Merida de Alcanzar

Al hospital llegaba la familia de Cristián, ya que se habían enterado por las noticias locales. La madre de Cristián, una mujer de porte elegante y  avanzada edad llega apresurada a la recepción. 

-Quiero información de mi hijo Cristián. 

-Parentesco por favor. Replica una enfermera.

-Soy su madre. Un aire de imponencia y altanería se expande por el aire. En ese momento llega el doctor Romero a quien la enfermera lo aborda y comenta que la madre del Sr Cristián  De Alcanzar ha llegado. 

-Sra, debemos conversar. 

-Mérida, Mérida de Alcanzar. 

-Verá Sra Mérida, su novia está en reposo. 

-No me interesa esa huérfana. Pregunto por mi hijo. 

El Dr Romero al ver el tono grosero de la sra Mérida, respiró hondo, se frotó sus sienes y concluyó

-Su hijo sufrió un paro cardiorrespiratorio. Falleció Sra Mérida, lo siento. 

Pronto su cuerpo se desvaneció y lo tomó una de las personas que la acompañaban. 

-No puede ser. Ud está equivocado. Mi hijo está lleno de vida. Es Ud un negligente. Srta, quiero ver otro Dr. La madre de Cristián había entrado en shock, se negaba a cualquier afirmación. 

-Lo siento señora, pero lo que dice el Dr Romero es lo correcto. Falleció hace una hora. El Dr Romero se retiró asombrado de la prepotencia de aquella mujer y su falta de humanidad por aquella chica quien llevaba hasta hace poco un nieto de su propia sangre.

-La habitación de la huérfana. La quiero. ¿Cuál es? El rostro de Mérida empalideció y su mentón se apretaba. 

-Ella se encuentra en recuperación. Respondió la enfermera. 

-Todo tiene un precio. Respondió aquella mujer sacando su billetera. 

-Habitación 518. Nadie le ha dicho Sra, por favor. 

-Lo sé, no soy estúpida. 

La Sra Mèrida aprontò su paso en compañìa de su ùnica hija Mariela De Alcanzar, una joven suprimida por su madre, ya que se habìa convertido en su sombra sin tener una voz propia a sus deseos. Al saber de la muerte de su hermano su corazòn se estrujò, bonitos recuerdos llegaron de su infancia y de su tierno hermano quien siempre la defendìa de su madre, luego de la muerte de su padre, èl era esa figura paterna. Sin embargo, Cristian se había ido de la casa por las diferencias entre su madre y él. La Sra Mèrida jamàs aceptò a Gloria, a pesar de ser una chica brillante y con un futuro prometedor. mèrid ha llegado a la habitaciòn y la apronta sin ninguna delicadeza

-Tonta estùpida, mataste a mi hijo. Mèrida se lanzó sobre Gloria y la golpeó. En ese momento la enfermera la aparta de su lado y advierte que la sacara de la habitaciòn si no se comporta. 

-No tengo por què tener consideraciòn con esta huèrfana. Debiste haber muerto en lugar de mi hijo. A Ud nadie le hace falta. En cambio yo, perdí a mi único hijo. Los ojos de Mèrida destellaban ira, quería acabar con Gloria. Por el contrario, Gloria no respondìa a ninguna de sus ofensas, sus ojos estaban rojos e hinchados por el llanto inconsolable, acababa de perder a su  prometido y tambièn a su hijo, su mirada emanaba un vacìo , al como si hubiese perdido su alma. 

- No creas que esto se quedará así. Te hundiré en la cárcel. Te harè pagar por lo que le hiciste a mi hijo. ¡Asesina!. Mariela alzò sus  ojos azules en busca de Gloria y sintiò una gran pena por ella, justo cuando iba a tomarla de la mano, su madre la empuja hacìa ella y salen juntas de la habitaciòn. 

Gloria no respondiò a ninguno de sus insultos su alma y corazòn estaban ausentes al lugar, solo sus ojos emanaban làgrima tras làgrima, solo ya no tenìa nada, apenas unas horas estaba con su prometido comiendo y ahora èl estaba muerto y su hijo tambièn. Su vista no se separaba del gran ventanal del cuarto, allì observaba el ocaso  y la frìa brisa la helaba sin ninguna piedad. Fue una noche larga, no quiso sedantes y las enfermeras asintieron sintiendo pena por ella, recuerdo tras recuerdo retumbaba su cabeza, el nefasto accidente de sus padres y la pèrdida de ellos, el gran temor a manejar vehìculos y ahora la culpabilidad por la pèrdida de sus dos grandes amores, no tener un amigo a quien contarle sus penas. Juntos, ella y sus recuerdos se hicieron durante la noche fuertes, no habìa razones para seguir allì, no sentía nada, no tenìa nada. Al ver el alba, un hermosos paisaje decoraba aquel ventanal. Que hermoso es despedirse en una dìa como este, Gloria como pudo se levantò de su cama y soltò las agujas que la mantenìan conectada,   se puso de pie con dificultad por su pierna rota y a zancadas llegò al ventanal, subiò sobre èl y suspendiò sus pies en el aire, el alba era màs càlida ahora, sus manos aprisionaron los orillos de la ventana mientras su mirada se perdìa en el lienzo del paisaje.- Que bello es este dìa, el mejor dìa para morir y estar junto a ti y mi hijo. Quiero estar con Uds. 

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Comments

Maribeth Minotta

Maribeth Minotta

que vaina

2023-03-12

2

L.N.A

L.N.A

😭😭😭😭😭😭😭😭😭Pobre Chica

2023-02-19

2

Anay Garsi Garsi

Anay Garsi Garsi

que tristeza pobre 😭😭

2022-12-01

5

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Updated 65 Episodes

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