Secuelas Del Pasado. (Annia. Enamorada De Un Mafioso). Parte 2.

Mía...

Cinco Años atrás.

Salgo molesta al jardín al ver a Alessio y a esa estúpida de Míriam salir de su habitación me siento en el jardín mientras recuerdo todo lo que ha pasado conmigo y Alessio, nuestras miradas, nuestras risas, las veces que vemos películas, cada vez que me abraza, como me cela de todos y las veces que me llama, mi princesa o mi pequeño tesoro, las lágrimas cubren mi rostro y me siento muy triste sé que está mal amarlo por qué es mi hermano al menos ante los ojos de todos, ya que la verdad es que nosotros no compartimos ni una gota de sangre, pero como se fijaría en mí si soy una mocosa que aparte es su hermanita, al contrario de Míriam que es una mujer hermosa.

Sigo llorando como niña a la que le quitan su juguete y siento que alguien se sienta a mi lado, levanto mi cara por qué su aroma es inconfundible y sus perfectas manos limpian mis lágrimas, su rostro está tenso como si estuviera molesta.

— Que sucede mi pequeño tesoro por qué lloras.— Dice Alessio con su mandíbula tensa.

— No es nada, no me hagas caso.— Le contesto.

Toma mi rostro en sus manos y hace que lo mire.

— Pequeña dime por qué estás así, acaso ya no confías en mí, acaso estás así por un chico.—

— Claro que confío en ti y sí Alessio estoy así por el chico que me gusta.— Le digo con vergüenza.

— Quien demonios es ese idiota y que te hizo porque lo mato.— Dice Alessio rojo de furia.

— No le digas de esta manera y él no me ha hecho nada la tonta, soy yo por enamorarme de alguien que no siente lo mismo por mí.— Le grito irritada.

— Quien es ese imbécil al que dices amar, dime quién demonios es ese bastardo.— Me dice levantando la voz, por suerte no hay nadie a esta hora en la mansión.

— Que no lo insultes y no te digo nada, y ¿a ti que te importa quien es?.— Le contesto.

Alessio me pega a su cuerpo dejando nuestras caras muy cerca y dice.

— ¡Me importa y mucho me entiendes, ahora dime de quién estás enamorada Mía dime! —

— De ti, estás contento, a ti es a quien amo.— Le digo y lo beso y es a pesar de ser mi primer beso es de lo más rico, yo lo corto e intento irme, pero él lo evita y me vuelve a besar y está vez no es torpe es muy intenso.

Alessio se separa de mí y me abraza.

— Esto está mal Mía también tengo sentimientos por ti, me gustas demasiado, soy un desgraciado.—

— Te dije que no lo insultes, te amo Alessio.— digo tocando su mejilla.

— Yo también te amo mía, pero está mal.— Dijo y salió corriendo a su habitación.

Esa tarde no lo vi más, ni siquiera bajó a cenar, el día siguiente me desperté, me duché y me puse muy linda, no sé qué inventaría, pero conquistaría a Alessio tanto que se enfrentaría a todos por mí.

Fui a la habitación de Alessio, pero no contestó, fui a tocar a la habitación de mi hermano, ya que eran muy unidos y no lo había visto, bajé al comedor y estaban mis padres.

—Buenos días, mis amores como amanecieron.— Digo sentándome.

— Muy bien mi princesa, pero qué hermosa estás a dónde vas tan linda, aunque, se te ve más mayor, pero igual de preciosa.— Me dice mi madre.

— Yo también amanecí bien mi niña hermosa y tu mami tiene razón se te ve mayor así vestida.— contesto mi papi hermoso

—Yo amanecí muy bien mis amores, y no me di cuenta, solo me puse lo primero que vi. Y... Alessio que no lo he visto y mi mello tampoco, ustedes saben dónde está.— Les pregunté tranquila.

— Hay, no me digas que no se despidió de ustedes.— Dice mi madre y mi corazón se detiene.

— ¿Qué, cómo que despedirse, a dónde se fue.?— Digo levantándome bruscamente.

— Mi princesa por eso no se despidió, él sabía que te pondrías así, Alessio se fue muy temprano a estudiar fuera del país.— Dice mi padre tratando de calmarme.

No dije nada, únicamente corrí a mi cuarto, estaba muy triste, solo lloraba de esta forma, pasaron los días, y los meses, Xavi vino a verme y me calmé unos días, pero él también tuvo que irse de viaje y me volví a poner mal, los meses seguían pasando y Alessio nunca me llamó ni escribió y sé que hablaba con todos menos conmigo. Yo cada día cambiaba más, de la niña dulce no quedaba ni el rastro, era majadera, contestona, mis padres no hallaban que hacer, ni con los castigos recapacitaba, me volví caprichosa, malcriada y muy extrovertida.

Tres años después supe que Alessio vendría por un fin de semana, entonces les dije a mis padres para irme a casa de una amiga, había una pijamada mixta, odiaba ir a esas pijamadas, pero no quería verlo, me fui por esos tres días y Erick Vitale como siempre estaba de coqueto conmigo, él me caía bien, pero solo como amigo era muy guapo, pero desgraciadamente no lo quería.

La primera noche de la pijamada sonó mi teléfono y era mi mellizo

 Massimo.

— Aló princesita, ¿en dónde estás?, que ya es tarde. Me preguntó Massimo.

— En la pijamada mixta de Aura mi Massi, se te olvidó que te conté.— Le respondí sin importancia.

— No se me olvidó por eso, te pregunto, por qué tú misma me dijiste que no querías ir, hay alguna razón por la cual cambiaste de opinión, a caso es por qué Alessio vino. — Pregunta Massi curioso.

— Ni me acordaba de que ese iba a venir y si cambie de opinión es porque Erick decidió venir y entonces ya con el aquí todo se pondría más divertido.— dije de manera coqueta y descaradamente, pues sabía que Alessio estaba con él escuchando todo, lo conocía muy bien.

— Mía, cuidado con ese idiota o me va a conocer si te toca un pelo.— Dice Massi molesto.

— Adiós Massi me llama Erik.— Dije sin más y corte la llamada.

Así pase los días que pude hasta que Alessio se fue llamé a mi padre para averiguar, el estúpido de Alessio duró dos días de más, pero igual sabía que lo haría y también me había quedado más tiempo.

Después de eso no vino más y di las gracias a Dios. El día que él regresara haría como si no me importara lo haría pagar mi llanto...