COMPRÉ UNA ESPOSA

EDWARD MILLER

WOODY SANDOVAL

El sonido de la alarma y el canto de los pájaros mañaneros era ensordecedor.

La luz de la mañana se filtra por mi ventana tan temprano, resoplo algo agotada. La noche anterior no pude dormir, mi madre se sentía muy mal por lo que tuve que ir a la farmacia y presentar la última receta medica para que me entregasen los medicamentos faltantes, unos que pagaré en cuanto ajuste mis cuentas mensuales en mi antiguo trabajo. Solía trabajar en una escuela de arte como ayudante, si pero alto ahí, no se emocionen. Yo limpiaba el tiradero que dejaban los "profesionales". Debo decir que no tenía de que quejarme, después de todo estar cerca de las pinturas era algo que amaba, el olor a las especias de diferentes colores que se utilizaban para plasmar lienzos y el olor a familiaridad después de haber dejado un pequeño curso de arte el cual era completamente gratuito para aspirantes al profesionalismo y la estética del arte en pintura.

Abandoné los primeros días de universidad ¿Por qué lo hice? ¿Cuál fue la razón? Mi madre, ella está enferma de cáncer, durante años la he visto batallar con esa jodida enfermedad que cambió su vida de un momento a otro, debo decir que eso no le impidió ser la madre risueña y comprensible, a pensar de todo mi madre sigue siendo la misma aunque cada vez más deteriorada. Me jode el saber que no existe cura para lo que está padeciendo hoy en día, no puedo hacer nada.

Es demasiado frustrante escuchar sus sollozos y sus quejidos cuando no se siente nada bien. Sinceramente hubiera preferido que me disparen en la cabeza con una pistola de clavos, clavo por clavo, antes de ver cómo la vida de mi madre se va apagando poco a poco.

Pero el mundo es demasiado cruel así que me está tocando sobrevivir con mi madre así.

Por más dos años me ha tocado trabajar para poder pagar los medicamentos los cuales no son para nada económicos.

Tengo 20 años, nunca creí que a mí edad no estaría en la universidad como me lo había propuesto en los diarios que solía escribir y pintar cuando era pequeña. Después de conocer la enfermedad de mi madre quise regresar a la universidad y prepararme para un doctorado pero no, la situación económica no es la mejor para nosotras y menos sin un hombre en casa. Mi padre se fue años antes cuando yo solo era una bebé, ni siquiera lo recuerdo, mamá es quien me sacó adelante durante todos sus años. Agradezco que ella sea mi madre y no me arrepiento de trabajar día a día para pagar los medicamentos, pero también una parte de mi sufre diariamente cuando ve a universitarios yendo y viniendo, conviviendo como si nada, con una vida perfecta, talvez.

Sacudo mis pensamientos y me ajusto unas botas y unos pantalones ajustados. Hoy es mi noveno día como limpia piso en una galería muy reconocida en importante en toda la ciudad.

Hace una semana empecé gracias a una compañera y vecina que vive cruzado la acera frente a mi residencia.

Woody: Volveré para la cena, quizás regrese un poco tarde. Prométeme que no estarás por toda la casa limpiando o arreglando cualquier cosa.- le digo a mi madre cual está sentada en el porche de la casa con una hoja en blanco lista para empezar a dibujar.

Si, ahora comprenden de donde mi amor por el arte y la estética. Lo heredé de ella aunque mamá diga que me parezco mucho a mi padre físicamente. Ojalá estuviera aquí, ojalá no sé hubiera ido y ojalá le hubiera conocido. Mamá dice que fue un gran hombre pero que tristemente tuvo problemas con su familia cuando se mudó de ciudad con nosotras, la familia de mi padre nunca aceptaron el matrimonio a escondidas con ella ya que el estatus económico era lo más importante para ellos. Mamá vine de una familia muy humilde y hogareña en (Phoenix-Arizona). Mi padre por su parte era un Australiano el cual fue vacaciones de verano en Phoenix por una temporada, después de dos veranos conociéndose y saliendo a escondidas de vuestros padres al fin se comprometieron a escondidas sin el consentimiento de ambas familias. A mis abuelos no les agradaban los millonarios pero una vez que conoció a mi padre cambió de opinión cuando convivieron un par de semanas antes de que mis padres tomaran la decisión de mudarse.

M': Amor solo recogeré las calabazas del huerto. No haré gran esfuerzo.- dice ajustándose una camisa y un sombrero de paja.

Woody: Mamá.- casi puedo regañarla.

M': Estaré bien. Estoy cansada de estar en ese sillón viendo la televisión o haciendo cualquier cosa que no sea dedicarme al huerto y a las flores.

Woody: No harás todo hoy, mañana es fin de semana. Pediré el día libre para pasar contigo y ayudarte.

M': Claro que no, mis flores no las toca nadie.- demanda.

Suspiro un poco.

Ella no tiene remedio respecto a eso.

Woody: ¡Pero yo soy tu hija!.- entro en drama. Ella sonríe y yo me echo a reír totalmente indignada por dentro. Cuantas veces me lo diga yo la cuestionaré. Este es el caso, mamá tiene un huerto, uno pequeño, también tiene un invernadero donde tiene todo tipo de flores de diferentes colores.

M': Ni siquiera tú.

Woody: Oh, no rompas mi corazón tan temprano.- digo ajustándome la coleta.

M': Estás hermosa ¿Es necesario arreglarse tanto para limpiar un piso?.- empieza.

Woody: Mamá.- la regaño.

M': Oh si, lo sabía.- suelta una risilla.

Woody: No sabes nada.- me cruzo de brazos seriamente.___ Y no me cambies el tema.- la regaño.

M': Claro que no, no haré mucho esfuerzo solo regaré el huerto y las flores.

Woody: Ni se te ocurra podar el césped.- le advierto.

M': Claro que no, eso se lo dejaré al futuro ligue de mi hija.- me molesta.

Woody: No tengo ningún ligue. Y si así fuera, no podaría el césped. No lo traería de criado.- digo antes de dejarle un beso en la mejilla antes de desaparecer por la puerta principal.