Cena de gala

Victoria Marsella.

La entrada fue más de lo que esperaba, gracias a Dios Marlyn está conmigo y no me siento tan sola. Las entrevistas no terminan y siento que he pasado por un maratón. Al fin siento algo de paz y he podido tomar una copa de champán y sentarme, hasta que mi corazòn se acelera a mil cuando veo acercarse a mí aquel hombre. Aquella persona que me hizo la vida imposible, que se ensañò con mi ser , sin escuchar palabra, solo me juzgò. Siento que mi cuerpo se tensa, nunca me preparè para este momento, jamàs pensè que podrìa encontrarme a un hombre como èl aquì, o peor aùn, nunca lo predije. Los años le han sentado, se ve maduro y su mirada es… Los ojos de Victoria y Leandro se fijaron entre sí, Leandro se fue acercando lentamente hasta llegar a la mesa donde ella se encontraba. 

-Felicidades Srta Victoria. Leandro aún conserva su mirada y tiende su mano. 

Victoria queda inmòvil sin poder responder a nada hasta que Marlyn  le toca suavemente. 

-Jefe, el Sr le saluda.  Marlyn està sorprendida por la reacciòn de Victoria, jamàs la habìa visto asì. Siempre era una mujer que intimidaba y esta vez, era ella la intimidada. 

-Lo… lo siento. Victoria vuelve en sí. Levanta su mano y Leandro la toma suavemente besando sus nudillos obligando a Victoria ponerse de pie. 

Leandro al tenerla tan cerca quedò maravillado  y desconcierto aùn màs de sus hermosos ojos azules, un dejavù pasò por su mente. La soltò inmediatamente y dio un paso atràs. Victoria al  ver su acto se sintió herida profundamente y con la elegancia que la caracterizaba bajò su mano e hizo un leve movimiento con su bolsa de mano. 

-Le agradezco Sr Pardo.  Victoria invita a Marlyn a buscar el tocador.

-Espere. Leandro se mueve rápidamente. ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Nos conocemos? Leandro se ha detenido frente a ella tomándola por sorpresa. 

-¿No es usted el CEO de la compañìa Pardo?, Losè porque mi deber es conocer mi competencia, sus fortalezas y sus debilidades y de ellas sacar provecho. Esta vez Victoria no era la intimidada, Leandro arreglò su saco y se discupò. 

-Lo siento Srta Victoria. No fue mi intenciòn que Ud se sintiera incòmoda con lo que acaba de suceder. Solo siento que la conozco. 

-No se preocupe Sr Pardo. Mi  intenciòn tampoco fue ser ruda con Ud.  Ahora discúlpeme, debo ir al tocador. 

Leandro se quedò allì detallando cada movimiento de Victoria hasta que ella desapareció de su vista. 

La velada fue apremiante, Victoria recibió su apreciado y ocioso galardón, dio sus agradecimientos y estuvo en la velada hasta media noche. Marlyn se excusò con Victoria ya que se sentìa cansada por sus tacones y se retirò a descansar. Entre tanto, Victoria seguìa siendo el centro de la noche, muchos hombres la abordaron, unos por negocios otros por su belleza exquisita, hasta que decidiò que ya era preciso abandonar la gala y con la elegancia que la acompañaba saliò del salòn sin contratiempos. Leandro y Alberto se habían despedido, luego de aquel encuentro con Victoria lo dejó con muchos interrogantes en su cabeza, quería saber de ella, su suspicacia y aquellos ojos no lo dejaban en paz. Así que decidió salir a caminar un poco al jardìn del hotel, sentarse en una de las bancas y apreciar una gran luna  que acompañaba la noche. 

Victoria se disponìa a salir y por error tomó una de las salidas falsas, llevándola a un pasaje  largo y oscuro que siguió por evadir a un hombre que la empezò a seguir. Victoria se encontraba nerviosa, aceleró el paso  y aquel hombre de tez clara acortaba sus pasos. Victoria al verse acorralada tomó un atajo hasta llegar al jardìn del hotel, sus pasos eran pesados  y torpes y al verse como presa al acecho cayò sobre sus nalgas aterrorizada dando un leve grito de auxilio. Aquel hombre se acercò satisfecho de tenerla para solo èl que no intuyò que alguien màs estaba allì. 

-¿Què putas cree que va a hacer? Leandro lo tomó de su cuello y lo lanzó a un costado cayendo abismado el hombre al verse descubierto.

-No es más que una presuntuosa. El hombre se levanta y va sobre Victoria nuevamente. -Si viene con ese tipo de vestido es porque busca de un hombre que la satisfaga. 

Victoria se encuentra aterrorizada por lo que està viviendo y siente un enorme asco a las palabras soeces y crueles de este machista retrógrada. Sus làgrimas empiezan a caer sintiéndose miserable. Eso jamás hubiese pasado si Cristiàn estuviera allí.

-Maldito cretino, le voy a enseñar a respetar a una mujer. Leandro levantò su puño y dio un frontal que el hombre cayò al suelo noqueado. Leandro al ver a Victoria temblando de miedo la levanta del suelo  ayudándole con su bolsa de mano.

-¿Está Ud bien Srta Victoria? Lenadro le mira preocupado tratando de auxiliarla sin saber cómo.

-No, solo quiero irme de aquí por favor. Quiero irme.  Victoria estaba en un estado de shock por los eventos. 

-Esta bien. Yo la llevarè a su residencia. 

Victoria no contestó palabra, solo quería salir de aquel lugar que le aterrorizaba. Al subir al auto de Leandro aún temblando por lo sucedido, éste le pregunta a dónde llevarla. Victoria no contestó una sìlaba. Solo se soltò a llorar. Para Leandro fue un momento incómodo pero supo què hacer. Decidiò llevarla a un lugar tranquilo, a su lugar favorito, era el lugar preciso para calmar la tristeza. Victoria logrò calmar, su llanto habìa aligerado su karma, no dijo una sola palabra durante el trayecto, veìa a travès del vidrio su reflejo y dretràs de ella el de Leandro, no le importò estar allì con èl , què podrìa ser peor, igual ya lo conocìa. Sabía muy bien su lado oscuro, lo cruel que podía ser. Què ironìa, allì estaba ella sentada a su lado y èl ni siquiera sabìa quién era ella. Entonces, su mente empezò a divagar en todas las posibilidades si èl supiera la verdad, de quièn era ella. ¿lo soportarìa?,¿ la tratarìa de auxiliar como lo hizo?. Seguramente NO. Pensò Victoria. Ella,lo había evadido por muchos años y el destino sin buscarlo lo puso frente a ella, dos veces la misma noche. Su mente y corazòn estaban llenos de ira, dolor y coraje , creìa que los habìa sepultado, por el contrario, allì estaban dispuestos a salir. 

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Alicia Cervantes castellar

Alicia Cervantes castellar

puede mas el odio que reconocer que nos equivocamos y pedir perdon

2023-02-15

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Updated 65 Episodes

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