El coctel

Ha pasado poco tiempo y las dos parejas han arribado al cóctel, el motivo, el lanzamiento del ùltimo producto, una excelente idea que prestaba un servicio en caso de una emergencia, era ràpida y lo mejor de todo no requerìa que la persona pagará un precio ella. Al llegar al recinto Leandro fue abordado por la prensa y la presencia de la Srta Victoria a su lado no fue pasada en vano. Victoria quiso zafarse de su brazo pero por el contrario a Vanessa, ésta la retuvo a su lado. 

-No te preocupes, no dirè nada que nos comprometa. 

-Es lo menos que puedo esperar de Ud. 

Pronto Miguel, el periodista de la farándula lanzó su dardo sin ninguna anestesia. 

-Sr Pardo, ¿Ud y la Srta Victoria tienen alguna relación? Su timbre de voz era mórbido y esto fastidiò a Victoria quien estaba dispuesta a darle su merecido hasta que Leandro intervino 

-Sr Miguel, parece que Ud le encanta hacer conjeturas sin siquiera tener algo tangible.Primero,  Vanessa del Toro y ahora la Srta Victoria, es una buena amiga quien accediò a hacerme compañìa con algo màs que su belleza, ya que es una mujer de un intelecto exquisito. 

Miguel se sintió  abrumado por el comentario de Leandro, pero aún le esperaba más. 

-Sr periodista, el que una mujer esté al lado de un hombre, no significa que debe existir una relaciòn, no somos objetos puestos a disposiciòn de hombres ricos. Por el contrario,debe enterarse que tambèn somos autòmatas, capaces y màs que una pieza al lado de un hombre. 

Leandro sonrió plácidamente al comentario de Victoria, luego de un buen tiempo se despidió de los periodistas y les pidió que disfrutaran el  cóctel.

-Agradezco  su mesura, al igual que Ud siempre he sido acechada por los medios, en mi caso , en Francia. 

-Creo que vivimos el mismo karma. ¿No te parecen demasiadas coincidencias? Dijo Leandro 

Victoria trató de conservar su postura, los nervios llegaron sin alterarla. No creo que sea para tanto. Respondiò. 

-Leandro sonriò y la llevò al salòn para iniciar la presentaciòn, pronto todo fue un èxito e iniciò el primer baile que estaba a cargo de Leandro. Victoria le tomó por sorpresa. 

-Pero, tengo muchos años que no bailo. Es más , no sé si pueda hacerlo. 

-Lo que se aprende no se olvida. Dice Leandro con una sonrisa en su rostro. èl llegò a la pista   entrelazando su pequeña mano con la suya y su otra mano, tan fuerte se deslizò por la cintura de Victoria y suavemente la llevò hacía èl. Victoria mirando sus manos y sus pies, se hallaba totalmente asustada. Leandro subió su mano, esta vez al rostro de Victoria y le mirò profundamente. 

-No temas, yo te guiaré. 

Victoria al ver a Leandro y sus profundos ojos sintió una plena tranquilidad y pronto se relajó. Leandro bajaba su mano a la cintura de Victoria, esta vez aprovechò descender desde la parte superior de su espalda. Apenas sus dedos rozaban su piel,gozando cada segundo que vivìa  al llegar a su cintura, la acercò esta vez mucho màs. Tanto, que Victoria podía sentir su respiración. 

-No lo tome a mal, es por el baile. Dijo Leandro mientras obsequiaba una sonrisa llena de picardía a Victoria. 

-Veo que está gozando mucho de esta situación en la que me acaba de colocar. 

-Es un simple baile.El baile ha iniciado y Leandro  es un excelente bailarìn, Victoria pudo sobrellevar su temor y se acoplò inmediatamente a Leandro siendo una sola pieza. Era un baile lento y sensual, Victoria se dejò llevar por la melodìa y su mano frotò el rostro de Leandro, envolviendolos en un baile lleno de sensaciones incluso para sus espectadores.  Al terminar, sus miradas se entrecruzan llenas de satisfacción. Leandro besò los nudillos de su mano acercándose a ella y un susurro saliò de su boca a los oìdos de Victoria

-Estuviste espléndida.  Leandro le invitó un trago y luego varias parejas salieron a bailar disfrutando de su velada.Marlyn y Alberto compaginan de inmediato, los dos son graciosos e incluso tienen ciertas similitudes . Alberto al ver que terminaba la noche y que las dos parejas estaban frente al edificio donde dejarìa aquella bella mujer, solo se despidiò de ella y cuando Marlyn le daba la espalda preguntò

-¿Quieres volver a salir conmigo? . Será una segunda cita, esta vez, no es a ciegas. 

Marlyn al notar la reacciòn de Alberto sonriò y asintiò con su rostro

-Claro que quiero. Hasta luego. Marlyn extiende su mano mientras Victoria se acerca a su lado. 

Alberto estaba felìz y dichoso, aquella mujer de ojos negros lo cautivaron y esa npche habìa sido màgica. 

Leandro y Victoria

Victoria esta vez estaba ansiosa, esperaba con què idea saldría Leandro para poder sonsacarla a salir con él nuevamente. Han llegado frente al edificio  y Leandro coloca las luces de parqueo, su rostro y cuerpo estaban relajados, Victoria no actuò. 

-¿Te gustó la noche? 

-Si, fue especial. Gracias. Victoria lo decía con sinceridad. 

-¿Y?

-¿Y? Dijo Victoria como un gran interrogante. Ella esta vez no quería bajarse del auto. Leandro esperaba a que huyera como las otras veces. La puerta estaba sin seguro. 

-Creo que merezco algo, por portarme más que bien. 

-¿Còmo?. Victoria respondió con sus ojos abiertos de par en par. 

Leandro suelta una risa, había logrado poner nerviosa a Victoria sin siquiera tocarla. 

-Un beso en tus nudillos de la mano y otra en la mejilla.  Responde Leandro. 

Victoria no se sintió amenazada asì que accediò a su peticiòn. Leandro tomò su mano izquierda y le brindò un beso en sus nudillos mirando fijamente , al llegar al beso de la mejilla, Leandro empujò con su mano derecha el cuerpo de Victoria y con su otra mano tomò la mejilla, su beso humedeciò la mejilla de ella, la conservò por unos segundos mientras inhalaba su fragancia dulce, Victoria habìa cerrado sus ojos conservando en su memoria su aroma maderable. La piel de Victoria ardía y Leandro era su agua bendita.

-¿Puedo besarte? Preguntó Leandro con voz ronca, -Por favor, dime que sí. 

Esta vez, Victoria se acercó a sus labios provocando un ligero rose. Sus ojos se habían abierto para ver los de Leandro, sus ojos estaban emanando un destello que ahora enloquecìan. 

-¿Puedo? Volviò a preguntar . No quería pasar la barrera y perder lo que hasta el momento había ganado. 

Victoria asintió con su cabeza, mordiendo su labio que para Leandro era lo màs eròtico que habrìa visto en su vida. 

Leandro le tomó su rostro con sus dos manos dando un beso que juntos disfrutaron, un beso que los llevó al clímax, esta vez era más que consentido. Leandro al terminar de besarla le sonriò , besando nuevamente su mejillas, frente , nariz y mentòn. - Me haces el hombre más felìz. 

Victoria por aquellos minutos no quiso pensar en su pasado y quien era èl, desde aquella alba donde èl la habìa abrazado algo sucedió, su calor fue lo que la hizo volver al momento de querer suicidarse, a pesar de lo que vino después,  el desprecio y su rencor. 

-¿Es suficiente? Dijo Victoria. 

-Por hoy si. Leandro le sonríe y ella le responde igual. El se baja de su auto y abre la puerta del copiloto, al ofrecerle su mano ella la recibe atrayéndola a él y dando un último beso.

-Se mi novia. Dijo Leandro

-Te daré respuesta otro día. Victoria le sonríe y aquel vacío en sus ojos ha desaparecido. Leandro se despide y asegura que volverá a verla. Victoria se acerca a Marlyn y juntas entran  al edificio.Aquellos hombres ahora se despedían con sus corazones llenos de esperanzas. 

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