Alice había salido para bailar con sus amigas de sala, y yo estaba en un tedio tan grande. Caminé para dentro de la casa y me senté en el sillón que quedaba de frente para la escalera.
Después de algunos minutos Mário aparece en las escaleras, él estaba usando un pantalón negro apretado que destacaba todos los detalles de sus piernas, la camisa blanca de Nike también dejaba bien aparente su pectoral. Él se aproxima de mí y me extiende la mano sonriendo.
- estaba con añoranza - cuchicheó en mi oído
- también estaba
- ven conmigo - dijo él jalándome por la mano
Mi noche había acabado de quedar perfecta, pues quien yo quería que llegara, ya estaba allí arrastrándome por la mansión.
